Con muchas dudas y multas de hasta mil euros, entró en vigor en Italia el “súper green pass”
El también llamado “pase sanitario reforzado” implica restricciones para los no vacunados, que quedaron excluídos de diversas actividades recreativas
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ROMA.- “¿Cómo descargo el súper green-pass?”, pregunta Andrea, jubilado de 72 años. “No, si estás vacunado ya lo tenés, no hace falta”, contesta Angelo, mientras le sirve un café en un bar del centro histórico de Roma. En medio de gran confusión –ya que muchos no entendieron bien las nuevas reglas-, controles y multas altas, entró hoy en vigor en Italia el denominado “súper green pass”, el pase sanitario que sólo pueden conseguir –o ya tienen- quienes se han inmunizado, cuyo objetivo es “salvar” el período navideño e incentivar a la vacunación.
Tan confusa resultó la implementación del “súper green pass”, también llamado “green pass reforzado” -que básicamente excluye a la minoría aún no vacunada (unos 7 millones de personas) de muchas actividades recreativas-, que el gobierno italiano se vio obligado a salir a aclarar su alcance a través de unas FAQ (preguntas frecuentes).
Así, explicó que a partir de hoy y hasta el 15 de enero, el “súper green pass” será indispensable para entrar a interiores de restaurantes para comer, a cines y teatros, estadios y canchas, discotecas y salas de baile, en todo el territorio nacional.
“Se terminó el recreo para los no-vax”, tituló, de hecho, el diario Il Messaggero, que como los demás medios italianos publicó una gran infografía sobre el “súper pase verde” para intentar aclararle a la opinión pública todas las prohibiciones que implica, algo nada fácil, por cierto.
Controles y multas de hasta 1000 euros
Si bien sin “súper green pass” hasta el 15 de enero será imposible en toda Italia ir al cine o al teatro o a comer sentado en un restaurante, sí será posible por ejemplo ir a museos, utilizando el “green pass básico”, como fue rebautizado el viejo pase sanitario, conseguible no sólo con la vacunación y habiendo cursado la enfermedad, sino, también, a través de un test de hisopado negativo. El ahora llamado pase sanitario verde “base” (básico), en efecto, es el documento que hasta ahora utilizaron y podrán seguir utilizando los no vacunados para ir a trabajar, pero sometiéndose periódicamente a tests de hisopado, ya que estos duran 48 o 72 horas.
A partir de hoy, y esta es otra gran novedad, el “green pass base” es también necesario para acceder a los transportes públicos como metro, autobús, trenes regionales e incluso para acceder en medios de elevación cerrados de pistas de esquí.
Hasta ahora el pase sanitario básico sólo era necesario para viajar en trenes de alta velocidad y aviones.
Justamente por eso la entrada en vigor del “súper green pass” coincidió con un fuerte aumento de los controles, realizados por agentes de la policía en todo el país, en forma aleatoria, ya que es imposible controlar a todos los usuarios. Tanto es así que fue noticia un romano de 50 años que resultó ser el primer multado por no tener el “green pass base”, que fue sorprendido sin el fatídico código QR –que todo el mundo lleva cargado en el teléfono celular-, al bajarse de un colectivo en Piazzale Flaminio. “No lo tengo porque estaba por vacunarme en los próximos días”, se justificó el hombre, según reportó el Corriere della Sera, que igual fue sancionado con una multa de 400 euros. Aunque este tipo de sanción puede levitar hasta los 1000 euros.
Hoteles y shoppings
Lo cierto es que a partir de hoy otro cambio importante, sobre todo para los turistas que llegan a Italia, es que será necesario presentar el “green pass base” en hoteles. Al respecto, los hoteles ya se han organizado ofreciendo a sus clientes paquetes que incluyen el hisopado rápido, realizable en farmacia.
Aunque la situación en Italia al momento sigue bajo control gracias a que más del 84% de la población mayor de 12 años se ha inmunizado, los contagios están subiendo en forma preocupante: en la última semana hubo un aumento de las infecciones del 23%. Algunas regiones de Italia, como Friuli Venezia Giulia, con mayor incidencia de casos y mayor ocupación de camas de hospitales, pasaron a ser color amarillo; y en casi todas las grandes ciudades de Italia volvió a ser obligatorio el uso del barbijo en las zonas más transitadas del centro, donde se encuentran las áreas más concurridas para el “shopping” navideño.
Hablando de shopping, para ir de compras, al supermercado o demás negocios no hace falta ni el “súper green pass” ni el “green pass base”, algo considerado por muchos no-vax bastante contradictorio. “¿En qué quedamos entonces? ¿No me dejás ir a comer al restaurante pero puedo ir a un shopping center?”, comentó a LA NACION, indignada, una persona que aún no se vacunó, que prefirió el anonimato.
Pero el tema de las compras abiertas a todos está en línea con la prioridad del gobierno italiano de “salvar” la Navidad en términos de consumo, como parte del relanzamiento económico después de la brutal crisis del año pasado. Aunque el objetivo es incentivar a la vacunación, algo que ha logrado ya que desde que se hizo el anuncio, hubo un verdadero boom de inoculaciones, tanto de primeras dosis, como de terceras.
En medio del rompecabezas, el gobierno también aclaró que tampoco hace falta el pase sanitario -ni “súper”, ni “base”- para ir al colegio (sí, para la universidad), para subirse a un taxi o para tomarse un tradicional café de parado, en el mostrador de un bar.
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