Con las elecciones en el horizonte, condenan al expremier pakistaní Khan a 10 años de cárcel por revelar secretos oficiales
El fallo se da antes de las elecciones parlamentarias previstas para el 8 de febrero, unos comicios que estaban vetados para Khan por sus anteriores condenas
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ISLAMABAD.- Un tribunal de Pakistán sentenció el martes al ex primer ministro del país Imran Khan y a otro miembro de su partido a 10 años de cárcel tras declararlos culpables de revelación de secretos oficiales. Las elecciones provinciales y legislativas de la próxima semana han estado envueltas en denuncias de fraude y represión contra el partido Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), de Khan.
La condena fue otro revés para Khan, una ex estrella del críquet reconvertido en político islamista que fue destituido tras una moción de censura parlamentaria en abril de 2022. Actualmente cumple una pena de tres años por un caso de corrupción.
Según Zulfiqar Bukhari, vocero del partido de Khan, PTI, un tribunal especial anunció su veredicto en la prisión en la ciudad fortificada de Rawalpindi, donde el político está retenido. Las autoridades indicaron que tanto el exmandatario como Shah Mahmood Qureshi pueden apelar la decisión del tribunal en el conocido popularmente como caso Cipher.
El equipo legal del exmandatario tenía previsto apelar la condena ante la Corte Suprema de Islamabad el miércoles.
El fallo se produce antes de las elecciones parlamentarias previstas para el 8 de febrero, unos comicios que estaban vetados para Khan por sus anteriores condenas.
Aunque Khan no estará en la boleta electoral, sigue teniendo mucho peso en la política pakistaní gracias a su base de seguidores y a su retórica antisistema. Sostiene que las causas judiciales en su contra fueron un complot para apartarlo antes de la votación.
Pakistán ha registrado manifestaciones violentas desde la detención del político en mayo de 2023. Desde entonces, las autoridades han perseguido a sus partidarios y a su formación.
La comisión independiente de derechos humanos del país afirmó que hay pocas posibilidades de que las elecciones parlamentarias sean libres y justas debido al “amaño preelectoral”. Además, expresó su preocupación por el rechazo de las autoridades a las candidaturas de Khan y de altos cargos de su partido.
Cipher es una de las más de 150 causas pendientes contra Khan. También se le imputan cargos que van desde el desacato a la justicia al terrorismo o la incitación a la violencia.
En el caso de los secretos, se acusa a Khan de de la divulgaciónde un cable diplomático del embajador de Pakistán en Estados Unidos, en una manifestación después de su destitución. Ni el gobierno ni los abogados del político han hecho público el documento, llamado Cipher, pero al parecer era correspondencia diplomática entre el embajador paquistaní en Washington y el Ministerio de Exteriores en Islamabad.
Durante su discurso, Khan afirmó que el documento era la prueba de que estaba siendo amenazado y de que su destitución era una conspiración de Estados Unidos, supuestamente ejecutada por el ejército y el gobierno de Pakistán. Las autoridades estadounidenses y paquistaníes niegan la acusación.
El PTI afirmó en un comunicado que respaldaba a Khan y Qureshi, “quienes han defendido a Pakistán y la independencia real”. La formación describió el proceso como un “juicio farsa” y apuntó que el juez no permitió siquiera que los abogados de los dos acusados los defendieran.
Pero el partido pidió a sus seguidores que no recurran a la violencia a la espera de la presentación de un recurso por la vía judicial.
“Debemos aprovechar y canalizar estas energías para el día de las elecciones” para garantizar que los candidatos de Khan ganan la votación “con una mayoría abrumadora”, indicó Omar Ayub, partidario de Khan. “El PTI seguirá su lucha para poner a Pakistán en la senda de la democracia, para que la supremacía del derecho y la constitución estén garantizados”, añadió.
Durante el juicio, el PTI temía que fuese condenado a la pena de muerte por traición. El exmandatario ha mantenido su inocencia y dice que no reveló el contenido exacto del cable.
Qureshi, por su parte, fue acusado de manipular el contenido del mensaje diplomático para obtener rédito político.
El analista político Syed Muhammad Ali dijo que el último fallo judicial era previsible. Los dos acusados “dañaron de facto la relación diplomática con Estados Unidos y avergonzaron al entonces embajador paquistaní Asad Majeed en Estados Unidos”, afirmó.
Agencia AP
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