Con la victoria olímpica, Japón busca impulso para sepultar sus fantasmas
La elección de Tokio como sede en 2020 relanza la confianza de los japoneses, que intentarán dejar atrás 20 años de estancamiento y la crisis nuclear de Fukushima,
TOKIO.- Japón disfrutaba ayer su victoria en la carrera por organizar los Juegos Olímpicos 2020, anticipando un impulso económico que podría ayudar a emerger de dos décadas de estancamiento y a recuperarse del demoledor terremoto, seguido por un tsunami, que en 2011 causó la peor crisis nuclear desde el estallido de la planta soviética de Chernobyl, en 1986.
El triunfo de la capital japonesa sobre las ciudades rivales, Madrid y Estambul, probablemente también favorecerá al primer ministro conservador, Shinzo Abe, que puso su reputación en juego cuando apostó a la victoria para avivar la confianza nacional, algo clave para el éxito de sus agresivas políticas de crecimiento.
El impacto económico del triunfo fue estimado por el comité que impulsó la candidatura de Tokio en más de 30.000 millones de dólares, con la creación de 150.000 puestos de trabajo.
Si el índice líder de la bolsa japonesa, el Nikkei, sigue el ejemplo de las bolsas de Londres y Atenas después de que fueron elegidas anfitrionas de los Juegos, podría registrar una racha de alzas durante un período que va de uno a tres meses.
Tokio, que en 1964 se convirtió en la primera ciudad de Asia en ser anfitriona de los Juegos Olímpicos, se ganó el derecho de organizar el mayor evento deportivo del mundo pese a las preocupaciones sobre el aumento en las filtraciones en la planta nuclear de Fukushima, que está a 230 kilómetros de la capital japonesa.
Fuga de agua radiactiva
El operador de la planta, Tokyo Electric Power Co. (Tepco), se vio obligado a dar marcha atrás en sus declaraciones y admitir que cientos de toneladas de agua radiactiva están fluyendo al océano Pacífico diariamente. Los niveles de radiación aumentaron en las últimas semanas.
Abe dijo en Buenos Aires, donde fue anunciada la victoria de Tokio por el Comité Olímpico Internacional (COI), que la central nuclear de Fukushima está "bajo control", pero consideró que la ciudad tendrá que trabajar para ganarse la confianza del mundo.
"Quisiera dejar en claro que no ha habido, no hay, ni habrá ningún problema de salud ni nada que se le parezca", dijo el primer ministro japonés. "El gobierno ya ha decidido un programa para asegurarse de que no haya absolutamente ningún problema, y ya hemos comenzado", agregó.
Tokio prometió la semana pasada gastar casi 500 millones de dólares para limpiar la planta de Fukushima, un anuncio que los críticos aseguran que se debió a su postulación para organizar los Juegos Olímpicos.
Algunas de las casi 2000 personas que se reunieron en un parque de Tokio para esperar el anuncio del COI dijeron que los Juegos Olímpicos 2020 podrían atraer la suficiente atención internacional para que el problema nuclear sea manejado correctamente.
"Ahora los ojos del mundo estarán mirando", dijo Yumiko Okada, una mujer de 51 años que trabaja como asistente de su marido, un caricaturista.
Muchos en el parque de Tokio tenían esperanzas de que la victoria de Japón impulse la confianza y muestre que el país volvió al escenario mundial después de los lúgubres tiempos económicos conocidos como "las dos décadas perdidas", durante las cuales China superó a Japón y se convirtió en la segunda economía del mundo, después de Estados Unidos.
"Es una muy buena oportunidad para que Japón tenga un renacimiento para un mayor desarrollo económico", dijo Kazuo Otsuki, de 78 años. "En estos días Japón ha perdido su espíritu samurái", agregó.
Desde que asumió, en diciembre, Abe promovió políticas monetarias y fiscales agresivas que despertaron un poco de confianza en que Japón puede emerger de sus años de estancamiento.
Ahora, el éxito de los Juegos Olímpicos podría impulsar aún más la confianza y la compra de acciones, mientras muchos esperan un incremento del consumo a lo largo de un amplio abanico de sectores económicos.
Un despegue económico también le daría a Abe el impulso final que necesita para decidir sobre un incremento del IVA, el mayor intento de Japón en años de controlar su creciente deuda pública.
La decisión se espera para principios del mes próximo, después de que Abe haya evaluado si la economía está lo suficientemente fuerte para absorber el aumento del impuesto.
"Hay que pensar en el impulso general a la economía que predicen [...], y todos esos trabajos -dijo Masaharu Ota, un ejecutivo de publicidad de 63 años. Eso le dará motivación a la gente, incluso si sube el IVA en abril."
Elaine Lies
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