Con frío extremo y nevadas récord, un "ciclón bomba" azotó el este de EE.UU.
El fenómeno, una de las tormentas invernales más poderosas de la historia moderna, provocó grandes nevadas con ráfagas de hasta 130 km/h; la mayoría de los vuelos en la zona fueron cancelados
BOSTON.- Un poderoso "ciclón bomba", un particular fenómeno meteorológico extremo con temperaturas gélidas, paralizó ayer la costa este de Estados Unidos: hubo miles de vuelos cancelados, escuelas cerradas y hasta el Senado canceló sus sesiones por el resto de la semana.
Considerada una de las tormentas invernales más poderosas de la historia moderna, el temporal de hielo y nieve se abatió primero sobre parte de Florida, Georgia y Carolina del Sur y avanzó ayer hacia el nordeste. Partes de los estados de Maine, Nueva York y Boston sufrieron fuertes ráfagas de viento de 80 a 130 km/h y caída de nieve de hasta 7,6 cm por hora.
La tormenta amenaza con dejar a millones de norteamericanos sin luz y empezará a amainar hoy, al avanzar hacia Canadá.
Florida, el "estado del sol", vio anteayer la nieve por primera vez en tres décadas en el norte del estado. Su gobernador, Rick Scott, urgió a las personas a prepararse "para un frío extremo, incluidas eventualmente nieve, aguanieve o acumulaciones de hielo".
Esta borrasca es considerada un "ciclón bomba", consecuencia de un proceso conocido como "bombogénesis". El término científico describe una tormenta que súbitamente cobra mucha más fuerza después de una caída rápida en la presión atmosférica. El "ciclón bomba" se produce cuando la presión central de un huracán cae 24 milibares o más en 24 horas, provocando furiosos vientos, que pueden generar rápidamente inundaciones costeras. En este caso, la presión central bajó 53 milibares en 21 horas (y 59 milibares en 24 horas), lo que la coloca en el escalón más alto de las tormentas más explosivas de la costa este jamás observadas y tal vez incluso al tope .
A medida que el "ciclón bomba" estallaba con tormentas eléctricas alrededor de su centro en forma de coma, los meteorólogos expresaban su sorpresa ante el fenómeno. "Mi mandíbula llega al suelo", tuiteó Sam Lillo , estudiante de doctorado en Meteorología. La tormenta se expandió por un territorio enorme, incluso atrayendo la humedad de las profundidades del Caribe .
"¡Esta tormenta es intensa! -aseguró el servicio nacional del clima de Boston en su cuenta de Twitter-. Esperen lo inesperado".
Se estima que Boston recibirá unos 45 centímetros de nieve y ráfagas de viento de hasta 105 km/h.
Más de 3500 vuelos fueron cancelados solo ayer. Casi el 75% de los vuelos del aeropuerto internacional de Boston y de Newark, en Nueva Jersey, fueron anulados. En Nueva York fue cancelado el 71% de los vuelos en el aeropuerto de La Guardia. El aeropuerto John F. Kennedy cerró durante parte del día.
Emergencia
En el caso de la ciudad de Nueva York y regiones aledañas, las autoridades declararon el estado de emergencia. Cerraron todas las escuelas. La nieve caía sin cesar en medio de fuertes vientos sobre la Gran Manzana, donde pocos vehículos y transeúntes se aventuraban en las calles, avanzando muy lentamente para evitar deslizamientos y resbalones en medio de una temperatura de -4ºC, que bajará aún más tras la tormenta. Los ómnibus y el subte funcionaban por el momento, pero había retrasos. El servicio de ferry fue suspendido ayer al mediodía, anunció el alcalde Bill de Blasio.
"Quédense en sus casas, usen el transporte público si tienen que salir y cuiden a sus vecinos si precisan ayuda", dijo De Blasio en una conferencia de prensa. Se estimaba que la ciudad recibiría en total hasta 25 centímetros de nieve y ráfagas de viento de hasta 80 km/h, según el servicio meteorológico nacional.
Unos 4800 funcionarios municipales trabajaban desde anteanoche en turnos de 12 horas para depositar toneladas de sal en calles y veredas, y barrer la nieve con camiones.
El gobernador del estado de Virginia, Terry McAuliffe, declaró el estado de emergencia.
En Washington, el líder del Senado, Mitch McConnell, anunció que no habrá votaciones esta semana, acortando aún más una breve semana que había comenzado anteayer, a raíz del feriado de Año Nuevo.
Víctimas del frío
El clima invernal y la caída brusca de las temperaturas tuvieron además un alto costo en vidas humanas. Hasta ayer se atribuían al frío por lo menos 17 muertes. Dos indigentes murieron en Houston por "exposición al clima gélido", informó la policía. También se informó de muertes en Mississippi, Michigan y otros estados.
En Carolina del Norte las autoridades informaron que dos personas murieron cuando la camioneta en que viajaban se salió de un camino cubierto de nieve y cayó a un arroyo en medio de la noche en el condado de Moore, donde no se había pronosticado nieve. La patrulla de caminos respondió a un total de 700 choques y 300 pedidos de auxilio.
En Europa, cuatro muertos y alerta máxima
El paso de la tormenta Eleanor dejó cuatro muertos en Europa, provocó incendios en la isla francesa de Córcega y una alerta máxima de avalanchas en los Alpes. Durante más de 24 horas, fuertes vientos y lluvias torrenciales se abatieron sobre Gran Bretaña, Irlanda, Suiza, Alemania, Bélgica, Holanda, Francia y España, lo que obligó a anular el tráfico aéreo y dejó a miles de personas sin electricidad.
En Francia, las autoridades emitieron una advertencia de avalanchas en los Alpes, en pleno período de vacaciones escolares. Varias estaciones están en alerta 5, el nivel máximo en la escala de riesgo.
En tanto, más de 300 bomberos batallaban ayer para apagar dos incendios de una "intensidad excepcional en pleno invierno" en Córcega.
Agencias AFP, AP y Reuters
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