Cómo operaba la Gestapo, la despiadada policía secreta del nazismo
La institución conducida por Heinrich Himmler funcionó como un engranaje dentro del macabro sistema de exterminio nazi que resultó en el Holocausto
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La policía secreta del Estado Nazi o Gestapo (Geheime Staatspolizei) fue una institución represiva creada en 1933 para consolidar la dictadura del Partido Obrero Nacionalsocialista Alemán (NSDAP) de Adolf Hitler.
Hasta su disolución al final de la Segunda Guerra Mundial (1945), la Gestapo se convirtió en un siniestro sinónimo del terror estatal, llevando adelante persecuciones, deportaciones y asesinatos políticos, religiosos y raciales, sin rendir cuentas sobre sus actos ni estar sometida a ningún tipo control civil o jurídico.
La institución conducida por Heinrich Himmler, un alto funcionario del partido nazi y jefe del servicio secreto Sicherheitsdienst (SD), funcionó como un engranaje dentro del macabro sistema de exterminio nazi que resultó en el Holocausto con el asesinato de millones de judíos, romaníes (gitanos), homosexuales y personas con discapacidad en los campos de concentración.
Gestapo: persecución y represión política en los inicios del nazismo alemán
Como policía secreta, la Gestapo funcionó sin restricciones civiles, primero en la represión de los opositores políticos y, después, como una unidad de despliegue rápido para ejecutar matanzas mediante fusilamientos a miles de judíos tanto en Alemania como en los territorios de Europa del Este ocupados por el Tercer Reich.
“Tenía la autoridad de ‘arresto preventivo’ y sus acciones no estaban sujetas a la apelación judicial. Miles de izquierdistas, intelectuales, judíos, sindicalistas, clérigos políticos y homosexuales simplemente desaparecieron en campos de concentración tras ser detenidos por la Gestapo”, afirma la Enciclopedia Británica.
“Esta lógica retorcida permitió que la Gestapo tuviera todo el poder para arrestar a las personas, y mantenerlas indefinidamente en campos de concentración como Dachau, sin acusarlas de nada ni permitirles tener un juicio”, agrega. Al primer año de haber sido creada, 100.000 alemanes habían sido detenidos preventivamente y 600 habían sido asesinados.
“En Alemania y más tarde en las áreas ocupadas, la Gestapo asumió un papel dominante no solo en el esfuerzo del régimen por destruir a los opositores, sino también en el intento de hacer cumplir las numerosas políticas diseñadas para regular el comportamiento en el área de la política”, describe Robert Gellately en La Gestapo y la sociedad alemana, publicado en la revista de Historia de la Universidad de Chicago.
“La Gestapo fue encargada de hacer cumplir leyes, reglamentos, ordenanzas y decretos que se desarrollaron a partir de la legislación de emergencia promulgada a raíz del Incendio del Reichstag de 1933: hubo leyes contra la traición, así como numerosas regulaciones especiales que tratan, por ejemplo, sobre delitos dirigidos al partido nazi, al Estado y a los símbolos nacionales, el sabotaje ecológico y económico”, dice Gellately, y añade: “La policía secreta fue, en definitiva, el donante más importante del régimen”.
La policía secreta Gestapo y el exterminio nazi
Junto con el servicio secreto Sicherheitsdienst (SD), la Kriminalpolizei (Kripo) y Ordnungspolizei (Orpo), la Gestapo fue uno de los pilares de la extensa organización policíaca del nacionalsocialismo alemán.
Y si bien primero se dedicó especialmente a combatir opositores políticos y a realizar acciones de contraespionaje, a partir de 1939 se convirtió en una parte fundamental de la maquinaria de matanza nazi.
“Esta fuerza policíaca era diferente a todas las demás, ya que no respondía a ningún tipo de supervisión judicial ni legal. Podía utilizar métodos particularmente despiadados sin temor de repercusiones civiles”, destaca la Enciclopedia del Holocausto del Museo de la Memoria de los Estados Unidos (USHMM).
En comparación con otras áreas represivas, era una fuerza de seguridad pequeña y estrictamente disciplinada: para 1944 tenía 32.000 miembros, pero “aumentaba al máximo esta cantidad limitada de recursos por medio de informantes”. Las delaciones por parte de la población local eran frecuentes, destacan los historiadores.
En este contexto, al incorporarse a la Oficina Principal de las SS para Seguridad del Reich (RSHA), la Gestapo se popularizó entre los jerarcas nazis como Departamento IV: la fuerza rápida para realizar matanzas en toda la Europa ocupada por los nazis.
“Desde estas oficinas, los funcionarios de la Gestapo ayudaron a las SS, a las autoridades de la ocupación militar y a los administradores civiles nazis a capturar y deportar a los judíos, así como a neutralizar a los miembros de la resistencia. Además, la Gestapo mantenía oficinas en los campos de concentración”, remarca el USHMM.
De acuerdo con esta institución, se asignaron miembros subalternos de la Gestapo a las temibles Einsatzgruppen (unidades móviles de exterminio), que ejecutaron a más de 1.5 millones de judíos en la Unión Soviética ocupada.
El teniente coronel Adolf Eichmann (SS Obersturmbannführer), responsable de instrumentar la “solución final” con la que el nazismo asesinó a millones de judíos en toda Europa, estuvo a cargo la sección IVb4 de la Gestapo, ocupada en la documentación burocrática, principalmente en la planificación y el transporte de los judíos de todo el territorio ocupado por Alemania hacia los campos de exterminio.
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