Cómo la escasez de camioneros en EE.UU. se convirtió en el mayor problema de la cadena de suministros
Se estima que hacen falta unos 80.000 choferes de camiones, una cifra récord que podría duplicarse para 2030 a medida que más transportistas se jubilen
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WASHINGTON.— Ante la posibilidad de incurrir en una deuda estudiantil de 50.000 dólares, Michael Gary abandonó sus estudios universitarios y empezó a trabajar como transportista en 2012. Le alcanzaba para pagar las cuentas, dijo, y podía reducir sus gastos si en realidad vivía en el camión.
Sin embargo, con el paso de los años, el trabajo creó tensiones en sus relaciones. Pasaba semanas lejos de casa y no podía dar prioridad a su salud: tardó más de tres años en programar una cita con un optometrista, pues tuvo que cancelarla varias veces debido a sus horarios cambiantes. Renunció el 6 de octubre.
“No tenía vida personal aparte de manejar el camión”, relató Gary, de 58 años, quien vive en Vancouver, Washington. “Al final, me harté”.
La oferta de camioneros ha escaseado desde hace años, pero una ola de jubilaciones aunada a los que solo renunciaron para aceptar trabajos menos estresantes está exacerbando la crisis en la cadena de suministro de Estados Unidos, la cual ha derivado en estantes vacíos en las tiendas, compradores aterrados en la temporada de fiestas y embotellamientos en los puertos.
Almacenes de todo el país están saturados de productos, y los tiempos de entrega de muchas mercancías ahora demoran meses, en lugar de días o semanas.
Un informe publicado el mes pasado por la Asociación Camionera Estadounidense (ATA, por su sigla en inglés) estimó que en la industria hacen falta 80.000 conductores, una cifra récord que, según la asociación, podría duplicarse para 2030 a medida que más transportistas se jubilen.
Los problemas en la cadena de suministro se deben a varios factores, entre ellos un incremento extraordinario en la demanda de productos y los cierres de fábricas en el extranjero. Pero la situación se ha agravado con la escasez de camioneros y las condiciones cada vez peores en todo el sector del transporte, las cuales han dificultado aún más que los consumidores obtengan las cosas que quieren en el momento en que las quieren.
Freno al crecimiento
Este fenómeno causa estragos en toda la economía, al frenar el crecimiento, aumentando los precios al consumidor y la socavar el índice de aprobación del presidente Joe Biden. Sin embargo, la Casa Blanca ha batallado para ofrecer una solución.
El martes, anunció una serie de medidas destinadas a aliviar los problemas en la cadena de suministro, como permitir que los puertos redirijan otros fondos federales a esfuerzos para movilizar los envíos pendientes. Como parte del plan, el puerto de Savannah podría reasignar más de 8 millones de dólares para convertir sus instalaciones existentes tierra adentro en depósitos temporales de contenedores en Georgia y Carolina del Norte para ayudar a que los barcos descarguen su mercancía de manera más rápida.
Esto sucedió después del anuncio que hizo Biden el mes pasado de que los principales puertos y empresas privadas iniciarían operaciones en turnos de 24 horas en un intento por mitigar el estancamiento. No obstante, los resultados preliminares sugieren que el transporte en camiones sigue siendo un obstáculo importante en esa iniciativa, pues acrecienta la aglomeración en los puertos.
Los directores de los puertos de Los Ángeles y Long Beach declararon que, al menos en un inicio, pocos camioneros adicionales se presentaron para aprovechar las horas extra.
Gene Seroka, director ejecutivo del Puerto de Los Ángeles, dijo que su puerto le había dicho a la Casa Blanca en julio que cerca del 30 por ciento de los espacios que se designan todos los días a los camioneros en el puerto no se usaban, debido en gran medida a la escasez de conductores, de armazones para arrastrar las cargas y de trabajadores de almacén para bajar los productos de los camiones. “Aquí, en el complejo del puerto, con todos estos cargamentos, necesitamos más conductores”, comentó Seroka.
Programa piloto
l proyecto de ley de infraestructura de 1 billón de dólares que aprobó la Cámara de Representantes de Estados Unidos la semana pasada podría ayudar a amortiguar la escasez. La legislación incluye un programa piloto de capacitación de tres años que les permitiría a los conductores de camiones comerciales cruzar fronteras estatales a partir de los 18 años. En la mayoría de los estados, los menores de 21 años pueden obtener una licencia de conducir para vehículos comerciales, pero las normas federales les prohíben manejar en rutas interestatales.
Sin embargo, los expertos de la industria señalaron que era poco probable que este programa remediara el problema inmediato, ya que podría tardar meses en ponerse en marcha, además del hecho de que mucha gente en realidad no quiere conducir camiones.
Biden dijo el mes pasado que consideraría el despliegue de la Guardia Nacional para aliviar la escasez de camioneros, aunque un funcionario de la Casa Blanca dijo que el gobierno no estaba persiguiendo activamente la medida.
La escasez ha alarmado a las empresas de transporte, que dicen que no hay suficientes jóvenes para remplazar a los trabajadores que se retiran de la fuerza laboral por su edad. Los estereotipos relacionados con el trabajo, el estilo de vida aislado y el enfoque de las nuevas generaciones en estudiar carreras universitarias de cuatro años han dificultado la captación de conductores.
Como respuesta, las empresas han aumentado los salarios. El ingreso promedio a la semana para los conductores de larga distancia ha incrementado alrededor de un 21 por ciento desde inicios de 2019, según la Oficina de Estadísticas Laborales. El año pasado, los conductores de camiones comerciales percibieron un sueldo promedio de 47.130 dólares.
Derek J. Leathers, presidente y director ejecutivo de Werner Enterprises en Omaha, Nebraska, que da empleo a unos 9500 conductores, dijo que sus servicios cuestan un 15 por ciento más en comparación con los niveles previos a la pandemia, conforme han subido los salarios de los conductores y los costos de equipo.
La empresa está tratando de contratar unos 700 conductores de camiones —muchos más de los 300 que reclutaba antes de la pandemia— pues el crecimiento de la demanda y las jubilaciones dejaron a la empresa con pocos trabajadores. Desde inicios de 2020, elevó la remuneración de sus conductores un 20 por ciento y amplió la cantidad de academias de conducción que opera.
“Me he dedicado a este negocio desde hace más de 30 años”, dijo Leathers. “Sin duda creo que este es el mercado de conductores más reducido que he visto en mi carrera”.
Incluso con el aumento de los salarios, algunos camioneros han dejado la industria. Bob Stanton, de 64 años, dejó su trabajo como conductor de camiones de larga distancia en octubre de 2020. Después de lastimarse un nervio en el cuello, adormeciendo algunos de los dedos de su mano izquierda, sus médicos dijeron que ya no podía levantar artículos de más de 22 kilos.
Jay Wagner, de 57 años, un conductor de camión que transporta químicos peligrosos, suele estar en tránsito por periodos de tres semanas, y rara vez pasa tiempo en su casa en Wichita, Kansas. Wagner confesó que contemplaba renunciar a su trabajo de todos los días para pasar más tiempo con su esposa y su nieto, pero no estaba seguro de poder encontrar otro trabajo si lo hacía.
“He dedicado toda mi vida a esto”, dijo Wagner, quien ha sido camionero durante 27 años. “Esto es lo que hago”. Dijo que el trabajo tiene algunos beneficios, como la libertad de conducir en carretera y los 75.000 u 85.000 dólares que gana al año.
The New York Times
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