Cómo fueron los últimos días de Khadafy
Cambiaba de casa cada tres días y se dedicaba a realizar anotaciones y a preparar té; el nuevo gobierno investigará las circunstancias de su muerte
MISRATA, Libia (AP).- Muammar Khadafy, el poderoso líder de Libia que gobernó durante cuatro décadas, pasó sus últimas semanas saltando de un escondite a otro en su ciudad natal de Sirte en un vaivén emocional, entre la rabia y la desesperación, mientras se desplomaba su régimen, dijo un allegado que ahora está preso.
Khadafy, que hoy fue enterrado en un lugar secreto , su hijo Muatassim y una comitiva de dos decenas de incondicionales quedaron aislados del resto del mundo en su fuga desesperada, viviendo en casas abandonadas sin televisores, teléfonos ni electricidad y usando velas para iluminarse, reveló Mansour Dao, miembro del clan de Khadafy y ex jefe de guardaespaldas.
Khadafy pasaba el tiempo leyendo, haciendo anotaciones o preparando té en una estufa a carbón, dijo Dao en una sala de conferencias -ahora empleada como celda- en el cuartel general de las fuerzas revolucionarias en la ciudad de Misrata. "El no conducía la batalla. Sus hijos lo hacían. El no planeó nada ni pensó en ningún plan", explicó Dao.
Khadafy, que había regido un país de seis millones de habitantes con puño de hierro, "estaba estresado, realmente indignado, a veces furioso", recordó Dao y agregó: "Mayormente estaba triste y enfadado. Creía que el pueblo libio todavía lo amaba, aun después que le dijimos que Trípoli había sido ocupada".
El levantamiento contra Khadafy estalló en febrero y se intensificó rápidamente en una guerra civil que concluyó formalmente el domingo, con la declaración de libertad de los nuevos líderes. La captura y muerte de Khadafy el jueves, junto con la conquista de Sirte, el último bastión del régimen, sentó las bases para esa proclamación.
El día de la captura de Khadafy, el ex dictador, Dao y un grupo de leales intentó escapar de Sirte en un convoy que incluía una camioneta en la que viajaba Khadafy, pero el convoy fue atacado por la OTAN. Khadafy y Dao fueron heridos y capturados, y poco después el líder libio murió en circunstancias aún no aclaradas. El gobierno interino libio anunció ayer que abrirá una investigación, luego de las crecientes presiones internacionales.
Funcionarios libios sostienen que Khadafy murió en medio de fuego cruzado entre revolucionarios y leales, pero imágenes de video muestran cuando es golpeado, humillado y agredido por sus captores.
Peter Bouckaert, de Human Rights Watch, afirmó ayer que hay indicaciones sólidas de que Khadafy y Muatassim murieron cuando estaban en custodia. Por ello pedirá que se inicie una investigación completa. Agregó que una mujer libia en el convoy dijo al grupo defensor de los derechos humanos que Khadafy sólo había resultado ligeramente herido por el ataque de la OTAN.
Dao, uno de más de una decena de capturados en ese entonces, dijo que perdió el conocimiento a causa de sus heridas antes de la captura de Khadafy y que no sabía qué había pasado con éste.
Los cadáveres de Khadafy, Muatassim y Abu Bakr Yunis, ex ministro de Defensa, fueron expuestos públicamente en un congelador comercial en la ciudad portuaria de Misrata durante cuatro días, antes de ser enterrados el martes por la madrugada en tumbas sin nombre en un lugar no revelado. Un funcionario de Misrata dijo que recibieron un entierro islámico, en presencia de algunos familiares.
Dao dijo que Khadafy huyó de su complejo residencial en Trípoli el 18 ó 19 de agosto, justo antes de la entrada de las fuerzas revolucionarias. Agregó que después de la caída de la capital, Gadafi fue directamente a Sirte, acompañado de Muatassim. Su heredero aparente, Seif al-Islam, buscó refugio en Bani Walid, otro bastión leal, agregó.
Los asistentes de Khadafy le aconsejaron reiteradamente que se fuera del país pero se negó, diciendo que quería morir en la tierra de sus antepasados, dijo Dao. Agregó que en Sirte, el líder libio y su comitiva cambiaban de refugio más o menos cada cuatro días, buscando casas abandonadas por los residentes que huían de la ciudad por los combates.
En Sirte, los combatientes leales eran dirigidos por Muatassim, quien inicialmente tenía unos 350 hombres, dijo Dao. Agregó que hacia el fin muchos huyeron y el grupo se redujo a 150.
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