Cómo fue el tsunami de 2004, uno de los desastres naturales más letales de la historia: olas de 30 metros y más de 220.000 muertos
El fenómeno, que fue provocado por un potente terremoto, afectó a 14 países; los sobrevivientes aún lloran a sus seres queridos mientras las comunidades reconstruyen sus vidas entre el dolor y la esperanza
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BANDA ACEH, Indonesia.- La gente se reunió el jueves para rezar y visitar las fosas comunes en la provincia de Aceh en Indonesia al conmemorar los 20 años desde el masivo tsunami del océano Índico, uno de los peores desastres naturales de la historia moderna.
El 26 de diciembre de 2004, un terremoto de magnitud 9,1 en el oeste de Indonesia generó enormes olas que embistieron los litorales de más de una decena de países, desde Indonesia hasta Somalia. Un total de 226.408 personas murieron, según EM-DAT, una base de datos de desastres mundiales.
La ruptura ocurrida a lo largo de una falla, una de las más largas jamás observada, unos segundos antes de las 7.59 hora local, provocó una de las catástrofes naturales más letales de la historia. El terremoto generó olas de más de 30 metros de altura y liberó una energía equivalente a 23.000 veces la potencia de la bomba atómica lanzada en Hiroshima.
En la provincia indonesia de Aceh, donde el tsunami dejó más de 100.000 muertos, una sirena sonó en la Gran Mezquita Baiturrahman de Banda Aceh para dar comienzo a las conmemoraciones en toda la región.
Muchos lloraron mientras colocaban flores en la fosa común del pueblo de Ulee Lheue, donde están enterradas más de 14.000 víctimas del tsunami no identificadas y no reclamadas. Es una de varias fosas comunes en Banda Aceh, la capital de la provincia más septentrional de Indonesia. Fue una de las áreas más afectadas por el terremoto y el tsunami, junto con el distrito de Aceh Besar.
“Los extrañamos y seguimos sin saber dónde están. Todo lo que sabemos es que cada año visitamos la fosa común en Ulee Lhue y Siron”, dijo Muhamad Amirudin, de 54 años, quien perdió a dos de sus hijos hace 20 años y nunca ha encontrado sus cuerpos.
“Esta vida es temporal, así que hacemos todo lo posible para ser útiles a los demás”, agregó Amirudin, que visitó la tumba con su esposa.
Cientos de personas se reunieron a para rezar en la mezquita Baiturrahman, en el centro de la ciudad. Las sirenas sonaron en Banda Aceh durante tres minutos para marcar el momento del terremoto que desencadenó el tsunami.
La infraestructura en Aceh ha sido reconstruida y ahora es más resiliente de lo que era antes de que el tsunami golpeara. Se instalaron sistemas de alerta temprana en las áreas costeras para alertar a los residentes sobre posibles tsunamis, proporcionando tiempo crucial para buscar seguridad.
Los esfuerzos de reconstrucción fueron posibles gracias al apoyo de donantes y organizaciones internacionales, quienes contribuyeron con fondos significativos para ayudar a la región a recuperarse. Escuelas, hospitales e infraestructura esencial que fueron destruidos por el desastre han sido reconstruidos.
Alrededor de 17 millones de personas fueron desplazadas, principalmente en los cuatro países más afectados -Indonesia, Sri Lanka, India y Tailandia- y más de 170.000 personas murieron solo en Indonesia.
Dolor compartido
En Tailandia, la gente participó en una ceremonia conmemorativa en Ban Nam Khem, un pequeño pueblo pesquero en la provincia de Phang Nga que se llevó la peor parte de las devastadoras olas.
El tsunami también se cobró la vida de más de 8000 personas en el país, incluyendo muchos que permanecen desaparecidos, dejando una profunda cicatriz en la historia de la nación. Casi 400 cuerpos siguen sin ser identificados y reclamados.
Cerca de la mitad de las personas que fallecieron en el país eran turistas extranjeros que pasaban las fiestas de fin de año en las soleadas playas de la región, entre ellos, argentinos.
Napaporn Pakawan, de 55 años, perdió a su hermana mayor y a una sobrina en la tragedia. ”Me siento desolada. Vengo todos los años”, comentó.
Una vigilia con velas en la playa de Khao Lak, organizada por la embajada de Suecia en Tailandia, atrajo a un centenar de personas, la mayoría del país escandinavo, uno de los más afectados en proporción a su población. ”En Suecia, todo el mundo conoce a alguien que se vio afectado o que perdió a alguien”, explicó Anna Elf, de 50 años.
Urai Sirisuk dijo que evita el parque del monumento junto al mar el resto del año, porque la pérdida de su hija de 4 años aún le duele profundamente cada vez que la recuerda.
“Tengo este sentimiento de que el mar se llevó a mi hija. Estoy muy enojada con él. Ni siquiera puedo poner el pie en el agua”, contó. Pero “todavía escucho su voz en mis oídos, que me está llamando. No puedo abandonarla. Así que tengo que estar aquí, por mi hija.”
En la India, cientos se reunieron en la playa Marina en la ciudad sureña de Chennai, en el estado de Tamil Nadu. Vertieron leche en el mar para favorecer a los dioses y ofrecieron flores y oraciones por los muertos mientras los tambores sonaban de fondo.
Según los datos oficiales, 10.749 personas murieron en la India, incluyendo casi 7000 solo en Tamil Nadu. “Han pasado 20 años desde el tsunami”, señaló Sadayammal, de 69 años y que usa un solo nombre. “Estamos aquí para rendir homenaje a las personas que perdieron la vida”.
En Sri Lanka se registraron más 35.000 muertos. Sobrevivientes y familiares de las víctimas del tsunami se congregaron en el pueblo costero de Pereliya y colocaron flores en un memorial que recuerda a las casi 2000 pasajeros que fallecieron cuando el tren en el que viajaban, el Queen of the Sea, fue golpeado por la ola. Se cree que solo unas docenas de personas sobrevivieron. Como en cada aniversario, el restaurado Ocean Queen Express se detiene en Peraliya, un tranquilo pueblo situado a unos 90 kilómetros al sur de la capital, Colombo, para recordar la tragedia. ”Todo esto me trae recuerdos muy duros”, declaró Tekla Jesenthu, que perdió a su hija de dos años cuando las olas golpearon la zona. “No quiero pensar ni hablar de ello. Duele demasiado”. ”Los monumentos no los traerán de vuelta”, agregó.
Anura Ranjith se unió a los dolientes para rendir homenaje a su hermana menor, Anula Ranjani, y a su hija de 9 años, que iban en el tren. Ranjith no ha vuelto a saber de ellas desde ese día.
“Las busqué por todas partes durante años y aún así, no hay información sobre ellas. Su pérdida es un gran dolor y tristeza para mí. Todavía estoy de luto”, dijo. En todo el país se guardaron dos minutos de silencio el jueves en memoria de los fallecidos.
Unas 300 personas murieron en Somalia, más de un centenar en las Maldivas y decenas en Malasia y Birmania.
Las claves de uno de los peores desastres naturales de la historia
Qué pasó
Un sismo de magnitud 9,1 frente a la costa oeste de la isla indonesia de Sumatra provocó unas enormes olas que asolaron Indonesia, Sri Lanka, India, Tailandia y otros nueve países del océano Índico. La ruptura ocurrida a lo largo de una falla, una de las más largas jamás observada, unos segundos antes de las 7.59 hora local del 26 de diciembre de 2004, provocó una de las catástrofes naturales más letales de la historia.
El origen del sismo está relacionado con la ruptura de la zona de subducción entre dos placas, la placa índica y la microplaca Andamán, en unos 1200 km.
El terremoto generó olas de más de 30 metros de altura y liberó una energía equivalente a 23.000 veces la potencia de la bomba atómica lanzada en Hiroshima.
La magnitud del sismo se evaluó en un principio en 8,8, pero luego el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS) la situó en 9,1, y su profundidad, en 30 km.
El epicentro se situó a 160 km al oeste de la costa de Sumatra. El vasto archipiélago indonesio tiene una actividad sísmica y volcánica frecuente ya que está ubicado en el “cinturón de fuego del Pacífico”.
Terrible balance de víctimas
En total, el tsunami causó 226.408 muertos, según EM-DAT, una base de datos mundial sobre catástrofes. La zona más afectada fue el norte de la isla de Sumatra, donde más de 120.000 personas murieron. En este país el balance ascendió a 165.708 fallecidos.
Las enormes olas atravesaron el océano Índico y azotaron Sri Lanka, India y Tailandia horas después.
Las olas se desplazaban a casi 800 km/h cuando alcanzaron el máximo de su velocidad. Esto es dos veces más rápido que un tren de alta velocidad.
Más de 35.000 personas murieron en Sri Lanka y 16.389 perdieron la vida en India. En Tailandia hubo 5000 muertos, la mitad de ellos turistas extranjeros. Además, 3000 personas fueron declaradas desaparecidas. Las olas también alcanzaron África: mataron a 300 personas en Somalia, y a más de un centenar en Maldivas.
Desplazados
El tsunami implicó el desplazamiento de más de 1,5 millones de personas y movilizó unos 14.000 millones de dólares en ayuda de emergencia de la comunidad internacional, según Naciones Unidas.
Cientos de miles de edificios fueron destruidos y comunidades enteras se quedaron sin hogar. La localidad indonesia de Banda Aceh, en el extremo norte de Sumatra, tuvo que ser prácticamente reconstruida. Más de 100.000 casas fueron reconstruidas solo en la provincia indonesia de Aceh, según el gobierno.
Sistemas de alerta
El tsunami también obligó a las comunidades costeras del Índico a rendir cuentas sobre su nivel de preparación frente a tales catástrofes. En el momento del tsunami no existía ningún sistema de alerta en la región.
Según los expertos, la ausencia de un sistema de alerta coordinado en 2004 agravó el impacto de la catástrofe. Ahora, unas 1400 estaciones en el mundo permiten que la alerta de tsunami se envíe tan solo unos minutos después de que este se forme.
Agencias AP y AFP
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