Cómo es el castillo de Balmoral, el lugar amado por la reina Isabel II donde murió a los 96 años
El palacio ubicado en Escocia no solo será recordado por ser el lugar donde la monarca pasó sus últimas horas, sino que también tuvo un lugar esencial en su vida
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En las últimas horas, se conoció la muerte de la reina Isabel II, una noticia que marcó el fin de una etapa histórica y de un reinado que se extendió durante 70 años. La monarca falleció en el castillo de Balmoral, donde estaba pasando el verano. La propiedad fue rediseñada para que tenga más espacio y fue la inusual sede de una serie de eventos debido a los problemas de salud que sufrió la soberana durante los últimos meses.
“La reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde. El rey y la reina consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana”, se informó oficialmente a través de la cuenta oficial del Palacio de Buckingham a las 14.30 hora argentina. Mientras aparecen las manifestaciones de luto y la tristeza en muchos dirigentes políticos y figuras mundiales, también se recuerda la vida de la reina y particularmente sus últimos días de vida en el complejo.
El castillo de Balmoral está ubicado en la localidad de Aberdeenshire, Escocia. Originalmente, el lugar había sido comprado por el príncipe Alberto, marido de la reina Victoria, en el siglo XIX. En un comienzo, los propietarios no estaban contentos con el espacio que tenía, por lo que decidieron ampliarlo, en un trabajo que involucró al geólogo William Smith.
Según recogieron distintos medios y documentales a lo largo de los años, Isabel II pasaba sus veranos en la propiedad junto con sus padres y su hermana. Con mucho espacio verde para disfrutar y una amplia presencia de mascotas, la reina realmente disfrutaba su tiempo allí, especialmente por la posibilidad de vivir un tiempo instalada en el mismo lugar y alejada del resto del mundo y sus obligaciones reales.
La cosa no cambió cuando quedó a cargo del trono después del fallecimiento de Jorge VI en 1952. Además de seguir con las visitas veraniegas, sus hijos, nietos y bisnietos continuaron con la tradición y también la acompañaron en Balmoral.
La propiedad cuenta con 20.000 hectáreas de bosque en donde habitan distintos animales. Cuando la familia no se encontraba allí, los visitantes escoceses y turistas podían incluso conocer algunas zonas del complejo. Imágenes del salón privado de la reina en el castillo mostraron la presencia de arte victoriana y unos objetos que permanecieron allí durante décadas, a pesar del avance de la tecnología.
Como curiosidad, el castillo de Balmoral fue testigo esta semana del nombramiento de la nueva primera ministra británica, Liz Truss. La ceremonia no se llevó a cabo en el Palacio de Buckingham, como es habitual, por el estado de salud de Isabel II.
El “test de Bamoral”: la prueba que Isabel les hacía pasar a sus invitados
Tal era el disfrute de la reina Isabel II en el castillo escocés que todos sus invitados debían pasar una prueba una vez que eran llegaban. En caso de no hacerlo, nunca más serían convocados para visitar la propiedad. Con un ambiente totalmente distendido y lejos de los protocolos reales, los huéspedes participaban en una serie de actividades al aire libre y juegos de mesa, en donde debían mostrarse sueltos y bien integrados.
Además, debían respetar las tradiciones sobre cuestiones como la manera de sentarse y demostrar un gran entusiasmo en cada uno de los planes. Según lo que se muestra en la serie de Netflix The Crown, figuras como Margaret Thatcher no lograron superar el test.
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