Cómo es “Davos ruso” en el que Putin busca mostrar que domó al virus
Con más de 5000 participantes, es uno de los primeros eventos internacionales de este tipo desde la aparición del Covid-19
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SAN PETERSBURGO.- Nacido en 1997, el Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF), apodado el “Davos ruso”, comenzó esta semana su reunión anual en plena pandemia con unos 5000 participantes -cuatro veces menos que lo habitual- pero con la intención clara de Rusia de mostrar al mundo que tiene bajo control al coronavirus y sigue abierta a las inversiones pese a las tensiones geopolíticas.
”La situación (epidemiológica) no es fácil, pero la estamos gestionando bien”, aseguró el gobernador de San Petersburgo, Alexander Beglov, a los participantes, que tuvieron que afrontar tests PCR obligatorios, y fueron recibidos en los diferentes eventos por misteriosos instrumentos sanitarios innovadores, como una “bruma fría anti-covid”.
Pero los extranjeros que llegan a Rusia para asistir al foro descubren sorprendidos el ritmo de vida: ninguna distancia social, ausencia casi total de barbijos, terrazas, restaurantes y salas de espectáculo repletas, y fiestas nocturnas. Sin embargo el Covid-19 ha sido devastador estos últimos doce meses en Rusia, uno de los países más afectados y que registra miles de nuevos casos y centenares de muertos diarios. Aunque Rusia puede vanagloriarse de haber hallado rápidamente una vacuna, la vacunación es muy lenta, ya que su población es muy desconfiada ante el producto y las autoridades.
Pero el foro es uno de los primeros eventos internacionales de este tipo desde la aparición del Covid-19, que provocó la anulación de las habituales grandes citas globales.
El punto central será la presencia el viernes del presidente Vladimir Putin. Pero la corta duración del foro, del 2 al 5 de junio, ilustra tanto el riesgo sanitario como el deterioro de la imagen de Rusia en la escena internacional. La pandemia explica las ausencias, pero la verdad es que desde 2014, año en Rusia se enfrentó a Occidente con la anexión de la Península de Crimea, el foro ha visto cómo se reducía la lista de participantes, y disminuía el número de grandes contratos que ahí se negociaban.
En 2020, las inversiones directas extranjeras en Rusia fueron solamente de 1400 millones de dólares, el nivel más bajo desde 1994.
Aunque el PBI ruso no se ha visto demasiado afectado por el Covid-19 debido a confinamientos muy limitados en comparación con el resto del mundo, Rusia afronta el desafío de revitalizar su economía, estancada desde hace años. ”Putin quiere más inversiones extranjeras en Rusia” dice el presidente del grupo petrolero francés Total, Patrick Pouyanné.
Pero desde el inicio de las sanciones internacionales, las relaciones de Moscú con Occidente fueron empeorando, y con ellas los vínculos económicos y comerciales. Y las tensiones se agravaron con el encarcelamiento del opositor Alexei Navalny, y el endurecimiento de las leyes para controlar internet, los medios y las ONG extranjeras
Los participantes en el foro de San Petersburgo esperan que la reunión en Ginebra de Putin con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el 16 de junio, permita una cierta estabilización.
De momento, pocos líderes políticos están en este foro en la antigua capital imperial rusa. El emir de Qatar se limita a una aparición por video, debido al coronavirus, pese a que su país es el invitado de honor.
El foro de San Petersburgo supone también un ensayo antes de la copa UEFA de fútbol, ya que la ciudad va a acoger no menos de siete partidos así como a decenas de miles de aficionados a partir del 12 de junio.
Agencia AFP
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