Como en Uruguay, ¿por qué el dólar no para de caer en Brasil?
Este miércoles la moneda estadounidense cotizaba por debajo de los 5 reales, lo que no ocurría desde julio del año pasado; los factores que explican el fenómeno
- 5 minutos de lectura'
RÍO DE JANEIRO.- El real brasileño se apreció fuertemente frente al dólar en los últimos días y, en la mañana del miércoles, la moneda estadounidense cotizaba por debajo de los 5 reales, lo que no ocurría desde julio del año pasado. Hasta el cierre de este martes, el dólar ha caído 9,39% frente al real en el último mes, un fenómeno similar al del peso uruguayo, que continúa con su apreciación.
Pero, después de todo, con el riesgo de una guerra en Ucrania, la alta inflación en Brasil y la perspectiva de un mayor endurecimiento de las tasas de interés en Estados Unidos, ¿por qué sigue cayendo el dólar?
Estas son las razones de la caída del dólar en Brasil.
Rotación de los inversores
Desde principios de año, Brasil viene aprovechando una rotación de carteras de inversores internacionales.
Han estado buscando papeles de “valor”, como se conoce a las empresas con una historia más consolidada, incluidas las materias primas y los bancos, sectores con un fuerte peso en el índice brasileño.
La rotación se produce ante la perspectiva de un alza de las tasas de interés en Estados Unidos, lo que perjudica a los papeles de “crecimiento”, como se denomina a las empresas que apuestan por el crecimiento futuro. Estas acciones suelen ser las más afectadas por un entorno de tipos de interés elevados.
Hasta la sesión de negociación del 21 de febrero, la entrada de flujo extranjero en el segmento secundario B3, el de las acciones ya listadas, fue positivo en 56.760 millones de reales.
En enero, la Bolsa captó 32.490 millones de reales de inversionistas fuera de Brasil, el cuarto mes consecutivo de ingreso de fondos y la segunda mayor marca en un período de diez años.
Mayor interés en Brasil
La tasa de interés básica en Brasil, la Selic, está actualmente en 10,75% y es una de las más altas del mundo.
Con tasas de interés más altas, invertir en Brasil garantiza un mayor retorno financiero a los inversionistas en bonos de renta fija brasileños que en bonos de este tipo de otros países. El flujo de recursos externos al país ayuda a frenar la suba del dólar.
Inflación más alta de lo esperado
El miércoles por la mañana, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) publicó un resultado de inflación superior al esperado por los analistas.
Esto puede llevar al Banco Central de Brasil a subir las tasas de interés más rápidamente, a un nivel superior al esperado previamente por el mercado financiero, precisamente para contener el aumento de precios. Tasas de interés más altas podrían atraer más recursos al país, empujando al dólar a la baja.
La inflación de Brasil hasta mediados de febrero subió más de lo esperado hasta alcanzar el nivel más alto para ese mes en seis años, mostraron el miércoles las cifras oficiales, lo que indica que persisten las presiones inflacionistas en la mayor economía de América Latina.
El índice de precios al consumidor IPCA-15 subió 0,99% en el mes, por encima del incremento del 0,58% de enero y superando las previsiones de los economistas de un aumento de 0,85% en un sondeo de Reuters. La tasa anual de inflación a mediados de febrero subió al 10,76%, desde el 10,2% de mediados de enero, y muy por encima del objetivo de inflación de precios al consumo del 3,5% fijado por el Banco Central para finales de año.
Los precios de las materias primas, en alza
Los precios del petróleo y otras materias primas exportadas por Brasil han estado aumentando considerablemente desde el año pasado. El martes, el precio del contrato April Brent, referencia en el mercado internacional, se acercó a los 100 dólares.
Como Brasil es un gran vendedor de estos productos, precios más altos significan más ingresos para el país, es decir, más entrada de recursos, lo que lleva a una caída del dólar.
Refugio del riesgo geopolítico
En medio de la crisis en Ucrania, algunos analistas creen que Brasil puede haberse convertido, para los inversionistas que invierten en mercados emergentes, en una especie de refugio contra los riesgos geopolíticos.
Muchos de estos inversores globales, que compran activos de países emergentes en busca de un mayor rendimiento, han evitado a China en los últimos meses después de que el régimen de Xi Jinping lanzara una campaña regulatoria contra los gigantes tecnológicos locales.
A la hora de buscar nuevos destinos para sus recursos, estos inversores también evitan los países de Europa del Este y otros emergentes que podrían verse afectados por la escalada de tensiones entre Rusia y Ucrania. En este contexto, América Latina aparece como un lugar relativamente seguro, y el mercado más grande para el capital extranjero en la región es Brasil.
¿Hasta dónde caerá el dólar?
Un empeoramiento de la situación fiscal brasileña, con el gobierno de Jair Bolsonaro mostrando señales de que aumentará el gasto en año electoral, podría ser un freno a la caída del dólar.
Además, una subida más rápida de los tipos de interés en Estados Unidos o el empeoramiento de la crisis en Ucrania podrían llevar a los inversores mundiales a buscar inversiones más seguras, lo que reduciría el atractivo del real.
O Globo/GDA
Otras noticias de Brasil
Estados Unidos Cómo puede impactar en la Argentina y en el mundo la nueva era liderada por Donald Trump
Aliado estratégico. Lula se reunió con Xi Jinping y afianza su relación con China ante la llegada de Trump a la Casa Blanca
Peso internacional. Lula cerró el G20 con logros en la agenda social y volvió a proyectar a Brasil en política exterior
Más leídas de El Mundo
Nueva fase. El juego político en las potencias mundiales que explica la última escalada en la guerra de Ucrania
Tensión en Ucrania. EE.UU. y países europeos cierran sus embajadas en Kiev ante el riesgo de un “ataque aéreo significativo” de Rusia
Giro en la guerra. El mapa que muestra hasta dónde pueden llegar los misiles de largo alcance lanzados desde Ucrania hacia Rusia
Desregulación y ajuste. El abrupto giro a la derecha de Nueva Zelanda tras tener uno de los gobiernos más progresistas del mundo