“Comisarías ilegales”: investigan un oscuro plan de China para perseguir opositores al régimen en Europa y Estados Unidos
Tras las advertencias de una organización no gubernamental, varios gobiernos, desde Estados Unidos hasta Holanda, comenzaron a tomar medidas contra las “oficinas ilegales” de China en el extranjero; Washington habla de “escandalosas violaciones de la soberanía nacional”
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ÁMSTERDAM.- China podría haber instalado decenas de “comisarías en el extranjero” que los activistas temen que puedan utilizarse para seguir y acosar a los disidentes en otros países como parte de la campaña de represión que lleva a cabo Pekín, por lo que ya hay gobiernos que están investigando estas “oficinas ilegales”.
La organización no gubernamental Fundación Safeguard Defenders, con base en Madrid, publicó un informe el mes pasado llamado “110 fuera del país. La policía trasnacional china se volvió loca”, que se centró en las instalaciones oficiales chinas en el extranjero.
El reporte arrojó que los organismos policiales chinos habían establecido oficinas en 30 países y las utilizaban para perseguir objetivos políticos en el extranjero, incluso “en operaciones policiales encubiertas e ilegales en España”.
El objetivo de estos centros clandestinos es que el Partido Comunista de China reprima las críticas dentro de las comunidades de expatriados “tanto como lo ha hecho en su país durante tanto tiempo”, dijo la vocera de Safeguard Defenders, Laura Harth.
El gobierno holandés dijo esta semana que estaba investigando si dos de esas comisarías clandestinas -una en una oficina virtual en Ámsterdam y otra en una dirección física en Roterdam- se establecieron en Holanda.
“Estamos investigando las actividades de estos llamados centros policiales. Una vez que haya más claridad sobre el asunto, decidiremos la acción apropiada”, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda en un comunicado.
“Si los acontecimientos descritos en el informe de Safeguard Defenders amenazan con fortalecer la sensación de intimidación y amenazas entre la comunidad china holandesa, eso es algo malo, y el gobierno opina que se deben tomar medidas contra esto”, agregó el ministerio. “Lo que sí es cierto es que el gobierno chino nunca nos informó de los centros por vía diplomática, por lo que, para empezar, son ilegales”.
La investigación se produce después de que el medio holandés RTL Nieuws y el sitio web de investigación “Follow The Money” informaran de que dos oficinas de este tipo han llevado a cabo funciones, incluida la renovación a distancia de los permisos de conducir de ciudadanos chinos. Estos informes de noticias dicen que la operación en la capital holandesa ha existido desde 2018.
RTL Nieuws entrevistó a Wang Jingyu, un disidente chino, que dijo que los representantes de una de estas oficinas en Roterdam habían intentado presionarlo para que regresara a China, como parte de una amplia campaña de acoso.
Además de Holanda, otros gobiernos, como el de Irlanda, Estados Unidos y Canadá, han expresado su preocupación y han tomado medidas al respecto.
La semana pasada, un documento publicado por el tribunal de Brooklyn, Nueva York, expuso el posible caso de injerencia extranjera y acusó a siete ciudadanos chinos de llevar a cabo una campaña de acoso y vigilancia contra un residente de China en Estados Unidos para “provocar la repatriación forzosa de un ciudadano” chino.
“Como se alega, los acusados participaron en una acción policial unilateral y descoordinada en suelo estadounidense en nombre del gobierno de la República Popular China, en un esfuerzo por provocar la repatriación forzosa de un residente estadounidense a China”, declaró el fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York, Breon Peace. “Estados Unidos contrarrestará con firmeza estas escandalosas violaciones de la soberanía nacional y perseguirá a los individuos que actúan como agentes ilegales de Estados extranjeros”.
El texto también alega que uno de los acusados, Quanzhong An, que se encuentra detenido, operó desde Canadá y sugirió al hijo del ciudadano chino acosado que viajara a Toronto para discutir el asunto.
En tanto, el gobierno irlandés ordenó el cierre de una “comisaría” china en el centro de Dublín tras la presión ejercida por Safeguard Defenders, según reportó la BBC. El Ministerio de Asuntos Exteriores irlandés afirmó que ninguna autoridad china le había pedido permiso para instalar la supuesta comisaría.
El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, aseguró el jueves que “las autoridades de seguridad pública chinas observan estrictamente el derecho internacional y respetan plenamente la soberanía judicial de otros países”.
Un día antes, otro vocero del ministerio, Wang Wenbin, también negó que Pekín estuviera haciendo algo incorrecto.
“La acusación es simplemente falsa. Las autoridades chinas de seguridad pública están plenamente comprometidas con la lucha contra los delitos transnacionales de acuerdo con la ley, al tiempo que observan estrictamente el derecho internacional y respetan plenamente la soberanía judicial de otros países”, aseguró Wang en una conferencia de prensa.
Pekín ha defendido una política exterior más asertiva bajo el mandato del presidente Xi Jinping después de que a principios de este mes se viera a un manifestante de Hong Kong siendo arrestado al consulado chino en Manchester.
Los medios de comunicación estatales chinos informaron de que, desde abril de 2021 hasta julio de este año, se había persuadido a 230.000 ciudadanos para que volvieran a enfrentarse a procesos penales, según The New York Times.
Agencias AP y Reuters
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