16:00, sábado 23 de noviembre, Bogotá, Colombia: las protestas y cacerolazos empiezan a ser dispersados por las fuerzas antidisturbios. En medio del caos, Dilan Cruz, un joven manifestante, toma una bomba lacrimógena.
La agarra con su mano, protegida de un guante rojo y la devuelve a quienes la dispararon, los funcionarios del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). Y sale a correr. Cuatro segundos después, se escucha un disparo y Cruz se desploma en el piso; inconsciente, inmóvil.
Los diferentes videos publicados en las redes sociales muestran a decenas de personas rodeándolo, entre gritos de "le dispararon", "lo mataron", hasta que llegan paramédicos, que le practican reanimación cardiopulmonar.
Y sí, lo mataron. Cruz murió ayer víctima de las heridas. Pero antes pasó dos días en cuidados intensivos en un hospital de Bogotá donde ingresó con un trauma craneoencefálico y tras sufrir dos paros cariorespiratorios.
"Con pesar informarnos, que no obstante la atención brindada durante estos días, en nuestra Unidad de Cuidados Intensivos, Dilan Cruz, en razón a su estado clínico, acaba de fallecer. Nuestros sentimientos solidarios de pésame a su familia y personas cercanas a él", indicó el hospital en un comunicado.
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El estado de salud de Cruz puso en vilo a Colombia, luego de que el video de la agresión fuera ampliamente difundido en las redes sociales.
Su caso se suma a decenas de denuncias de abuso de la fuerza por parte de las autoridades durante las protestas que estremecen al país desde la semana pasada.
Símbolo de las protestas
Para cuando lo ingresaron, el joven de 18 años ya era un símbolo de las protestas en Colombia y este lunes en la noche su nombre se volvió tendencia global en Twitter.
Según medios colombianos, el joven tenía 18 años y era estudiante de bachillerato del Colegio Ricaurte, una institución pública en el centro de Bogotá de la que se habría graduado el mismo día que murió.
Las versiones de la prensa local indican que vivía en hogar de bajos ingresos con su madre, un abuelo y dos hermanas, una mayor y otra menor que él.
"Dilan vive, Dilan vive" es el grito de los compañeros de Dilan Cruz del Colegio Ricaurte, quiene avanzan en una movilización por la carrera séptima hacia el hospital San Ignacio. #24Novpic.twitter.com/0ZqqUCqF3d&— RicardoGonzálezDuque (@RicardoGonDuq) November 24, 2019
Una de ellas, que participó en el acto de graduación de este lunes en su nombre, lo definió como un "un hombre fuerte" e "inteligente" y que "como todo ser humano tiene sus errores".
Una fuente que lo conoció le contó al diario El Tiempo que era un joven muy alegre, que gustaba del voleibol y que era muy tranquilo.
Aunque uno de sus compañeros dijo a la prensa que Cruz protestaba porque le habían negado un crédito educativo, la institución señalada, el Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (Icetex), dijo no haber recibido tal solicitud.
Las versiones sobre el caso
Entre jueves y sábado, la secretaría de Salud ha registrado 351 manifestantes y 182 policías heridos. El ministerio del Interior reporta tres muertes. La de Dilan sería la cuarta.
El domingo, cientos de personas se reunieron a las afueras del hospital en una vigilia para manifestar apoyo al manifestante herido.
Decenas de miembros de la prensa se afincaron allí a la espera de los partes médicos.
Y en la esquina donde Cruz fue herido, en la calle 19 con carrera 4, una zona usualmente caótica del centro de la ciudad, ya hay velas, pancartas y grafitis en homenaje del joven estudiante.
Tanto la Procuraduría como la Defensoría del Pueblo abrieron investigaciones y manifestaron preocupación porque las fuerzas de seguridad impidan protestas pacíficas, alertaron del uso de la fuerza "desmedido" y pidieron el respeto de la Constitución, que garantiza que "toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente".
El presidente Duque, quien dijo haber ordenado una investigación para "esclarecer rápidamente lo sucedido y determinar responsabilidades", también se pronunció tras confirmarse el fallecimiento.
Lamentamos profundamente la muerte del joven Dilan Cruz. Expresamos nuestras sinceras condolencias a su mamá, su abuelo y sus dos hermanas. Reitero mi solidaridad con esta familia.&— Iván Duque (@IvanDuque) November 26, 2019
Otros dirigentes políticos, como la alcaldesa electa de la capital, Claudia López, y la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, habían visitado a la familia mientras el joven seguía hospitalizado.
Algunos simpatizantes del gobierno, como la senadora María Fernanda Cabal, señalaron a los padres como responsables: "Los menores de edad deben estar a esa hora en sus casas. Este joven está siendo instrumentalizado por adultos perversos para que les sirva de trofeo en su lucha revolucionaria".
Simpatizantes del gobierno publican el video en el que Cruz lanza la bomba lacrimógena como prueba, según argumentan, de que la respuesta del Esmad fue proporcional.
También denuncian una supuesta doble moral ante la falta de indignación social por la muerte de tres policías en un atentado el viernes a una Comisaría en el noreste del país, cuya relación con las protestas es desconocida.
Un símbolo
Pero más allá de los detalles y responsables, Dilan Cruz está por convertirse es un símbolo de las protestas. El caso recuerda, guardadas las proporciones, a los jóvenes que suelen dar nombre y apellido, causa y rostro, a los movimientos de protestas en América Latina y el mundo.
El país vivió sus últimas horas de vida pendiente su estado. Su caso le ha dado fuerza e inspiración al movimiento inédito que está ahora en las calles de Colombia.
BBC MundoTemas
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