Churchill quería invadir Rusia
Según documentos desclasificados ahora, el premier británico ordenó planear un ataque contra Stalin.
LONDRES.- La Segunda Guerra Mundial apenas había terminado en Europa cuando el primer ministro británico, Winston Churchill, ordenó a su gabinete de guerra que preparara un plan para atacar a la Unión Soviética.
El diario londinense The Daily Telegraph tuvo acceso a documentos recientemente desclasificados que trataban sobre la denominada "Operación impensable", un ataque planeado al detalle y que contemplaba incluso la participación de 100.000 soldados alemanes desertores, junto con medio millón de efectivos británicos y norteamericanos.
El plan le fue entregado a Churchill sólo un par de semanas después de la rendición de los alemanes en Europa, de acuerdo con estos documentos que permanecieron en secreto durante décadas, aseguró ayer el Telegraph.
El entonces primer ministro consideraba que un ataque de británicos y norteamericanos contra el ejército soviético no se iba a llevar a cabo, aunque ordenó preparar el plan porque temía que el líder soviético Josef Stalin no se sumaría a los acuerdos de las fuerzas aliadas, agregó el diario.
"El objetivo político es imponer en Rusia el deseo de Estados Unidos y del imperio Británico", precisó el informe de la "Operación impensable", entregado a Churchill el 22 de mayo de 1945 por el jefe de su gabinete de guerra, Hastings Ismay.
Algunos historiadores consultados por la prensa consideraron que los documentos habrían tenido un fuerte impacto en las interpretaciones rusas sobre los orígenes de la Guerra Fría.
"Los investigadores rusos podrán decir ahora que la posición soviética defensiva o desconfiada en relación con los aliados fue esencialmente correcta", declaró el profesor John Erickson, de la Universidad de Edimburgo.
Este historiador, un especialista en historia soviética, dijo que el informe era tan importante que le sorprendía que no hubiera sido destruido hace mucho tiempo.
La revelación justificó un largo debate que desarrollaron durante décadas los historiadores británicos sobre la existencia de planes en este sentido, pero la desclasificación de estos documentos es la primera prueba real de que existieron.
Documentos clasificados
Los papeles fueron descubiertos por un periodista de The Daily Telegraph que estaba rastreando documentos recién divulgados por la Oficina de Registros Públicos, encargada de publicar documentos que permanecieron clasificados (en secreto) durante décadas.
Los autores del plan habían previsto la fecha del comienzo de la tercera guerra mundial:el ataque debía concretarse el 1º de julio de 1945 por medio de un ataque por sorpresa de 47 divisiones británicas y norteamericanas desde Dresden y el Báltico.
La estrategia reflejaba la preocupación de Churchill acerca de que Polonia lograra un "trato justo" después de la guerra y contaba con que unas 10 divisiones polacas participaran de la ofensiva.
Pero los autores del plan advirtieron la superioridad numérica del ejército soviético e indicaron que no existía ninguna razón para pensar en el éxito de las fuerzas británicas y norteamericanas en una invasión a la Unión Soviética, algo que Adolf Hitler no había podido lograr.
"Un rápido éxito podría inducir a los rusos a someterse a nuestra voluntad al menos por el momento, pero también podría no suceder", advertía el plan de la "Operación impensable", según el Telegraph.
"Eso lo decidirán los rusos. Si quieren una guerra total, están en condiciones de tenerla", añadió el documento.
"No hay fuerza inherente en nuestra posición estratégica y debemos, de hecho, considerarlo todo, hasta la salida táctica de un gran combate", advertía.
El plan especulaba con que el temor a la "amenaza bolchevique" haría que los alemanes se sumaran a la ofensiva occidental.
Cuando las autoridades militares británicas vieron el plan, sugirieron que sería mejor que Gran Bretaña se concentrara en la defensa.
"No estamos en posición de lanzar una ofensiva con el objetivo de lograr un rápido éxito", explicaron los jefes militares en un informe entregado a Churchill el 8 de junio de 1945.
Ese mismo día el premier pidió al jefe de su gabinete de guerra que trazara un plan defensivo.