China estrecha el cerco sobre los extranjeros ilegales
El gobierno lanzó una campaña de 100 días para detectar residentes sin papeles en Pekín
PEKIN.- Dos videos circulan de forma viral en China estas últimas semanas. En uno se ve una discusión entre un ruso y una china en un tren. La china le pide que retire los pies del respaldo de su asiento y el ruso le responde con vulgaridades en mandarín. La pelea se resuelve con la intervención de la policía, mientras la china le grita que es una vergüenza para su país.
En el otro video, un británico parece intentar violar a una china, que llora desesperada. Un chino se le acerca y le asesta un golpe que lo deja inconsciente en la calle. El chino le grita entre muchas vulgaridades que el "extranjero" cree que viene hacer lo que se le da la gana a China.
Ambos videos se insertan en lo que se viene gestando desde hace ya un par de meses: una campaña contra los extranjeros ilegales.
La semana pasada, la policía anunció formalmente el inicio de "la campaña de los 100 días". Durante los próximos tres meses los extranjeros residentes en Pekín deberán estar listos para mostrar sus documentos en regla y comprobar la legalidad de sus actividades en el país. La campaña invita también a la población a denunciar a los extranjeros de los que sospechen que cometieron alguna de las "tres ilegalidades": entrar sin visa, no tener permiso de residencia y trabajar sin autorización.
Las campañas contra inmigrantes son comunes en varios países, en especial cuando los extranjeros pasan a ser un número importante dentro de la población local. Y China no es la excepción.
En la actualidad, según datos oficiales, son 600.000 los residentes extranjeros en China. Según Lin Song, un alto funcionario de la Oficina de Inmigración, la dependencia que tiene a su cargo la campaña, algunos de los que entran sin documentos terminan "cometiendo crímenes".
Meses antes de los Juegos Olímpicos en Pekín de 2008, los extranjeros fueron sometidos a una campaña similar que obligó a muchos a regresar a sus países. Se teme que esta nueva campaña está pensada como un escudo de protección justo antes del cambio de gobierno y los traspasos de poder dentro del Partido Comunista, en octubre próximo.
"Solo imagínense el pandemónium y las protestas que viviría el gobierno norteamericano si usara el mismo imaginario violento que China está usando en su campaña contra extranjeros ilegales", escribió el fotógrafo Tom Carter en la página Shanghaiist.
Como Carter, muchos extranjeros recibieron esta campaña de forma negativa, porque consideran que incita al nacionalismo e incluso al racismo. Los afiches y la línea telefónica para las denuncias son comparados con aquellos de la Revolución Cultural donde se invitaba a los chinos a denunciar ante las autoridades a sus vecinos e incluso a sus propios familiares.
Yang Rui, presentador del canal en inglés CCTV News, de la compañía estatal de televisión, escribió en Internet que si las autoridades quieren arrestar a los "vándalos extranjeros y proteger a las niñas inocentes, deben concentrarse en zonas de desastres en Wudaokou y Sanlitun", dos barrios favoritos entre la población internacional.
Yang Rui es famoso por su programa Dialogue, donde curiosamente entrevista a personalidades extranjeras, muchas de las cuales son, según escribió, "espías". Además, sostuvo que una buena cantidad de norteamericanos y europeos que no encuentran trabajo en sus países vienen a "robar" el dinero de los ciudadanos chinos.
"Ya expulsamos a esa puta extranjera de [el canal árabe] Al-Jazeera. Debemos silenciar a aquellos que demonizan a China", agregó en su arenga. Repudiado por chinos y extranjeros que lo tildaron de xenófobo, Yang Rui explicó luego que sólo se refería los extranjeros que delinquían.
La "puta" de Al-Jazeera era la periodista Melissa Chan, expulsada de China por informar sobre la estadía del activista Chen Guangcheng en el hospital de Chaoyang semanas antes de que fuera autorizado a partir rumbo a Nueva York. Varios periodistas extranjeros fueron interrogados por la policía por la misma causa.
La policía anunció que el británico del video era un turista con una visa legal y que está detenido. El ruso es un chelista de la Orquesta Sinfónica de Pekín. Aunque pidió disculpas públicas, fue expulsado por haber dañado "la reputación de la orquesta".
Los videos siguen siendo un tema habitual entre los usuarios de la popular red social Weibo. Muchos claman que esta "limpieza" era necesaria desde hacía años.
"Debemos dar nuestro apoyo. Hay muchos charlatanes extranjeros en China, pero el sistema y nuestra cultura permiten que los extranjeros se mezclen abiertamente en China y muchas niñas chinas están haciendo fila para ser absorbidas", escribió un usuario.