China arresta a una periodista de Australia y lanza una advertencia a los medios
PEKÍN.- En medio del deterioro de las relaciones entre China y Australia, que desde hace meses protagonizan una escalada de tensión por distintas políticas, hoy las autoridades del Partido Comunista confirmaron haber detenido a una periodista australiana por razones de "seguridad nacional".
La presentadora australiana Cheng Lei, que trabajaba para la cadena de televisión pública china CGTN, fue arrestada semanas atrás. Nacida en China, trabaja en el servicio en inglés de esta televisión desde 2012. Fue detenida en agosto por una razón que hasta ahora no había sido comunicada por las autoridades y su arresto marca un paso adelante en el desgaste del vínculo bilateral.
"En cumplimiento de la ley, los servicios competentes tomaron medidas recientemente contra la ciudadana australiana Cheng Lei, sospechosa de actos criminales que ponen en peligro la seguridad nacional", dijo el portavoz de la diplomacia china, Zhao Lijian. Asimismo aseveró que el caso "se está tratando conforme a la ley y garantizando por completo los derechos e intereses legítimos de Cheng".
La biografía y las emisiones de la trabajadora de prensa habían desaparecido de la página en internet de la televisión desde su arresto. Anteriormente, la mujer había trabajado nueve años en China para la televisora estadounidense CNBC.
Tras ello indicó que los periodistas extranjeros que trabajen en el país deben respetar las leyes locales. "Mientras los periodistas extranjeros respeten la ley (...) no tienen razones para preocuparse", agregó.
El anuncio se produce horas después de que dos reporteros australianos salieran de China por miedo a ser arrestados. Bill Birtles, corresponsal en Pekín de la cadena de televisión ABC, y Michael Smith, corresponsal en Shanghái de la Australian Financial Review (AFR), abandonaron el territorio la noche del lunes. Ambos pasaron cinco días bajo protección consular mientras Australia negociaba su salida.
Ayer también el Club de Corresponsales Extranjeros denunció que las autoridades chinas habían retrasado las renovaciones de las acreditaciones de varios periodistas extranjeros que trabajan para medios de Estados Unidos, en una aparente represalia a las medidas adoptadas en el país contra informadores del gigante asiático.
El deterioro del vínculo entre China y Australia cobró importancia durante la pandemia de coronavirus. Según denuncias, se registraron varios casos de discriminación hacia personas de rasgos asiáticos en Australia. Desde el 2 de abril, según una encuesta del think tank Per Capita publicada por el diario La Vanguardia, se documentaron 386 incidentes racistas, incluidos abusos físicos, episodios de intimidación o escupitajos.
Al ser notificado de esta situación, el gobierno comunista de China pidió a sus habitantes que vuelvan a considerar su decisión si tenían ganas de ir a estudiar al país de Oceanía. Antes, la administración del primer ministro australiano Scott Morrison había pedido una investigación independiente sobre el origen del Covid-19 en Wuhan, centro del país asiático. A ellos Pekín respondió con la disminución de importaciones y la imposición de ciertos aranceles.
El año pasado las relaciones entre ambas naciones sumaron intercambios comerciales cercanos a los 165.000 millones de dólares.
Agencias AFP y DPA
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