Chile sella un acuerdo político para impulsar un nuevo proceso constituyente
El órgano redactor del nuevo texto se llamará Consejo Constitucional; estará conformado por 50 miembros electos por la ciudadanía y contará con 24 expertos designados por el Congreso
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SANTIAGO.- Después de meses de intensas negociaciones, y tras el rechazo que recibió la primera propuesta en un referéndum celebrado el 4 pasado de septiembre, las fuerzas políticas chilenas alcanzaron un acuerdo transversal para impulsar un segundo proceso constituyente que derive en la elaboración de una nueva Constitución.
En un pacto fue celebrado por los sectores más moderados, los líderes de 14 conglomerados con representación parlamentaria firmaron un documento denominado “Acuerdo por Chile” en el que se estableció el mecanismo para elaborar la nueva Carta Magma, que buscará reemplazar a la que rige desde 1980 y que fue concebida durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Hemos dado un paso necesario y, espero, decisivo para avanzar en un nuevo Pacto Social por una mejor democracia, de más libertades, de más derechos sociales. Como Gobierno seguiremos colaborando y facilitando este proceso por el bien de Chile. pic.twitter.com/OTLr2f7R9b
— Gabriel Boric Font (@gabrielboric) December 13, 2022
Según acordaron oficialismo y oposición, la creación de la propuesta estará a cargo de tres nuevos órganos: un Consejo Constitucional, compuesto por 50 ciudadanos electos que serán elegidos en comicios fijados para abril; una comisión de 24 expertos designados por el Congreso la última semana de diciembre; y un Comité Técnico de Admisibilidad de 14 juristas que funcionará como “árbitro” de las bases constitucionales.
“Hemos dado un paso necesario y espero que decisivo para avanzar en un nuevo pacto social por una mejor democracia, de más libertades y de más derechos sociales. Chile no puede seguir esperando”, manifestó el presidente Gabriel Boric. “El pueblo de Chile nos ha dado una segunda oportunidad y tenemos el deber de estar a la altura aprendiendo de las experiencias recientes”, añadió el mandatario.
El proceso -que tendrá una duración de cinco meses- concluye con un plebiscito de salida el 26 de noviembre, que también contará con voto obligatorio.
“Para Chile y su ciudadanía implica el resultado de 100 agotadores días de negociaciones, un acuerdo entre los partidos políticos para generar un escenario que bloquea cualquier intento refundacional, pero también puede limitar el trabajo de una convención constitucional con una mayor orientación democratizadora”, dijo a LA NACION Claudio Elórtegui Gómez, académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
“De hecho, tal como su nombre lo señala, ahora el Consejo Constitucional estará tutelado por una estructura política previa y constante de expertos con poder de veto y tendrá una dinámica más similar al trabajo parlamentario, por lo que se pueden encender las alarmas de su legitimidad, aunque para ello se podrá argumentar que se utilizó el mecanismo electoral del Senado”, agregó el académico.
Aspectos claves
Dentro de los nuevos organismos, se acordó la creación de un nuevo Consejo Constitucional que estará compuesto por 50 personas elegidas por votación popular directa de acuerdo con el sistema electoral aplicable a las circunscripciones senatoriales, bajo sufragio universal y obligatorio, con listas abiertas compuestas por partidos o pactos de partidos, que podrán incluir a personas independientes. El quórum de aprobación de normas del Consejo Constitucional será de 3/5.
Además habrá otra instancia formada por 24 expertos, los que serán designados por el Congreso, tendrán participación vinculante y deberán elaborar un anteproyecto de nueva Constitución. Doce de ellos serán designados por la Cámara de Diputados y los otros doce por el Senado, en proporción a la representación de las fuerzas políticas y aprobada por 4/7 de los miembros en ejercicio de cada Cámara.
Con respecto al Comité Técnico de Admisibilidad, se determinó que será una instancia adicional de 14 juristas y seguirá con la misión de resguardar el cumplimiento de las 12 bases institucionales, las que fueron acordadas al inicio de las tratativas.
Ahora, y si el documento que emana de los convencionales no está en concordancia con el anteproyecto, los expertos tendrán la facultad de vetarlo. Por otra parte, y si la Convención insiste en su propuesta, para ser aprobada requerirá de un quórum de 3/5 de los integrantes.
En tanto, se garantizarán los escaños indígenas, que van a ser proporcionales a la votación de los pueblos originarios; como también la paridad del eventual órgano constituyente.
“Yo valoro el acuerdo al que se ha llegado. Creo que es importante que acá hay un aprendizaje de los procesos anteriores, en donde el órgano que tiene la soberanía es un órgano 100% electo, en donde el rol de los expertos va a cumplir un rol de asesoría y acompañamiento del proceso y donde confío también en la buena fe para arribar acuerdo”, indicó el presidente Gabriel Boric.
En tanto, desde los sectores más extremos del arco político hubo críticas a la propuesta y anunciaron su rechazo al acuerdo. “Esto es una Convención 2.0, hecha a imagen y semejanza, con algunos cambios evidentemente, maquillada. Se confirma que los seres humanos somos el único animal que comete el mismo error dos veces seguidas”, dijo Rojo Edwards senador del Partido Republicano, de extrema derecha. “El nuevo acuerdo de los partidos propone un órgano ilegítimo”, señaló Tania Madariaga, exconvencional de izquierda del movimiento Transformar.
Derrota de Boric
Para Kenneth Bunker, doctor en Ciencias Políticas de la London School of Economics, la mayoría de las fuerzas políticas chilenas “están de acuerdo con las reglas del juego” y el número de partidos parece ser “más transversal”.
“El documento también lo firma el Partido Comunista, que no firmó el primer acuerdo, así que están todos a bordo. Podrán criticarlo después, pero en el fondo lo que están diciendo es que esta era la mejor solución posible para seguir adelante con el proceso. Y es positivo porque ganan todos. Y es positivo porque se hizo desde el Congreso, que es donde tienen que discutirse este tipo de cosas con todos los actores políticos. Fue una mala idea que el Presidente jugara un rol, porque nadie se lo puede adjudicar, y ahora se reestablece el poder político representativo y gana el Senado, la misma institución que se quiso eliminar”, sostuvo el experto.
“¿Quiénes son los principales perdedores? Boric y el gobierno, porque empujaron por una cosa y terminaron haciendo otra. La posición de él era tener una Convención 100% elegida, empujó por eso desde el principio y no fue así. Ahora es un indicador de su debilidad actual porque no pudo manejar el tono del debate. Ahora lo que él necesita es no interferir más en el proceso constitucional que ya está en marcha y se tienen que hacer cargo de las urgencias de la gente como la crisis económica y la crisis de seguridad”, añadió Kenneth Bunker.
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