Chile empieza a reconstruir su futuro con la constituyente
Este domingo sesionará por primera vez la Convención que redactará una nueva Carta Magna. Los 155 representantes del órgano tendrán 9 meses -ampliables- para presentar un texto definitivo, que deberá ser ratificado en un plebiscito de salida
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SANTIAGO, Chile.- En un paso trascendental para el proceso transformador que se gestó con el estallido social de octubre de 2019 y que dio pie a una serie de hitos como un gran acuerdo político y un plebiscito nacional, Chile se prepara para el inicio de la Convención Constituyente, el órgano encargado de redactar el texto de una nueva Carta Magna.
Este domingo a las 10 de la mañana, y en una ceremonia que se realizará al aire libre en el edificio del Congreso Nacional de Santiago, los 155 integrantes que componen la asamblea -81 mujeres y 74 hombres, elegidos por los chilenos en las en mayo pasado- sesionarán por primera vez en medio de un clima de alta expectación.
“Las perspectivas son bastante altas no solo por el proceso de movilizaciones, sino que también por el contenido y por el debate que se va a dar dentro del proceso constituyente, y como se encauzarán gran parte las demandas que se vienen pidiendo desde hace mucho tiempo en Chile”, comentó Máximo Quitral, analista político y académico de la universidad UTEM.
Distribuida de manera paritaria entre hombres y mujeres, y con representación de los pueblos originarios mediante 17 escaños reservados, la Convención tendrá un plazo de nueve meses para redactar y proponer la nueva Carta Magna, aunque este tiempo puede ser prolongado por tres meses si los representantes lo consideran necesario. Una vez ratificado el texto final por los constituyentes, 60 días más tarde se realizará un plebiscito de salida -con voto obligatorio- para que los chilenos aprueben o rechacen la Constitución propuesta.
“La conformación del órgano es bien variada, muy heterogénea de los diversos sectores del país, y no sólo por la alta participación de independientes, sino por las distintas sensibilidades que la componen como el feminismo y ambientalismo, amparados bajo la critica al modelo neoliberal. Además surgieron nuevos liderazgos territoriales que fueron acogidos por los partidos políticos, pero muchos constituyentes sienten que se deben a sus asambleas, dejando de lado la intermediación de los bloques tradicionales”, opinó Raúl Elgueta, director del máster en Ciencias Sociales de la Universidad de Santiago de Chile (Usach).
Para la ratificación de las iniciativas que se discutan en la asamblea, éstas deberán contar con el acuerdo (quorum) de 2/3 de los integrantes (103 personas aproximadamente), lo que de alguna manera ya anticipa el carácter que predominará en el órgano. El hecho que ninguna fuerza política posea de manera aislada el control sobre un tercio de los convencionales, podría incentivar la negociación y limitar el hecho que algún bloque se atrinchere ante el efecto de quedar aislado del acuerdo.
“El aterrizaje de los nuevos constituyentes ha sido bueno y valorable con despliegue y trabajo, pero falta camino en cuanto a las posiciones que van a tomar. También creo que esta nueva instancia va a visibilizar otros rostros y otras voces lo cual creo que es sumamente favorable para el proceso democrático chileno”, dijo el analista Máximo Quitral.
En la antesala de dicha apertura, precisamente, ya se han generado algunos desencuentros entre los sectores políticos, que van desde la definición de los mecanismos de funcionamiento de la Convención y la elección de sus autoridades administrativas, o el propio papel de los pueblos originarios.
El rol del gobierno de Sebastián Piñera también ha recibido cuestionamientos, luego que el propio mandatario señalara que el órgano no podía “atribuirse el ejercicio de la soberanía” ni “asumir otras atribuciones que no le hayan sido expresamente conferidas”. De igual modo, La Moneda comprometió apoyo técnico, financiero y administrativo necesario para el funcionamiento de la entidad.
“Hay varias discusiones en torno a los modelos de constituciones que podrían emerger desde este órgano, partiendo si se va a tratar de un texto de carácter mínimo o uno con mayor extensión de derechos. Otro si se considerarán modelos más orientados hacia estados sociales, y no tanto de corte más liberal de derechos y garantías. Como sea, es un momento histórico para el país”, anticipó Raúl Elgueta, doctor en ciencia política.
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