Chile decreta el "estado de catástrofe" por el coronavirus y saca militares a las calles
LA NACION
SANTIAGO, Chile.- Con 238 personas contagiadas con coronavirus, de las cuales ocho se encuentran hospitalizadas, y el rápido avance de la enfermedad en Chile, obligaron al presidente Sebastián Piñera a tomar medidas más drásticas al decretar el estado de excepción constitucional de catástrofe en todo el territorio nacional.
"Como un país solidario, llamo a todos mis compatriotas a que, en estos tiempos difíciles, nos cuidemos entre todos. Este estado de catástrofe tendrá una vigencia de 90 días y tiene como objetivo anticiparnos, prepararnos para enfrentar las etapas que vienen en esta pandemia", dijo el jefe del Estado chileno en el Palacio de La Moneda.
La medida que se declara en casos de "calamidad pública", que incluye la colaboración de las Fuerzas Armadas y el despliegue de militares en las calles para resguardar el orden y la seguridad, comenzó a regir a las 0 de este jueves, e implica la restricción de reuniones en espacios públicos, y asegura la distribución de bienes y servicios básicos.
Asimismo, faculta al presidente para establecer limitaciones como de tránsito a través de toques de queda, de derecho de propiedad -como el cierre de tiendas-, e incluso contempla las requisiciones de bienes. Piñera designará mañana a un jefe de la Defensa Nacional, que tendrá una serie de competencias legales.
"Las facultades que otorga este estado de catástrofe y las medidas específicas que iremos adoptando se harán en función del conocimiento, la ciencia, la opinión de los expertos y según la evolución que este virus tenga en nuestro país", dijo Piñera, que además envió "un mensaje de tranquilidad a los chilenos".
"Si bien el estado de catástrofe no puede exceder 90 días, puede ser prorrogado si el presidente estima que se mantienen las circunstancias que motivaron su implantación", aclaró el abogado Gabriel Cisternas Zenteno.
Luego de las palabras del mandatario, los supermercados rápidamente se llenaron de público que realizó sus últimas compras a la espera que se decrete la cuarentena total y el tráfico en las calles aumentó de forma considerable.
El fenómeno se acentuó con el anuncio del ministro de Economía, Lucas Palacios, sobre el cierre de los centros comerciales a partir de mañana, tras reunirse con representantes del empresariado chileno. Abrirán sólo farmacias, supermercados y centros médicos. El cierre de locales pequeños quedará a criterio de sus dueños.
"En la realidad chilena un llamado a cerrar una ciudad hoy día significa inmediatamente un pánico y una carrera por el sobreabastecimiento que puede cumplir solo la gente que tiene mucho dinero en su bolsillo, significa mercado negro de productos, significa una serie de efectos adversos que hay que considerar en la realidad de la calle, de lo que uno ve, la ciudadanía real", dijo el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
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