Chávez quiere poner fin a la tradición de los nombres insólitos
Habrá una lista de 100 de dónde elegir
CARACAS.- Adiós Hengelberth, Maolenin, Kerbert Krishnamerk, Ghitanjaly, Yornaichel, Nixon y Yurbiladyberth. El mundo prolíficamente inventivo de los nombres para bebes en Venezuela podría estar a punto de llegar a su fin.
Si los funcionarios se salen con la suya, un proyecto de ley presentado la semana pasada prohibiría a los padres venezolanos darles esos nombres -y muchos otros- a sus hijos. La medida no sería retroactiva, pero los padres de los recién nacidos deberían limitarse a elegir de una lista de 100 nombres establecidos por el gobierno, con exenciones para los indígenas y los extranjeros. El proyecto ya ha provocado cierto escepticismo, incluso en los pasillos de la Asamblea Nacional.
"Quiero saber cómo definirían esos 100 nombres", dijo Jhonny Owee Milano Rodríguez, un congresista que representa al estado (provincia) de Cojedes. "Por ejemplo, ¿por qué no 120? El número me parece arbitrario."
Milano, de 55 años, dijo que su primer nombre, Jhonny, con esa ortografía, fue inspirado por el ambiente internacional de la ciudad petrolera del este de Venezuela donde nació. Owee, dijo, fue una inscripción errónea del registro de nacimientos, en vez de Oved.
El propósito de la ley, según el proyecto sometido por los funcionarios municipales, es "preservar el equilibrio y el desarrollo integral del niño" e impedir a los padres darles a los recién nacidos nombres que puedan exponerlos al ridículo o que son "extravagantes o difíciles de pronunciar en el idioma oficial", es decir, el español.
La ley también apunta a impedir nombres que "generen dudas" sobre el género del portador.
Algunos de los colegas de Milano en la Asamblea Nacional, que está controlada por partidarios del presidente Hugo Chávez, tienen nombres como Iroshima Jennifer Bravo Quevedo, Earle José Herrera Silva y Grace Nagarith Lucena Rosendy. Son ellos los que deben aprobar el proyecto para que se convierta en ley.
En otros países latinoamericanos también se ven nombres fantasiosos. Honduras tiene nombres como Ronald Reagan, Transfiguración y Compañía Holandesa, según el periódico El Heraldo . En Panamá, los medios locales informaron este año que hubo intentos de cambiarse el nombre de personas llamadas Esthewoldo, Kairovan y Max Donald.
Pero la tradición de los nombres venezolanos supera la de sus vecinos, según afirman los propios venezolanos. Haynhect, Olmelibey, Yan Karll y Udemixon, entre otros, son nombres conocidos en Venezuela, según una lista compilada por el novelista Roberto Echeto.
Otros nombres son fáciles de pronunciar en inglés, como Kennedy o John Wayne, o en ruso, como Pavel o Ilich, y reflejan la influencia de la era de la Guerra Fría.
Los registros municipales donde los padres inscriben a sus hijos se han transformado en foros de discusión sobre las posibles restricciones.
"Los hijos de mi prima se llaman Keiserlin, Jeiserlin, Keifel, Yurubi, Arol Kiling", dijo Leidy Marrero, una contadora de 29 años. Marrero llamó a su hija recién nacida Mariangela, una combinación de María y Angela. "Es una cuestión de gusto", dijo, en una entrevista realizada en el registro civil del distrito San Bernardino de Caracas, para explicar su oposición a la medida. "Es un derecho de los padres."
Algunos padres ejercen ese derecho de manera más liberal que otros. Una búsqueda en los padrones electorales revela que hay más de 60 personas en edad de votar que llevan el nombre Hitler, incluyendo a Hitler Adonys Rodríguez Crespo; ocho, el nombre Hochiminh, entre los que se cuenta Hochiminh Jesús Delgado Sierra, y seis, el nombre Eisenhower, incluyendo a Dwight Eisenhower Rojas Barboza.
Los nombres inusuales de Venezuela revelan respeto y cierto sentido del humor, pero el asunto se ha convertido también en un tema político, debido a la tendencia de Chávez a dar nuevos nombres a las cosas. Los críticos de la ley alegan que sólo aumentaría la influencia del gobierno, permitiendo que irrumpa en un terreno que tiene que ver con el gusto de los padres.
Una de las primeras decisiones del presidente fue cambiar el nombre del país, que pasó de ser la República de Venezuela a ser la República Bolivariana de Venezuela. Parte de la avenida Páez ha sido rebautizada avenida Teherán como gesto hacia Irán. La moneda, el bolívar, empezará a llamarse "bolívar fuerte" a partir del año próximo.
En un editorial, el periódico El Nacional describió la nueva ley como "maliciosa".
Las autoridades todavía pueden ceder ante la voluntad pública. Germán Yepez, funcionario del Consejo Electoral Nacional, dijo que la medida surgió por la aparición de niños llamados Superman o Batman. Sin embargo, admitió en declaraciones radiales que le parecía bien que hubiera "esa clase de reacciones y sugerencias positivas".
No todos están en contra de la ley. Temutchin del Espíritu Santo Rojas Fernández, un programador de computación de 25 años, explicó que su primer nombre había sido inspirado por el nombre de Genghis Khan, que suele escribirse Temujin en inglés. Dijo que frecuentemente tenía que corregir la ortografía de su nombre en los documentos oficiales.
Y en Venezuela, donde las autoridades impositivas exigen el nombre y el número de documento de identidad en cada compra que exija factura, pronunciar y deletrear cada vez un nombre como Temutchin del Espíritu Santo puede resultar muy cansador, agregó Rojas. "Con un nombre tan complicado, uno pierde mucho tiempo", dijo.
"También crea problemas sociales. No todo el mundo puede pronunciar ese nombre. Siempre tengo que decirlo cinco veces y deletrearlo por lo menos dos veces."
Traducción: Mirta Rosenberg
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