
Cayó un capo de la droga
Ex militar: el narco colombiano Justo Pastor Perafán se había convertido en el traficante más buscado en su país; afronta cargos en Estados Unidos, Costa Rica e Italia.
BOGOTA, 18 (EFE).- El presunto narcotraficante colombiano Justo Pastor Perafán, detenido hoy en la ciudad venezolana de San Cristóbal, es un acaudalado ex militar y ex panadero que se había convertido en el "capo" más buscado de su país desde la desarticulación de la jefatura del cartel de la cocaína de Cali.
El Gobierno colombiano ofrecía una recompensa de 500 millones de pesos (474.225 dólares) por informes que permitieran la captura de Perafán, quien fue condecorado por el Congreso colombiano en 1994 como reconocimiento a sus actividades industriales.
El supuesto traficante de drogas era buscado afanosamente desde mayo de 1996, cuando la Fiscalía General de Colombia emitió una orden de arresto para que compareciera en una causa por enriquecimiento ilícito.
Pese a afrontar cargos por narcotráfico en Costa Rica, Estados Unidos e Italia, la justicia colombiana sólo tiene indicios, que aún investiga, de la vinculación de Perafán con esa actividad ilegal.
Las autoridades policiales consideran a Perafán como el jefe de un cartel de las drogas que actuaba en la capital colombiana y en el departamento del Cauca, en el sur del país.
El supuesto "capo" detenido en Venezuela era muy conocido en la alta sociedad y en círculos políticos de Bogotá, por los que se paseaba como un próspero empresario.
Para sus fastuosas fiestas solía contratar a cantantes y grupos del espectáculo de trayectoria internacional, de las que quedaron diversos vídeos decomisados por las autoridades que dejaron en evidencia sus importantes relaciones sociales.
Vínculos
Los vínculos del presunto "capo" con las campañas electorales en su país tuvieron su primer efecto el pasado mes de marzo, cuando cayó el entonces ministro de Defensa, Guillermo Alberto González.
Un cheque por 2800 dólares que Perafán entregó a la campaña al Congreso de González en 1989 precipitó la renuncia del ministro, quien alegó que el hoy acusado no era implicado en asuntos de narcotráfico en aquella época.
Tras la detención de los principales líderes del cartel de Cali, los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, y la entrega o encarcelamiento de los otros cinco jefes de ese grupo criminal, Perafán era el hombre más buscado de Colombia.
El ex sargento y ex panadero fue entonces durante el último año el objetivo de la fuerza militar y policial de élite creada por las autoridades de Colombia para desarticular los cárteles locales.
De 50 años, con seis esposas o compañeras conocidas públicamente y padre de diez hijos, Perafán logró crear un conglomerado empresarial relacionado con los sectores del turismo, la exportación de café y las industrias de la construcción y la siderurgia.
Tanto las mujeres como sus descendientes aparecen en los directorios de las compañías de Perafán, reunidas en una estructura integrada por las sociedades Colombian Hotels, Coexcafé, Inpehi Ltda., ATJ Construcciones y Siderúrgica Zipaquirá.
"Tenía aspiraciones grandes", dijo de Perafán el subdirector de la Policía Nacional, general Luis Ernesto Gilibert, quien, con el director de la institución, general Rosso José Serrano, creía inminente la caída del presunto narcotraficante.