Caso testigo: las cifras de un país europeo que alimentan el optimismo científico para frenar la variante delta
Los expertos en Gran Bretaña consideran crucial una elevada tasa de vacunación y los cuidados de la población con barbijos y distanciamiento
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LONDRES.- Tras el reciente aumento de casos de Covid-19 en el Reino Unido, los médicos y científicos manifiestan un creciente optimismo sobre la efectividad de un elevado nivel de vacunación, sumado a los cuidados de la población, para frenar el avance de la supercontagiosa variante delta.
Aunque el número de contagios va en aumento, después de que el primer ministro Boris Johnson levantara casi todas las restricciones sanitarias, a mediados de julio, las hospitalizaciones están descendiendo y los fallecimientos son apenas una fracción de los niveles que se vieron en fases anteriores de la pandemia, según los más recientes datos oficiales, de las dos primeras semanas de agosto.
El Reino Unido experimentó la ola de contagios de la delta mucho antes que otros países occidentales y logró una cobertura de vacunación más amplia que muchos de sus pares, entre ellos Estados Unidos. Por eso el Reino Unido es un excelente caso testigo sobre la efectividad de la vacuna para relegar al Covid-19 a la misma categoría de muchas otras afecciones respiratorias comunes. Además, el gobierno británico publica una cantidad de datos muy significativa, lo que hace posible un seguimiento muy certero del rumbo de la pandemia.
Entre el 90% y el 94% de los adultos británicos tienen algún grado de inmunidad contra el coronavirus, o porque ya se vacunaron con una o dos dosis, o porque ya cursaron la enfermedad. Y los científicos están seguros de que esos elevados índices de inmunización tienen que ver con el freno de nuevos casos y el descenso de las internaciones y los fallecimientos, aunque también pueden estar contribuyendo las vacaciones escolares, el clima cálido del verano boreal y otros factores.
La prueba de fuego será la llegada del otoño en el hemisferio norte, cuando reabran las escuelas y las bajas temperaturas empujen a la gente a los interiores, donde el virus se propaga con mayor facilidad: la gravedad y extensión que tendrá el rebrote invernal es difícil de prever.
“Doy por hecho que habrá un aumento de casos, es inevitable”, dice Tom Wingfield, especialista en enfermedades infecciosas de Liverpool, Inglaterra. “La pregunta es cuánto aumentarán y cómo afectará eso los índices de internación.”
Este martes, el promedio semanal de nuevos contagios en el Reino Unido se ubicó en 28.007, un descenso del 41% respecto del pico de casi 48.000 casos registrado hace tres semanas. Pero promedio semanal creció durante cinco días consecutivos y hoy supera el promedio a 14 días, señal de que los contagios están nuevamente en alza, después de un largo periodo de descenso.
Por ahora ese repunte de casos es pequeño, de apenas el 7% desde que se revirtió la tendencia. Los epidemiólogos dicen que en esta fase de la pandemia esas fluctuaciones son esperables, ya que la vacunación empuja los contagios hacia abajo y la creciente interacción social los empuja hacia arriba.
Los datos del Reino Unido resaltan la eficacia de las vacunas para limitar los cuadros graves y la muerte. El 59% de la población total y 75% de los adultos están completamente vacunados, frente al 50% y el 61% de Estados Unidos respectivamente.
El pico de internaciones en un solo día durante el mes de enero fue de 4200 casos, mientras que en julio no superó las 900 y tuvo un promedio de 760, según los datos más recientes. Esa cifra sigue en descenso. En enero el pico de fallecimientos fue de 1200 en un día, y actualmente el promedio es de alrededor de 90 por día.
Los datos compilados por Google sugieren que muchas británicos han decidido seguir el consejo del primer ministro Johnson de seguir cuidándose a pesar del levantamiento de las restricciones. En estas últimas dos semanas, las salidas a restaurantes, centros comerciales y espacios recreativos, como los cines, estuvieron un 7% por debajo de los niveles prepandémicos. El uso del transporte público es un 30% más bajo. La asistencia a lugares de trabajo sigue un 40% debajo de los niveles prepandémicos.
Alrededor del 70% de los británicos sigue usando barbijo en lugares públicos, según una encuesta de YouGov PLC, un porcentaje que no ha cambiado mucho desde el año pasado. En Estados Unidos, menos de la mitad de los encuestados por YouGov dicen usar barbijo, muy por debajo del 80% de fines del año pasado.
Paul Hunter, epidemiólogo y profesor de medicina de la Universidad de East Anglia, cree que el Reino Unido se está acercando a un estado de “equilibrio endémico”, un cuadro de situación donde la vacunación hace improbable que el virus alimente nuevas oleadas fuertes, pero donde aún puede causar brotes esporádicos, especialmente en las regiones del país con menores índices de vacunación.
Descensos
Los científicos de la Unidad de Bioestadística del Consejo de Investigación Médica de la Universidad de Cambridge estiman que la tasa de mortalidad por infección de Covid-19 -la proporción de infectados que mueren- ha caído al 0,14% en el Reino Unido, desde un máximo del 1,86% registrado en enero, cuando la pandemia estaba en su punto de mayor virulencia. Para los mayores de 75 años, que tienen más riesgo de desarrollar una enfermedad grave que los grupos etarios más jóvenes, la tasa estimada de mortalidad por infección ha disminuido al 2,3%, mientras que en enero se ubicaba cerca del 20%.
Los datos muestran que durante la oleada actual de Covid-19 aumentó proporcionalmente la cantidad de jóvenes que debieron ser internados por la enfermedad. Las cifras del Servicio Nacional de Salud estatal del Reino Unido muestran que el 21% de las hospitalizaciones en la semana que concluyó el 1 de agosto fueron de pacientes de 18 a 34 años, mientras que en enero ese grupo etario representaba apenas el 5%.
Aunque los estudios han demostrado que la delta es más transmisible que las variantes anteriores del virus y que genera mayor riesgo de hospitalización, los científicos dicen que no hay evidencia de que la variante sea más peligrosa para los jóvenes que para las personas mayores. El aumento de hospitalizaciones entre los jóvenes es fiel reflejo de los patrones de vacunación, ya que se dio prioridad a los grupos de mayor edad. Además también tienden a socializar más y por lo tanto corren mayor riesgo de contagiarse.
“No creo que la delta tenga predilección por los jóvenes”, dice Aziz Sheikh, director del Instituto Usher, la facultad de medicina de la Universidad de Edimburgo.
Kamlesh Khunti, médico y profesor de medicina vascular en la Universidad de Leicester, dice que ahora los pacientes de Covid-19 en su distrito son más jóvenes y se recuperan rápidamente. Algunos fueron ingresados por otra razón y fueron diagnosticados con Covid-19 ya en el hospital, dice Khunti.
“Las tasas de recuperación son mejores”, señala Khunti, y agrega que los pacientes más enfermos tienden a ser aquellos con alguna condición de salud subyacente que complica los síntomas.
The Wall Street Journal
Traducción de Jaime Arrambide
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