Carlos III sigue su gira por el Reino Unido y llega a Irlanda del Norte, donde reina una frágil paz
El nuevo monarca continúa su primer viaje oficial por las cuatro naciones, mientras el féretro con los restos de Isabel II pasa este martes sus últimas horas en Escocia, antes de ser trasladado a Londres
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BELFAST.– Carlos III llegó hoy a Belfast, acompañado de la reina consorte Camila, para una nueva y delicada etapa –tras la de Escocia– de la gira emprendida en las cuatro naciones del Reino Unido para presentarse en el nuevo rol de soberano tras el fallecimiento de su madre, la reina Isabel II.
Formalmente, el motivo del viaje es recibir las condolencias oficiales de los representantes locales y testimoniar su compromiso conciliador a favor de la unidad del país frente a los sobresaltos y tensiones históricas o recientes.
A diferencia de las demás naciones, en Irlanda del Norte la paz data solo de 1998 y sigue siendo frágil. Profundamente devotos de la reina fallecida el jueves, los unionistas norirlandeses, protestantes, temen que su causa, la pertenencia al Reino Unido, se vea debilitada en un contexto político alterado por la salida de la Unión Europea, y por el avance de los nacionalistas republicanos y católicos, partidarios de la reunificación con la vecina Irlanda.
Carlos III se reunirá con representantes de la región en el Castillo de Hillsborough, en el sur de Belfast –a donde ingresó hoy acompañado del disparo de 21 salvas de cañón y el izado del estandarte real junto a la Union Jack, la bandera británica– y asistirá a un servicio religioso anglicano en memoria de la reina al que asistirán incluso representantes republicanos, que se han sumado a los elogios a la monarca, aparcando las diferencias históricas.
”Reconozco que fue una líder valiente y amable”, dijo el lunes Michelle O’Neill, la vicepresidenta del Sinn Fein, antigua vitrina política de la organización armada católica norirlandesa IRA (Ejército Republicano Irlandés). Sin embargo, no podrá reunirse con el jefe del gobierno regional porque las desavenencias entre los representantes políticos de ambas comunidades han impedido elegir uno desde las elecciones de mayo.
Marina Reid, de 54 años, residente de Shankill Road, barrio unionista de Belfast, señala unas informaciones que provocado ira entre su comunidad sobre un grupo de republicanos que celebró con fuegos artificiales y canciones el fallecimiento de Isabel II, el jueves a los 96 años.
”Eso lo dice todo sobre el respeto que recibimos por su parte en estos tiempos de duelo”, indicó a la AFP.
Esas informaciones, que la policía norirlandesa está investigando, no son representativas de la respuesta general de la comunidad republicana norirlandesa. Sin embargo, hay un aparato de seguridad más sustancial que en otros lugares, con francotiradores de las unidades especiales de la policía apostados en los techos de varios edificios con el fin de proteger la procesión real.
Carlos ya ha estado en Irlanda del Norte en los últimos años, como heredero al trono, asistiendo, entre otras cosas, a varios eventos de reconciliación.
Frágil paz
O’Neill, quien debe convertirse en la nueva primera ministra de la región, también alabó “la importante contribución que hizo la reina Isabel para lograr la paz y la reconciliación entre las diferentes tradiciones de nuestra isla y entre Irlanda y Gran Bretaña durante los años del proceso de paz”.
I want to acknowledge the grief of the family of Queen Elizabeth II & also those from the Unionist community
— Michelle O’Neill (@moneillsf) September 9, 2022
Queen Elizabeth worked to build peace between our islands, & to further reconciliation between all our people
We must continue to work together to build a better future pic.twitter.com/uFeCVmXd6W
Unionistas protestantes y republicanos católicos se enfrentaron durante tres décadas en un violento conflicto que dejó unos 3500 muertos e implicó a grupos armados de ambas partes, así como al ejército británico.
Tras el Acuerdo de Paz del Viernes Santo de 1998, el Sinn Fein, exbrazo político del Ejército Republicano Irlandés (IRA), fue legalizado y en las últimas elecciones regionales se alzó por primera vez en la historia con la mayoría en el Parlamento autónomo regional.
El acuerdo de paz impone que unionistas y republicanos compartan el poder, por lo que el viceprimer ministro debería pertenecer al Partido Democrático Unionista (DUP).
Sin embargo, iracundo por las disposiciones especiales negociadas entre Londres y Bruselas en el marco del Brexit, que imponen controles aduaneros entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, el DUP bloquea desde hace meses la formación de gobierno.
Mayoría católica
Carlos III se reunirá este martes con los líderes políticos de la región en el Castillo de Hillsborough.
Recibirá condolencias respetuosas de unionistas y republicanos. Pero, con su ascensión al trono, estos últimos ven un poco más cerca su sueño de salir del Reino Unido para reunificarse con la vecina República de Irlanda.
El rey asistirá también a un oficio religioso, concebido para protestantes y católicos así como otras confesiones, en que también participarán el presidente, el primer ministro y el canciller de la República de Irlanda.
Por primera vez en sus 101 años de historia, la población de una región que fue históricamente bastión protestante avanza hacia una mayoría católica, como se espera que demuestre el próximo censo.
El Sinn Fein se niega a reconocer la autoridad de la monarquía británica en Irlanda del Norte y O’Neill se ausentó el domingo del acto de proclamación del nuevo rey en Hillsborough.
Por su parte, los “unionistas se sienten desestabilizados en término de identidad, desestabilizados sobre su lugar en el Reino Unidos tras el Brexit”, dice a la AFP Dierdre Heenan, politólogo de Ulster University. ”La muerte de la reina es otro golpe a su confianza y a su identidad. Por supuesto abrazarán al nuevo rey, pero son conscientes de que esto puede provocar un terremoto” en una región de por sí inestable.
Traslado del féretro a Londres
Entretanto el féretro con los restos de Isabel II pasará este martes sus últimas horas en Escocia, la región que tanto amó, antes de ser trasladado a Londres, para seis días de homenajes antes de sus funerales el lunes.
El ataúd de la reina saldrá por la tarde de la catedral de Edimburgo rumbo al aeropuerto para su traslado a Londres, junto a su hija, la princesa Ana.
Durante la noche, reposará en el salón Bow Room del Palacio de Buckingham rodeada de los suyos, y el miércoles por la tarde se instalará en Westminster Hall, la sección más antigua de la sede del Parlamento británico.
Se espera que cientos de miles de personas desfilen por la capilla ardiente de la reina en la capital británica, y el gobierno avisó este lunes de que la gente podría tener que llegar a pasar la noche de pie, en la cola, para verla.
Agencias AFP y ANSA
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