Capturan a Otoniel, el principal capo del narcotráfico en Colombia
Es el jefe máximo de la organización criminal Clan del Golfo, dedicada al tráfico de cocaína; lo perseguían desde hace más de una década
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BOGOTÁ.- En la tarde de este sábado las autoridades colombianas confirmaron la captura de Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, considerado el jefe máximo de la organización criminal Clan del Golfo, dedicada al tráfico de cocaína, y por quien Estados Unidos ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares.
“Este es el golpe más duro que se le ha propinado al narcotráfico en este siglo en nuestro país y es solamente comparable con la caída de Pablo Escobar”, aseguró el presidente Iván Duque al confirmar la detención.
Le informamos a Colombia la captura de Dairo Antonio Úsuga, alias 'Otoniel', máximo cabecilla del Clan del Golfo, uno de los criminales más buscados por la justicia a nivel nacional e internacional. pic.twitter.com/CHVJasS3Eo
— Iván Duque 🇨🇴 (@IvanDuque) October 23, 2021
Otoniel, de 49 años, fue capturado en el municipio de Necoclí, donde lo hallaron tras una operación conjunta de la policía y el Ejército. El líder narco es trasladado a Medellín.
“Reconocimiento especial a Fuerza Pública por la captura de Otoniel, jefe máximo del Clan del Golfo”, expresó el alto consejero presidencial, Emilio Archila. La caída del jefe de la banda narco más grande de Colombia representa el principal golpe del gobierno de Iván Duque al crimen organizado en el país que más exporta cocaína en el mundo.
La operación contra Otoniel se da luego de un consejo de seguridad que presidió este viernes Diego Molano, ministro de Defensa, que viajó a la zona para finiquitar los detalles del trabajo conjunto que, finalmente, se desarrolló en la mañana de este sábado. El capo fue capturado en Necoclí, uno de sus principales fortines de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocida como Clan del Golfo, cerca de la frontera con Panamá.
La organización ha sido diezmada por una serie de golpes de las autoridades contra el círculo cercano del capo, que se ocultaba durmiendo en la selva y sin usar teléfonos, según la policía. En 2017, Otoniel había anunciado su intención de llegar a un acuerdo para someterse a la Justicia.
Úsuga, perseguido durante más de una década, era el último gran heredero de los viejos grupos “paras” desmovilizados durante el gobierno de Álvaro Uribe.
Otoniel -cuya vida se movía entre los lujos y excesos de los grandes capos y la persecución intensa que lo obligaba a no dormir más de unas pocas noches en el mimo sitio, usualmente en la selva- representaba la tercera línea de comando en la banda que creó, en pleno proceso de paz, alias Don Mario. Él, hermano del jefe paramilitar Freddy Rendón Herrera, fue capturado y terminó extraditado. Y su banda, la única de la etapa postparamilitar que siguió conservando el poder militar y la influencia criminal de los antiguos grupos, pasó entonces a manos de Juan de Dios Úsuga, alias Giovanny, hermano mayor de Otoniel.
Juan de Dios cayó muerto en una milimétrica operación de la Policía en Urabá la noche de Año Viejo del 2010. Desde entonces la banda estuvo en manos de su hermano. Ese grupo ilegal, dedicado única y exclusivamente al narcotráfico y considerado un gran cartel, se conoce hoy como el clan del Golfo. Pero en realidad se hacían llamar los Urabeños y, en un plan para darse una falsa apariencia de organización política, circulaban panfletos y grafitis en los que aparecían como Autodefensas Gaitanistas de Colombia.
Úsuga era el narcotraficante más buscado en el país. De hecho, las autoridades colombianas ofrecían una recompensa de 3000 millones de pesos colombianos (800.000 dólares) por información que facilitara su ubicación y captura.
El Tiempo/GDA
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