Camilla y Kate Middleton homenajean a Isabel II en su primera cena de gala como reina y princesa de Gales
Las mujeres de la familia real británica han lucido joyas que pertenecieron a la fallecida monarca en el primer banquete en el palacio de Buckingham desde 2019
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MADRID.- El palacio de Buckingham recibió este martes el primer banquete de gala desde la proclamación de Carlos III y Camilla como reyes tras la muerte de Isabel II el pasado septiembre. Una cita muy esperada, puesto que es el primer convite oficial que se realiza desde 2019, cuando Donald y Melania Trump visitaron a la reina en palacio. Carlos III, acompañado de la reina consorte, los príncipes de Gales y los condes de Wessex, recibieron la visita de Estado del presidente de Sudáfrica, Cyrul Rampahosa, y de su esposa, Tshepo Motsepe. Pero la atención, con sus impresionantes tiaras y estilismos, la acapararon Camilla y Kate Middleton al rendir homenaje a sus predecesoras: la reina Isabel y la princesa Diana.
La reina consorte lució un vestido azul de manga larga con encaje — creación del diseñador Bruce Oldfield—, acompañado de una tiara, con collar, brazalete, anillo y pendientes a juego de diamantes y zafiros propiedad de Isabel II, que la difunta monarca llevó por última vez en 2015. Precisamente fue para una ocasión muy parecida a esta, una visita del presidente de China, Xi Jinping, a Londres. Anteriormente, también lo lució en una visita oficial a Singapur en 1989. El conjunto, conocido como King George VI Victorian Suite, tenía un valor muy especial para Isabel II, ya que fue un regalo que le hizo su padre, el rey Jorge VI, con motivo de su enlace con Felipe de Edimburgo en 1947. Además, el estilismo estaba acompañado de dos importantes distinciones: la banda azul de la Orden de la Jarretera, la distinción más importante del Reino Unido; así como la estrella y la banda de la Gran Cruz de la Real Orden Victoriana.
Había mucha expectativa por saber cuál sería el estilismo y la tiara que elegiría la flamante princesa de Gales para su puesta de largo. Aunque muchos expertos apuntaban a que Kate podría estrenar una nueva diadema, finalmente volvió a lucir una de sus favoritas: la Cambridge Lover’s Knot. Se trata de una tiara que se ha asociado siempre a su predecesora, la princesa Diana, y que, además, ya ha sido una de las preferidas de Kate durante la década en la que ha ejercido como duquesa de Cambridge. La Lover’s Knot, una tiara cómoda y muy liviana, era la que más usaba la madre de los príncipes Guillermo y Harry, y tras su fallecimiento se decidió guardar en el joyero real. Hasta que, en 2015, Kate decidió desempolvarla y volver a utilizarla. La impresionante tiara tiene más de un siglo de antigüedad, ya que fue encargada en 1913 por la reina María, esposa de Jorge V y abuela de Isabel II, para replicar otra propiedad de su abuela, la princesa Augusta de Hesse.
Kate acompañó las joyas con un vestido blanco con capa y pedrería —diseñado por la británica Jenny Packham, una de sus diseñadoras de cabecera para las grandes ocasiones— y que está valorado en más de 5.000 euros. Lo acompañó con unos pendientes, que también pertenecieron a la princesa Diana, de perlas y diamantes de los Mares del Sur y un brazalete de perlas que perteneció a la reina Isabel. Completó el estilismo con la orden de la familia real y la estrella, además de la Gran Cruz de la Orden Real Victoriana. Tampoco faltó su anillo de pedida, el mismo que usó la princesa Diana al comprometerse con Carlos de Inglaterra.
La reina y la princesa de Gales no fueron las únicas en rendir homenaje a la monarca. La condesa de Wessex, Sofía, fue otra de las integrantes de la familia real británica que asistió al banquete y que decidió vestir con joyas que habían pertenecido a Isabel II. La esposa de Eduardo, el hijo menor de la reina, lució el collar y los pendientes de diamantes tipo candelabro que solía utilizar la reina en los banquetes de gala. En 2019, la monarca se los prestó a su nuera y, aunque siguen formando parte del joyero real, podrían ser ya un préstamo continuo. Además, escogió la tiara de aguamarina, que forma parte de su joyero personal y que puede usarse tanto como collar como de diadema.
Por Andrea Jiménez
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