El próximo domingo hay elecciones generales en Camboya pero Khen Srey Touch, de 27 años, solo sabe que tendrá que seguir trabajando duro durante los próximos años.
Ya madre de un niño de cuatro años, debe dar a luz a una niña dentro de dos semanas, pero sigue trabajando en una fábrica de zapatos, 10 horas al día, seis días a la semana.
Todas las mañanas viaja en una camioneta abierta desde un suburbio al sudoeste de Phnom Penh a una fábrica de calzado propiedad de una compañía taiwanesa. Ella gana 240 dólares al mes haciendo zapatos para marcas estadounidenses, británicas y japonesas.
Regresa a su casa ya de noche para preparar la cena y esperar a su esposo, un trabajador temporal de la construcción.
Khen Srey Touch se encuentra entre los miles de trabajadores en la industria del vestido que están siendo cortejados por el primer ministro Hun Sen antes de las elecciones del 29 de julio.
Al igual que muchos camboyanos, ella no conoce a ningún otro líder más que Hun Sen. "Es la única persona que ha gobernado el país y no sé por qué", agregó.
Hun Sen, que ha gobernado Camboya durante más de 30 años, está tratando de garantizar la victoria después de dos elecciones cerradas en 2013 y 2017, entregando incentivos en efectivo a trabajadores y una serie de medidas de castigo contra la oposición.
Khen Srey Touch dijo que sabía que era importante emitir su voto, pero que entendía poco sobre los partidos políticos.
Fotos de Ann Wang
Edición fotográfica de Dante Cosenza
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