Cali, bajo control militar tras la jornada más violenta del estallido en Colombia: 13 muertos

BOGOTÁ.- Luego de la orden del presidente Iván Duque de militarizar un cuarto de los 32 departamentos de Colombia para intentar contener el estallido social, los efectivos comenzaron a patrullar este sábado Cali, la tercera mayor ciudad del país, luego de la jornada más violenta en el último mes, en la que murieron 13 personas.

Apenas unos pocos vehículos y personas se veían en las calles de Cali, donde el viernes se enfrentaron manifestantes, policías y civiles armados hasta con fusiles. Restos de barricadas y grandes cantidades de escombros reflejan el caos que envolvió a esta ciudad de 2,2 millones de habitantes, ahora bajo toque de queda nocturno.

En diferentes episodios, 13 personas murieron, entre ellas un funcionario de la Fiscalía que había matado con su arma a dos manifestantes que bloqueaban una ruta. Además, la turba se abalanzó sobre un policía -que estaba fuera de servicio- y lo linchó, según el ente investigador.

”En el sur de la ciudad tuvimos [...] casi una guerra urbana, en la que muchas personas no solamente perdieron la vida, sino que también hubo una importante cantidad de lesionados”, dijo el secretario de Seguridad, Carlos Rojas, a Caracol Radio. Al menos ocho de las muertes fueron por arma de fuego, según la policía.

En un mes de protestas masivas murieron por lo menos 59 personas, incluidos los 13 muertos de la víspera; la Defensoría del Pueblo había informado sobre 46 fallecidos hasta el viernes. En tanto, los heridos superan los 2300 entre manifestantes y uniformados, de acuerdo con el Ministerio de Defensa. La ONG Human Rights Watch asegura haber recibido “denuncias creíbles” de 63 muertes, 28 de ellas relacionadas directamente con las manifestaciones.

Por el decreto 575 dado a conocer de madrugada, Duque dispuso la “asistencia militar” para ocho departamentos: Valle del Cauca -donde está Cali-, Nariño, Cauca, Huila, Norte de Santander, Putumayo, Caquetá y Risaralda. También estableció que 13 ciudades tendrán una asistencia específica de la fuerza armada: Cali, Buenaventura, Buga, Yumbo y Palmira (Valle del Cauca); Pasto e Ipiales (Nariño); Popayán (Cauca); Bucaramanga (Santander); Pereira (Risaralda); Madrid y Facatativá (Cundinamarca) y Neiva (Huila).

El decreto ordena a los dirigentes de estas regiones que coordinen la participación militar para sus territorios y así poder “superar los hechos que den lugar a la grave alteración de la seguridad y la convivencia”. Además autoriza el levantamiento de bloqueos y cortes, y deja a los jefes de gobierno locales el eventual dictado de toques de queda.

En una alocución que subió a sus redes sociales, el mandatario explicó que las medidas permitirán “triplicar la capacidad en menos de 24 horas en todo el departamento, asegurando asistencia en puntos neurálgicos” en los que se vieron “actos de vandalismo, violencia y terrorismo urbano de baja intensidad”. Explicó además que se acelerarán “todas las órdenes de captura por estos hechos” e insistió en que procurará “la protección de los corredores y el desbloqueo como principio, como medida de protección de los derechos de todos los ciudadanos”.

.Duque, que desde el viernes está en Cali, ordenó el despliegue de tropas bajo la figura de la asistencia militar que faculta al Ejército a apoyar a la policía en las tareas de control.

”Me siento más seguro con el Ejército que con la policía [...] porque aquí siempre ha sido más respetado”, señaló Modesto Tenorio, un comerciante de 64 años.

Colombia atraviesa un inédito levantamiento popular que comenzó como reacción a una propuesta de Duque para aumentar los impuestos a la empobrecida clase media, con el fin de tapar el hueco fiscal dejado por la pandemia del coronavirus. El mandatario cedió a la presión de las manifestaciones y archivó la iniciativa, pero la violencia policial agravó el malestar social. Los excesos de la policía, que en Colombia depende del Ministerio de Defensa, han sido condenados por la comunidad internacional.

Duque, que desde hace dos semanas intenta negociar una salida a la crisis con el frente más visible de las protestas, endureció su posición con el envío de las tropas a las ciudades.

Luis Felipe Vega, profesor de ciencias políticas en la Universidad Javeriana, cuestionó la medida. Es como “apagar un incendio con nafta”, ya que un soldado está formado para “neutralizar una amenaza”, no para controlar protestas, señaló.

Agencias AFP y DPA

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