Bruselas tras los ataques terroristas: entre el luto, el miedo y la investigación
Hasta esta mañana, solo cuatro de los 31 muertos habían sido identificados; los tres kamikazes fueron identificados, mientras un tercer sospechoso que fue filmado en el aeropuerto es intensamente buscado
BRUSELAS – Los belgas comenzaron hoy a recorrer el inevitable camino que les espera una vez disipado el horror provocado por los atentados terroristas : desesperación por las vidas segadas, angustia ante la desaparición de los seres queridos, rechazo por esos jóvenes jihadistas que asesinan en nombre de Alá, interrogantes sobre la forma en que sus fuerzas del orden y las autoridades actuaron para evitar el drama y, tal vez un día, resignación ante una violencia que todos saben casi imposible de evitar.
"Siempre es así. Pero nada de eso consigue calmar el dolor de un ser querido perdido en plena juventud, un padre que no podrá nunca más ocuparse de sus hijos o un amigo que tomó ese metro para tomar un café con nosotros", explica Ine Wijmeearsh, vocero del centro de recepción de familiares de víctimas que abrió esta mañana en el hospital militar Reine Astrid.
La unidad está destinada a un doble objetivo: dar asistencia psicológica a aquellos que resultaron traumatizados por los atentados, pero no heridos, y sobre todo a quienes buscan desde el martes a algún familiar y no consiguen ubicarlo.
"En momentos de crisis, los hospitales están tan desbordados que siempre resulta difícil dar información", confirma Wijmeearsh. Entonces, la gente pasa horas recorriendo nosocomios, comisarías y morgues, en plena angustia, tratando de saber qué pasó con un allegado que probablemente haya tomado ese metro o estuviera en ese aeropuerto en el momento del drama.
Identificación, búsqueda y luto
Y todo método es útil. Además de las redes sociales, decenas de pequeños carteles aparecieron pegados esta mañana en Bruselas: foto, nombre, teléfono y dirección figuran en esos escuetos mensajes de esperanza dejados en una estación de metro o en la entrada de un hospital.
Todo eso ayuda también al proceso de identificación de las víctimas, muy difícil en casos de atentados explosivos. Hasta esta mañana, solo cuatro de los 31 muertos habían sido identificados. Lo mismo sucede con un gran número de los tres centenares de heridos que provocaron los atentados.
Sumida en tres días de duelo nacional, Bélgica vivió hoy un día de conmemoraciones oficiales. A las 14 horas, las máximas autoridades del Estado depositaron una ofrenda floral frente al Parlamento. Estaban presentes el rey de los belgas, Felipe, acompañado de la reina Mathilde, así como el primer ministro Charles Michel y el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker.
"La libertad de todos los días resultó masacrada con esos ataques ciegos y cobardes", dijo el jefe del gobierno visiblemente conmovido.
Media hora después, otro acto similar se llevó a cabo en la Place de la Bourse, convertida en sitio de memoria popular, llena de gente desde el día mismo de los atentados.
La investigación
Y mientras la vida de Bruselas ha vuelto prácticamente a la normalidad, la investigación avanza aceleradamente. Los tres kamikazes fueron identificados, mientras un tercer sospechoso que fue filmado en el aeropuerto es intensamente buscado.
Los tests genéticos permitieron identificar a los terroristas que se inmolaron. Se trata de los dos hermanos Ibrahim y Khaled El Bakraoui y de Najir Laachraoui, sospechado de haber sido el artificiero de los atentados de París . El tercer individuo, que aparece en una foto difundida por las autoridades y bautizado "el hombre del sombrero" es objeto actualmente de una auténtica cacería humana.
Los investigadores también buscan un segundo cómplice, filmado ingresando a la estación de metro Maelbeek en compañía de Khalid El Bakraoui poco antes del atentado.
Según el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, Ibrahim El Bakraoui fue interceptado cerca de la frontera turco-siria, en junio de 2015, antes de ser expulsado hacia Bélgica, pasando por Holanda. Otro responsable turco afirmó hoy que incluso fue expulsado dos veces. La información fue desmentida por el ministerio belga de Justicia, Koen Geens, que se declaró, en todo caso, dispuesto a colaborar ampliamente con la comisión investigadora creada en el Parlamento.
Pero el mal ya estaba hecho. En pleno acto de celebración ante el parlamento, tanto Koen Geens como el ministro del Interior, Jan Jambon, se acercaron al jefe del gobierno a presentar sus renuncias, que Charles Michel rechazó.
La identificación de los terroristas, más otras evidencias descubiertas en los numerosos allanamientos permitieron establecer una relación directa de los autores de los atentados de Bruselas y los de París, el 13 noviembre. Los tres kamikazes conocían bien a Salah Abdeslam, único terrorista sobreviviente de los ataques de la capital francesa y detenido el viernes pasado en Bruselas. Laarchaoui era buscado como uno de los artificieros y responsables de la logística del macabro operativo parisino.
Inicialmente dispuesto a colaborar con la policía, Salah Abdeslam cambió de estrategia después de los atentados. Hace 24 horas decidió dejar de hablar y, sobre todo, pidió ser extraditado lo antes posible a Francia, contrariamente a lo que manifestó en el momento de su detención. Por el momento, sigue en la prisión de alta seguridad de la ciudad de Brujas.
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