Brexit: perdida en su laberinto, Theresa May agota los márgenes de maniobra

PARÍS.- Encerrada en su residencia de fin de semana de Chequers, la primera ministra británica, Theresa May , analizó con sus colaboradores las escasas opciones que le quedan para permanecer en el poder o hacer aprobar su acuerdo por la Cámara de los Comunes. Afuera, la mitad del país, del Parlamento, de su propio partido y hasta de su gobierno estudiaban la forma de hacerla renunciar.

Para los escasos fieles que le quedan, la batalla para evitarlo es ciclópea. El argumento es simple, sobre todo ante la mayoría conservadora: "Obligarla a partir llevará automáticamente al país a elecciones generales y provocará el estallido del partido". Downing Street también advierte a los tories ultra-Brexit que el Parlamento está tan en contra de una salida sin acuerdo (no deal) que el gobierno caería incluso antes de que lo anuncie.

En el equipo gubernamental, en el que "reina un ambiente de cataclismo", May enfrenta el mismo dilema. Los ministros pro-Europa no tolerarán un eventual apoyo a un no deal. Pero algunos pro-Brexit afirman que la única forma en que May puede permanecer en su puesto es apoyando un no deal. En otras palabras, la primera ministra agotó su margen de maniobra.

"Temo que hasta aquí llegó la primera ministra. Hizo lo que pudo. Pero en todos los sectores del país la cólera es palpable", reconoció públicamente el diputado conservador George Freeman, un exconsejero político de Theresa May.

Aun cuando reconocen la pérdida de apoyo de la primera ministra, otros importantes miembros del gabinete advierten que la renuncia de May provocaría elecciones generales y una pelea "tóxica" por el liderazgo dentro del partido.

"Es mucho mejor que solo una persona sea responsable de este desorden", confiesa uno de esos ministros. "Si May se va esta semana, no habrá forma de evitar una elección general y otra cantidad de problemas subsidiarios", explica.

En todo caso, la partida de May dependerá solo de ella. Después de haber superado una moción de censura el 16 de enero, la primera ministra no puede ser nuevamente puesta en tela de juicio hasta dentro de un año, según las reglas del Partido Conservador. Es evidente, sin embargo, que si May pone a votación su acuerdo de salida esta semana y los diputados lo rechazan por tercera vez, tendrá pocos argumentos para permanecer en el poder.

Por esa razón el gobierno anunció que podría suspender la consulta parlamentaria, prevista para el miércoles. Según las estimaciones, el acuerdo de May sería rechazado por un margen superior a los 149 votos en contra de la segunda vez.

Pero los 11 ministros y diputados conservadores que complotan contra May plantean una alternativa: podrían votar a favor del acuerdo si estuvieran seguros de que la primera ministra no estará a cargo de las futuras negociaciones con la UE. La gran pregunta -sin respuesta- es: ¿quién podría reemplazarla?

Como sea, esta semana Gran Bretaña tendrá que decidir cuál será su futuro. Después que la UE le acordó el jueves pasado una prórroga para el Brexit, todas las opciones quedaron abiertas hasta el 12 de abril:

1)- Aprobar el acuerdo de May. Si por milagro el texto rechazado ya dos veces es aprobado por el Parlamento, Gran Bretaña dejará la UE en forma ordenada el 22 de mayo, con una transición de dos años.

2)- Un Brexit sin acuerdo. Si los diputados rechazan el acuerdo, Londres tendrá hasta el 12 de abril para presentar una solución alternativa. De lo contrario, el país saldrá del bloque con un no deal, dejando de la noche a la mañana el mercado único y la unión aduanera sin período de transición.

3)- Otra postergación del Brexit. Si el 12 de abril Londres propusiera una alternativa para evitar una salida sin acuerdo, el Brexit podría ser postergado hasta fin de 2019.

Estas tres opciones podrían incluir un cambio de primer ministro, elecciones generales, un segundo referéndum e incluso una modificación de las "líneas rojas" adoptadas por el gobierno durante la negociación del acuerdo.

4)- Anulación del Brexit. Aunque parezca inverosímil, nada puede ser excluido en el caos actual. Aunque May se oponga categóricamente, una petición online pidiendo el mantenimiento de Gran Bretaña en la UE obtuvo más de cinco millones de votos desde el miércoles.

Ante el bloqueo actual, lo más probable es que el miércoles, en vez de pronunciarse sobre el acuerdo, los parlamentarios procedan a una serie de votaciones destinadas a saber cuál de todas es la opción mayoritaria. Votarán sobre las ya mencionadas y explorarán otras formas de relación con la UE, como los modelos de Canadá o de Noruega.

Esta última opción, muy popular entre los pro-Brexit, convertiría a Gran Bretaña en un Estado asociado a la UE. Pero, en ese caso, el país quedará en el mercado único y deberá respetar todas las regulaciones del bloque. Entre otras, no podrá establecer sus propios acuerdos comerciales y tendrá la obligación de respetar las de libre circulación de personas.

Exactamente lo contrario de lo que perseguían los euroescépticos cuando promovieron el Brexit.

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