Brasil inicia la Cumbre por la Amazonia para lograr un acuerdo para proteger a la principal selva tropical del planeta
Los líderes de ocho países sudamericanos se reúnen para lograr metas comunes para erradicar las amenazas de la mayor selva tropical del mundo, principalmente la deforestación, motivada para destinar la tierra a la pastura del ganado; también es alimentada por la minería ilegal, el tráfico de madera, de armas y drogas
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BELÉM.- La cumbre de países de la Amazonia se inicia este martes en la ciudad brasileña de Belém, en medio de una gran expectativa por acuerdos concretos que permitan poner freno a la destrucción de la mayor selva tropical del planeta.
Encabezados por el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, los ocho países de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) discutirán estrategias para ver cómo abordar los inmensos retos de proteger un recurso crucial para detener el cambio climático.
Las amenazas latentes son la deforestación, el crimen organizado, la minería y la extracción de petróleo, así como la alteración de los estilos de vida de los indígenas y los efectos en la contaminación del agua en esta región que alberga alrededor del 10% de la biodiversidad del planeta.
”Tenemos que preservar (la Amazonia) no como un santuario, sino como una fuente de aprendizaje para la ciencia del mundo entero, para hallar una forma de preservar ganando dinero, para que el pueblo que vive aquí pueda vivir dignamente”, señaló Lula durante un acto oficial en Santarém, otra ciudad amazónica en Pará, la víspera de la cumbre.
Lula recibirá el martes y el miércoles a sus pares de Bolivia, Colombia, Guyana, Perú y Venezuela, mientras que Ecuador y Surinam están representados por ministros.
Presidente Lula participa da Cúpula da Amazônia https://t.co/63gHQB4LuM
— Lula (@LulaOficial) August 8, 2023
Los países amazónicos están determinados a “no permitir que la Amazonia llegue a su punto de no retorno”, declaró la titular de Medio Ambiente de Brasil, Marina Silva, durante un encuentro de ministros previo a la cumbre.
Los acuerdos estarán plasmados en la “Declaración de Belém”, que será adoptada al final de la primera jornada.
La declaración, que viene siendo negociada por los ocho países en el último mes, dará “instrucciones” para que los gobiernos implementen “nuevas metas y nuevas tareas”, explicó el canciller del país anfitrión, Mauro Vieira.
Uno de los principales retos será lograr metas comunes para erradicar la deforestación, motivada especialmente para destinar la tierra a la pastura del ganado, pero que también es alimentada por la minería ilegal, el tráfico de madera, de armas y drogas.
“No retorno”
Considerada durante años el pulmón del planeta, la Amazonia se encamina según los científicos a un punto de no retorno, a partir del cual pasará a emitir más carbono del que absorbe, agravando el calentamiento global.
Y la principal causa es la deforestación. El bioma amazónico ha perdido más de 85 millones de hectáreas, o aproximadamente el 13% de su área original, según el Proyecto Monitoreo de la Amazonia Andina (MAAP, por sus siglas en inglés). La ganadería y los cultivos de soja se expandieron dramáticamente gracias a nuevas tecnologías, rutas y la demanda global de granos y carne.
En ninguna parte la devastación es más grande que en el estado brasileño de Pará, del que Belém es la capital. El 41% de la deforestación en la Amazonia brasileña se ha producido en Pará, donde tanta tierra ha sido transformada en su uso con el fin de criar unas 27 millones de cabezas de ganado que es el principal emisor de gases de efecto invernadero entre los estados brasileños, según el Observatorio del Clima, una red de organizaciones ambientales sin fines de lucro.
El cambio climático empeora cuando se pierden plantas que absorben carbono. Y la Amazonia funciona como un dispositivo masivo para almacenarlo.
“Al deforestar la Amazonia estamos acelerando el cambio climático”, apuntó Luciana Gatti, química atmosférica e investigadora del Instituto Nacional de Investigaciones Especiales.
Investigaciones efectuadas por Carlos Nobre, científico del sistema terrestre —las interacciones biosfera-atmósfera—, y por el fallecido científico ambiental Thomas Lovejoy, las cuales son citadas a menudo, estiman que una deforestación del 20% al 25% sería un umbral crítico para la Amazonia.
Prioridades de Brasil y Colombia
Organizaciones de la sociedad civil han presionado para que los demás países adhieran al compromiso brasileño de erradicar la deforestación para 2030, aunque en los últimos días los ministros anfitriones han dado pistas de que esto puede tomar más tiempo.
“La selva no es un pozo petrolero, no es una mina de oro, es nuestro templo”, indicó la dirigente indígena ecuatoriana Nemo Guiquita, en vísperas de la cumbre.
”Cada país tiene su dinámica, no trabajamos con imposición de pensamiento, es un proceso de consenso progresivo”, aseguró Marina Silva el lunes.
La ministra de Medio Ambiente de Colombia, por su parte, llamó a incluir en la declaración la meta de preservar “el 80% de la Amazonia al 2025″, una propuesta defendida por organizaciones indígenas.
La defensa del presidente colombiano Gustavo Petro de una economía amazónica sin petróleo también choca con la realidad de países productores como Venezuela o Brasil, que inclusive tiene en la mira una nueva y polémica frontera exploratoria frente al delta del río Amazonas.
”Tenemos dos presidentes que llegan con compromisos fuertes: el de Colombia hablando de petróleo cero, y Lula hablando de deforestación cero”, dijo Marina Silva.
Liderazgo de la región a prueba
En vísperas de la cumbre, Brasil adelantó medidas de cooperación entre los países amazónicos, como la creación de un panel científico inspirado en el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas y de un Centro de Cooperación Policial Internacional, con sede en Manaus (Amazonas).
El encuentro de este martes es visto como un ensayo para la Conferencia de las Partes COP30 sobre el cambio climático, que reunirá a la comunidad internacional en 2025 en esa ciudad. Y también como una prueba de liderazgo de Brasil y la región en materia climática.
La cumbre “debería producir resultados concretos si es que la región es seria al colocarse como líder de la acción climática”, afirmó el grupo activista climático Avaaz.
”Conservar los ecosistemas de la Amazonia, respetar los derechos de los pueblos indígenas (...) y determinar prioridades para un desarrollo sostenible inclusivo es lo que el planeta necesita para dar un paso sólido hacia un futuro viable”, añadió la organización.
El miércoles, los mandatarios de la OTCA se reunirán con representantes del Congo, la República Democrática del Congo (RDC) e Indonesia, países que también albergan en sus territorios bosques tropicales, así como otros invitados como Francia, Noruega y Alemania.
Brasil reafirmó que cuidar la Amazonia debe ser una tarea planetaria. ”Aunque consigamos reducir la deforestación en 100%, si el mundo no para con las emisiones (de gases) por combustibles fósiles, vamos a perjudicar la selva de igual manera”, afirmó Marina Silva.
La deforestación en la Amazonia brasileña disminuyó 66% en julio contra igual periodo del año pasado, alcanzando la menor cifra para este mes en cinco años, según datos divulgados por el gobierno de Da Silva.
Agencias AP y AFP
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