Brasil alcanza el “mayor colapso sanitario y hospitalario de la historia”
Casi todos los estados presentan una tasa crítica de ocupación de camas de terapia intensiva, mientras los hospitales se ven obligados a suspender cirugías programadas y desatender otros problemas de salud de la población
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RÍO DE JANEIRO.- El coronavirus sigue fuera de control en Brasil. Horas después de que el país tuviera su día más letal de la pandemia, con 2841 muertes reportadas en 24 horas, la prestigiosa fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) alertó que el mayor país de América Latina ya atraviesa el “mayor colapso sanitario y hospitalario de la historia”.
De acuerdo con el boletín epidemiológico de la institución, 24 de los 26 estados y la capital federal, Brasilia, presentan una tasa crítica de ocupación de camas de terapia intensiva.
Por primera vez, todas las regiones del país están entrando en colapso simultáneamente. Los estados considerados “críticos” por la institución tienen una ocupación de camas de más de 80%. En 15 de los 24 estados la situación es incluso más grave, con tasas de ocupación mayores a 90%.
“La incertidumbre hoy es mayor que un año atrás, cuando se detectó el primer caso. Hay variantes del virus más contagiosas circulando frente a una gestión ineficaz que optó por la economía y empujó al país a la peor crisis sanitaria de la historia”, dijo a LA NACION Jesem Orellana, epidemiólogo de la Fiocruz Amazonía.
El contexto es de “catástrofe” para los especialistas. Las internaciones optativas están paralizadas en la mayor parte de los hospitales del país. Los daños causados por el Covid-19 van más allá del aumento de muertes directas e indirectas, resaltaron los investigadores. También provocan la falta de asistencia de salud pública de la población, postergando, por ejemplo, cirugías como las de cataratas, que puede aumentar los casos de ceguera de forma permanente.
Para evitar que los casos y muertes se expandan todavía más por el país, así como para disminuir las tasas de ocupación de camas, los investigadores de la Fiocruz defienden “la adopción rigurosa de acciones de prevención y control, como el mayor rigor en las medidas de restricción a las actividades no esenciales”. Entre otras medidas citaron el cierre de playas y bares y un toque de queda nacional entre las 20 hs y las seis de la mañana.
En 19 de las 27 capitales la ocupación de camas supera el 90%. En las últimas horas San Pablo, la principal metrópoli del continente, alcanzó el 91% de ocupación de camas. El gobernador de San Pablo, Joao Doria, dijo este miércoles que el estado vive un cuadro “gravísimo” como todo el país y anunció que serán tomadas medidas adicionales. San Pablo entró el lunes en “fase de emergencia” de combate al virus, pero la ocupación de camas de terapia intensiva sigue subiendo.
La situación límite en Porto Alegre, donde la ocupación superó el 100% y obligó a improvisar nuevas camas de cuidados especiales, llevó a que durante el fin de semana familiares de fallecidos hicieran filas de hasta cinco horas para retirar certificados de defunción en oficinas públicas.
Orellana opinó que el país precisaría adoptar tres semanas de lockdown nacional para intentar contener la disparada de casos y muertes. “El mapa de Brasil está en rojo. No hay otra posibilidad”, dijo el investigador de la Fiocruz. “Falta un director de la orquesta llamada ‘control de la pandemia’. Si no se controla la circulación de personas, si no hay testeo en masa e investigación de sintomáticos, la pandemia no se va a controlar nunca. Ni siquiera con vacunas”.
El país superó el martes las 282.000 muertes confirmadas por el virus en el peor mes de la pandemia. El líder del oficialismo en la Cámara de Diputados, Ricardo Barros, sorprendió este miércoles al asegurar que la situación del país es “incluso confortable” en relación con las muertes por millón de habitantes.
“Nuestro sistema de salud responde. Está mejor en el tratamiento a las personas que la mayoría de los países del primer mundo. Nuestra situación no es tan crítica comparada con otros países, es incluso confortable”, aseguró Barros en una entrevista con el canal Globo News.
En el peor momento de la crisis sanitaria, un nuevo ministro de Salud, Marcelo Queiroga, entró en funciones el martes. Queiroga es el cuarto ministro en el área desde el comienzo de la pandemia.
En una de sus primeras definiciones, Queiroga, presidente de la Sociedad brasileña de cardiología, rechazó la posibilidad de un lockdown nacional y señaló que su gestión marcará una continuidad con la de su predecesor, el general Eduardo Pazuello. Dijo que tal medida “no puede ser una política del gobierno” y resaltó que existen “aspectos de la economía para ser observados”.
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