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SANTIAGO, Chile.- Gabriel Boric Font asumió la presidencia de Chile con 36 años y se convirtió en el mandatario más joven de la historia del país. Sobre sus hombros recaen inmensas expectativas alimentadas por un cambio de ciclo político que se inició tras el estallido social de 2019.
Antes de instalarse en el sillón de La Moneda, el referente de izquierda chileno aprovechó para llevar una vida normal y acomodarse a las obligaciones de su nueva investidura, algo alejadas de la personalidad que siempre mostró desde que irrumpió en la política: del líder estudiantil de las movilizaciones de 2011 que jaqueó al primer gobierno de Sebastián Piñera, hasta el joven que rompió los moldes cuando aterrizó en el Congreso con un look desenfadado.
“Gabriel siempre ha sido muy auténtico. La primera vez que fue electo diputado fue sin corbata y tuvo montón de problemas, pero tiene que ver con un correlato de su vida e infancia. No le molestaron las críticas porque entiende que a él lo mueven las convicciones y sus ideales, y su disposición a dialogar, y no el hecho de usar una corbata o un buen traje”, contó a LA NACION Simón Boric, hermano del jefe de Estado chileno.
En ese camino, el propio Boric ha sorprendido con algunas apariciones e intervenciones que han amplificado el interés sobre su figura más allá de las fronteras y, en particular, en torno a su estilo de vida. Muchas de sus pasiones se vinculan con la poesía, el teatro, el punk y el rock (con varios argentinos como referentes, como Charly García y el Indio Solari), junto con evidenciar una serie de hechos curiosos y que salen del modelo tradicional, como su capacidad de imitar el habla del Pato Donald, su talento para jugar el videojuego Pac-Man y una pasión desenfrenada por el club de fútbol Universidad Católica.
“Y siempre ha sido así. Cuando juega Universidad Católica, el club del cual es hincha, siempre ve los partidos con la camiseta y si está en la casa un domingo va a andar con sandalias y short, y no por ser presidente va a cambiar”, añadió el hermano de Boric.
Apoyo a Taylor Swift
En otra de sus salidas de libreto, el presidente intervino en enero en Twitter para apoyar a la cantante Taylor Swift, quien fue acusada por Damon Albarn (líder de Blur y Gorillaz) de no crear sus propias composiciones.
“Aquí en Chile tienes un gran grupo de seguidores que saben que escribes tus propias canciones desde el corazón. No te tomes en serio a los chicos que necesitan insultar o mentir para llamar la atención. Abrazos desde el sur, Taylor”, le escribió Boric a la artista estadounidense en su red social favorita.
Su mensaje dio la vuelta al mundo en un sorpresivo post que llegó a las páginas de medios internacionales, como la revista Rolling Stone, y se transformó en una carta de presentación para otros jóvenes que, a raíz de esa noticia, se enteraron que en un país sudamericano existe un presidente millennial y que habla sus mismos códigos.
Otra acción que también llamó la atención fue la aparición nocturna y casi incógnita del mandatario electo en un restobar del sector centro de Santiago para retirar un sándwich. Su imagen con el puño en alto saludando a los clientes del local y un look que incluyó short, botines, camisa de franela y jockey -junto con la presencia de un escolta presidencial- se transformó en viral y confirmó sus esfuerzos por llevar una vida normal antes recibir la banda presidencial.
“Evidentemente en cosas protocolares va a cumplir con la norma e impondrá su impronta, pero es una persona muy auténtica y no le mueven las apariencias, sino que le mueve el contenido de la gente, de las relaciones personales. Así que lo van a seguir viendo comprando un sándwich, tal vez sin escolta y con ropa cómoda en el mismo lugar donde otra persona estaría con corbata”, añadió su hermano Simón.
Un aspecto que aún no resuelve el electo mandatario es el lugar donde vivirá. El futuro jefe de Estado reside en un departamento que alquila y que comparte con su pareja, Irina Karamanos, ubicado en las cercanías del Parque Forestal en el centro de la capital, pero que no cuenta con los estándares mínimos de seguridad. Ese lugar se ha convertido en uno de sus refugios, tras dejar a los 17 años su casa familiar en la ciudad de Punta Arenas, en el extremo sur del país.
“Lo que yo no quiero es ir a encerrarme en un barrio del sector oriente de Santiago. Me gustaría vivir en el centro, cerca de la oficina de La Moneda”, dijo Boric en medio de la búsqueda de una nueva residencia y que aún no logra concretar.
Toda esa serie de situaciones han generado un marcado interés en la figura presidencial y una exaltación de todas las acciones que Boric ha realizado desde que derrotó al ultraderechista José Antonio Kast en el ballotage de diciembre.
Centro de operaciones
En la denominada “La Moneda chica”, una casona patrimonial donde funciona el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile y que hoy es su centro de operaciones, se aglutinan todos los días un grupo considerable de personas que llegan con distintos pedidos al presidente electo, que van desde fotos con sus hijos, saludos a mascotas, y protestas de gremios y organizaciones sociales. A través de las rejas el político escucha y recibe todo tipo de presentes, sobre todo de menores de edad.
“Me da un poco de pudor porque no soy un rockstar”, dijo Boric, quien también se reunió con Antonia Guerrero, una joven que obtuvo uno de los mejores puntajes en la última Prueba de Transición de ingreso a las universidades chilenas y que dio un fuerte discurso en pro de las personas que sufren Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). “Lo que me inspiró fue que el presidente tuviera TOC (…) Es una persona que tiene mucha pasión”, dijo la estudiante en relación al tema de la salud mental, otro de los temas que Boric ha relevado.
“Es parte del sello que cada presidente le da a su mandato. En el caso del nuevo jefe de Estado, está siendo fiel a su trayectoria política. Su sector ya había roto los esquemas al asumir como diputado sin corbata y con un estilo más informal. Boric busca con ello un acercamiento distinto a sus ciudadanos, basado en un vínculo carismático y de identificación con los jóvenes que lo llevaron a ganar la segunda vuelta presidencial”, comentó Mario Herrera, académico del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca.
Para Claudio Elórtegui, investigador en Comunicación Política de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la irrupción de Boric se percibe en Chile como “una oxigenación”, en medio de la evidente crisis del sistema político y los representantes generacionales de las últimas décadas.
“Tiene un estilo orientado a la cercanía, a la horizontalidad, y eso evidentemente trae consigo credibilidad mientras aún no se ponga en marcha su investidura. En este periodo ha ido creciendo porque se ha visto como alguien moderado y su figura se ha humanizado porque no es alguien que se aísle. Él escucha las necesidades de las personas en la cotidianeidad”, señaló Elórtegui.
Sin embargo, esa propia impronta también ha granjeado algunas dudas en quiénes se preguntan cómo se adaptará el electo gobernante al nuevo contexto.
“El riesgo para Boric es que su imagen y este nuevo estilo no sean suficientes para gobernar en momentos de crisis. Es ahí donde los atributos personales dejan de ser tan relevantes y la gente demanda mayor capacidad de gestión. Algo similar ocurrió con Michelle Bachelet, quien tras el caso Caval (donde su nuera pidió un millonario préstamo para comprar terrenos con información privilegiada) terminó minando su aprobación presidencial. Boric, entonces, deberá cuidar que su estilo de gobernar no sea el único sustento de su gobierno”, señaló el analista político Mario Herrera.
En esa encrucijada, el propio Boric ya ha entregado ciertas certezas con respecto a la impronta de su mandato. De hecho, aclaró que prefiere que se lo llame “presidente” antes que “Gabriel”.
“Es un desafío difícil, pero he ido entendiendo que es importante asimilar la institución presidencial. Porque yo hoy estoy sentándome en una institución que ya existe. Y, por lo tanto, sin perder mi esencia, creo que es importante lo que se construye y lo que se lega a posteriori. Y, en ese sentido, pienso que lo que corresponde en este momento es que se me trate como la institución que represento”, contó en entrevista a BBC Mundo, donde también defendió su capacidad de gobernar pese su juventud.
“Esa crítica de que somos demasiado millennials es como si alguna vez hubiésemos dicho que los baby boomers jamás podrían haber asumido el poder cuando son los que gobernaron Chile durante los últimos 30 años”, expresó.
Ascenso meteórico
Magallánico y descendiente de inmigrantes croatas, su niñez la vivió en la ciudad de Punta Arenas y en el colegio privado The British School, donde cursó su enseñanza escolar.
En ese ambiente Boric desarrolló su interés en la política y se perfiló rápidamente como un líder estudiantil. Entró a estudiar derecho en la Universidad de Chile y en 2012 fue elegido presidente de la Federación de Estudiantes de esa casa de estudios. Ese año se convirtió en uno de rostros de las movilizaciones que se iniciaron en 2011 y de las que también surgieron la comunista Camila Vallejo y su amigo Giorgio Jackson, quienes serán ministros de su nuevo gobierno.
Su llegada al Congreso vino de la mano de una alta votación que consiguió como diputado y que lo catapultaron de inmediato como uno de los políticos con mayor futuro según las encuestas. De manera paralela, el propio Boric sumó algunas polémicas, como su aparición en el hemiciclo con un corte de pelo estilo mohicano; una reunión con el exmiembro del grupo guerrillero FPMR, Ricardo Palma Salamanca -condenado por el asesinato del senador de derecha Jaime Guzmán- y un discurso en el que exaltó el legado del grupo revolucionario.
Pese a ello, en aquel recorrido su talante conciliador también salió en varias oportunidades a flote. “Más que un líder que se parapeta en posiciones extremas, el presidente Boric siempre ha demostrado un estilo más dialogante. Quizás el ejemplo más concreto es cuando él firmó el acuerdo por la paz que derivó en una nueva Constitución y que le dio una salida política a la crisis derivada por el estallido social de 2019. Eso lo hizo en oposición incluso a lo que indicaba su propio partido y le valió una sanción interna, pero en ese hecho demostró que maneja las claves políticas institucionales”, señaló Patricio Saavedra, psicólogo político y académico de la Universidad Estatal de O’Higgins.
Con todo, las expectativas sobre Boric continúan siendo altas. Según la última encuesta Cadem, un 59% de los chilenos evalúa positivamente el nuevo gabinete que presentó y existe un viento a favor en torno a lo que pudiese ser su mandato. Los mercados se han ido estabilizando tras el anuncio de un equipo de ministros de reconocida competencia técnica y, en particular, luego de la designación del expresidente del Banco Central, Mario Marcel, en el Ministerio de Hacienda. Sin embargo, Boric no se fía del impacto de su propio fenómeno y ya ha recibido críticas de la oposición por algunas designaciones de su nuevo gabinete, como el caso de Maya Fernández, nieta del expresidente Salvador Allende, quien asumirá la cartera de Defensa y tendrá la misión de interactuar con los militares.
“Sepan que vamos a dar lo mejor de nosotros. Todos los que trabajamos en este equipo somos seres humanos que estamos expuestos a equivocarnos. Es bueno no idealizar a nadie y en eso por cierto me incluyo”, señaló Boric quien será el gobernante más joven de la historia de Chile y deberá lidiar con una serie de problemas que le heredará su antecesor: inflación, aumento de los casos Covid, violencia en la Araucanía y una crisis migratoria en zonas extremas que está fuera de control.
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