Boric desató una polémica con el anuncio de la apertura de una embajada de Chile en los territorios palestinos

SANTIAGO, Chile.- La decisión del presidente chileno, Gabriel Boric, de abrir una embajada en los territorios palestinos para fortalecer las relaciones bilaterales y aumentar la representación de Chile en un territorio en el que sólo cuenta con un encargado de negocios, convulsionó el espectro político y generó inmediatas reacciones de sectores locales afines a Israel.

El mandatario realizó el sorpresivo anuncio el miércoles durante una actividad navideña de la comunidad palestina en el país -la más numerosa y una de las más antiguas fuera de Medio Oriente, con cerca de medio millón de personas-, donde reafirmó su compromiso con las reivindicaciones territoriales.

“No podemos olvidar a una comunidad que está sufriendo una ocupación ilegal, que está resistiendo, una comunidad que está viendo violados sus derechos y su dignidad y eso es absolutamente injusto”, señaló Boric, que añadió que “ante los sufrimientos no podemos ser ajenos ni podemos ser protocolares” y que el palestino “es un pueblo que existe, que resiste, que tiene historia”.

El gobierno chileno, a través de la canciller Antonia Urrejola, profundizó los alcances de la medida que busca elevar la representación diplomática de la oficina ubicada en la ciudad en Ramallah, que data desde 1998. Aquella disposición significó en aquel entonces que Chile fuera el primer país latinoamericano en abrir una sede de este tipo ante la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

“Quien representa a Chile actualmente en Palestina, Christian Hodges-Nugent, sí tiene rango de embajador. Es decir nosotros hoy día tenemos un embajador en Palestina, lo que vamos a hacer es elevar el nivel de la oficina”, precisó la Ministra de Relaciones Exteriores, quien también confirmó que el país establecerá un consulado honorario en Belén, una de las ciudades donde proviene una de las mayores olas migratorias que se asentó en Chile en la primera mitad del siglo pasado.

La canciller también se refirió a las consecuencias que podría provocar la medida en las relaciones entre Chile e Israel, debilitadas tras el incidente que ocurrió en septiembre cuando el mandatario canceló a último minuto la recepción de las cartas credenciales del embajador israelí como rechazo al asesinato de un joven palestino de 17 años en el norte de Cisjordania.

“Yo acabo de señalar que la política exterior de Chile sigue siendo la misma, que es el reconocimiento del Estado de Palestina y el reconocimiento del Estado de Israel. Ahí no hay ninguna modificación absoluta y desde esa perspectiva nosotros tenemos una agenda positiva con Israel (…) La semana pasada que el presidente recibió al cuerpo diplomático y yo estuve conversando con el embajador de Israel sobre un conjunto de acciones que quieren realizar ahora en enero y eso va a continuar”, indicó la funcionaria.

Reacciones

Durante la jornada, surgieron voces rechazo a la medida dispuesta por Boric. El diputado democratacristiano Miguel Ángel Calisto, presidente del Grupo Interparlamentario Chile-Israel, aseguró que “llama la atención el anuncio de instalar una embajada” y que “era importante evaluar qué es lo que ocurre en ese territorio”.

“Desde el Estado palestino funcionan grupos terroristas”, apuntó.

A través de su cuenta de Twitter, la Comunidad Judía también se refirió a la disposición. “En Chile y en el mundo, ser pro-palestino debe significar ser pro-paz, no ser antisraelí, y mucho menos importar un conflicto que afecta a comunidades que conviven en nuestro país”, expresó la organización en uno de sus posteos.

“Siempre comprometidos con nuestros valores, esperaríamos que la política exterior de Chile promoviera la democracia, elecciones libres, con plena observancia de los derechos humanos, la libertad de religión y, por supuesto, un respeto irrestricto con los derechos de la mujer y grupos LGTBI, hoy día fuertemente perseguidos en territorio palestino”, indicó el colectivo.

Para Alejandra Márquez, académica del Centro de Análisis Político (CAP) de la Universidad de Talca, la determinación del jefe de Estado chileno sí o sí generará consecuencias políticas. “Esta decisión se producirá mayor acercamiento con Palestina”, señaló la académica.

“De igual modo, el mandatario apela al respeto del derecho internacional, y se alude al apoyo de las negociaciones en la comunidad internacional. No obstante, esto podría igualmente generar roces a nivel interno. Por otra parte debe considerarse a otros actores como la Comunidad judía en Chile y la tensión que ocurrió por lo que sucedió hace unos meses”, sostuvo Márquez.

Alfonso Díaz, académico de la Universidad de Tarapacá, calificó el anuncio como un “hito”. “Es una decisión de Estado y que también obedece a que en el país hay una gran cantidad de descendientes de palestinos y esta decisión busca un equilibrio entre las representaciones de Israel y Palestina. Ahora, e independiente de los gobiernos, siempre ha habido un vínculo muy fuerte de Chile con Palestina. Hay un club de fútbol de Primera División que se llama Palestino, que es muy popular en la zona de Ramallah, y esta medida también va en sintonía con una comunidad muy importante y numerosa en el país”, explicó.

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