Bolsonaro entierra la agenda liberal de Guedes y los mercados tiemblan
Cambió una fórmula para financiar su nuevo programa social y dio así señales de entrar en una etapa de profundización de medidas populistas para apalancar sus chances en 2022
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RÍO DE JANEIRO.- El ministro de Economía brasileño, Paulo Guedes, dio este viernes una nueva y contundente demostración de que la agenda liberal y de control de gastos del gobierno de Jair Bolsonaro quedará archivada, a menos de un año para la elección en que el presidente buscará un nuevo mandato.
En un atípico pronunciamiento junto con el presidente, quien debió ratificar a Guedes en medio de fuertes turbulencias en el mercado bursátil, el ministro defendió una maniobra para burlar el llamado “techo de gastos” -considerado el principal ancla fiscal de Brasil- y así expandir el gasto social hasta fin de 2022.
El artilugio, evaluado por analistas como una ruptura del techo de gastos, abre espacio para que el gobierno consiga los recursos necesarios para financiar el nuevo Bolsa Familia -llamado “Auxilio Brasil”-, que prevé duplicar los pagos que actualmente contempla el programa creado por el Partido de los Trabajadores.
Guedes apeló a varios eufemismos. El ministro dijo que prefiere “un ajuste fiscal menos intenso” y un “abrazo social un poco más amplio”, admitiendo los efectos negativos de la maniobra poco ortodoxa.
“Detesto perforar el techo (de gastos). Pero no estamos acá solo para sacarnos diez en lo fiscal”, se defendió Guedes, al lado de Bolsonaro. El presidente había ido a visitar al ministro en medio de fuertes tensiones que habían ido creciendo a lo largo de la semana.
En la práctica, el gobierno cambiará la fórmula de ajuste de la inflación que corrige el techo, artilugio que abre espacio de 40.000 millones de reales -unos 7 mil millones de dólares- en el presupuesto.
Además de esa regla, el gobierno envió al Congreso una propuesta para postergar pagos de los llamados precatórios (deudas judiciales) el año que viene, generando en total recursos para financiar un programa de 400 reales para unos 17 millones de brasileños.
“Preferimos sacarnos un ocho en lo fiscal -en vez de diez- y atender a los más frágiles”, agregó el ministro, quien insistió que la maniobra “no altera los fundamentos fiscales” de la economía brasileña.
La incertidumbre alrededor de la continuidad de Guedes había crecido anoche cuando dos altos funcionarios de Economía y sus segundos presentaron la renuncia alegando “razones personales”, poco después de que se confirmara la maniobra para burlar el techo de gastos. Bruno Funchal dejó la Secretaría de Hacienda y Presupuesto y Jefferson Bittencourt hizo lo propio en la Secretaría del Tesoro, dos áreas clave de la cartera.
Confianza absoluta
Bolsonaro dijo este viernes que tiene “confianza absoluta” en Guedes y aseguró que el valor de 400 reales “tiene responsabilidad”. “No haremos ninguna aventura. No queremos poner en riesgo nada relativo a la economía”, aseguró el presidente.
Pero las declaraciones apenas aplacaron el fuerte pesimismo en el mercado bursátil. La bolsa de San Pablo cerró su peor semana desde marzo de 2020, cuando comenzó la pandemia de Covid-19. El Ibovespa, principal índice de acciones brasileño, acumuló una caída de 7,28% frente a un escenario de deterioro fiscal. El dólar, en tanto, acumuló una suba de 3,25% y cerró la semana a 5,63 reales.
El pesimismo no tuvo que ver apenas con el nuevo Auxilio Brasil, sino con la percepción de que la administración de Bolsonaro entrará en una etapa de profundización de medidas populistas de incremento de gastos para apalancar su candidatura en 2022.
“El gobierno no está proponiendo un programa nuevo, debatido y que sea fruto de estudio sobre su impacto”, dijo a LA NACION João Villaverde, autor del libro Perigosas pedaladas, sobre la contabilidad creativa en el gobierno de la expresidenta Dilma Rousseff que desencadenó en el impeachment. “La única lógica de la medida es que Bolsonaro pueda ganar la elección. Es una aventura sin ningún tipo de responsabilidad fiscal”.
Mientras ratificaba la continuidad de Guedes, Bolsonaro repitió que existe la intención de pagar también un subsidio de 400 reales mensuales a camioneros autónomos para compensar las recientes subas de precios de los combustibles. El presidente, sin embargo, no aclaró cuál sería la fuente de los recursos.
Henrique Meirelles, ex ministro de Hacienda y creador de la regla que limita los gastos, dijo en una entrevista con CNN que Brasil puede entrar una “crisis económica seria” en caso de que avance en una política de gasto descontrolado.
El viraje y la debilidad de Guedes, considerado al inicio del gobierno como uno de los “superministros” dispuesto a aplicar una política liberal en Brasil, está reflejado en las más de diez bajas de su equipo de colaboradores. Del equipo inicial en el ministerio, apenas tres secretarios permanecen en el cargo.
El debilitamiento de Guedes había quedado patente en la reciente negociación con la Argentina para la reducción del Arancel Externo Común del Mercosur. El ministro, que pretendía una disminución mucho más ambiciosa que el 10% acordado, quedó relegado de las negociaciones, encaminadas por la Cancillería.
La inyección de más recursos en la economía brasileña hasta fin de 2022 puede significar un combustible más para la inflación, que en septiembre alcanzó por primera vez los dos dígitos y llegó a 10,25% en doce meses. Varias entidades financieras revisaron a la baja la proyección de crecimiento de Brasil, el principal socio comercial de la Argentina, para 2022. El banco Credit Suisse, por caso, preveía 1,1 y redujo la previsión para 0,6%.
“Guedes sigue demostrando que, en verdad, es más bolsonarista que liberal”, agregó Villaverde.
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