Black Lives Matter, un movimiento que aún busca su identidad
La masacre de los policías obligó a este grupo incipiente a redefinir su mensaje
NUEVA YORK.- Fue una divisoria de aguas para un disperso y todavía joven movimiento por los derechos civiles como es Black Lives Matter (La vida de los negros importa).
Dentro del movimiento, el horror que causaron en todo Estados Unidos los videos de oficiales de policía que mataban a tiros a hombres negros en Minnesota y Louisiana resultó una prueba incontrastable de que el mensaje de indignación y la demanda de justicia de la agrupación finalmente habían llegado a la gente.
Hasta el gobernador blanco de Minnesota, Mark Dayton, hizo una dolorosa admisión pública e hizo suyo el argumento central de Black Lives Matter.
"¿Esto habría pasado si ese conductor y ese pasajero hubiesen sido blancos?", se preguntó Dayton, para luego responderse: "Yo creo que no". Y después todo cambió en un instante.
Black Lives Matter tal vez enfrente ahora la mayor crisis de su corta historia: por un lado, intenta distanciarse del francotirador afronorteamericano de Dallas que salió expresamente a la calle a matar policías blancos, y por el otro, hace malabares para refutar al coro de detractores que culpan a la agrupación de inspirar esa feroz matanza.
"Lo que pasó en Dallas es devastador para el trabajo que hacemos", dice Jedidiah Brown, un pastor de Chicago que durante el último año se convirtió en un abierto activista de Black Lives Matter. Apenas se enteró del ataque contra los policías, sintió que cualquier consenso nacional posible quedaba "partido por la mitad".
Para quienes albergaban dudas o animadversión contra Black Lives Matter -entre ellos, sindicatos de policías y líderes conservadores-, el ataque de Dallas es un arma que están muy dispuestos a usar, sea o no sea justo.
En Texas, varios funcionarios del estado, como el vicegobernador Dan Patrick, descargaron munición gruesa contra la agrupación, al vincular directamente el tono de su discurso y de sus tácticas con el asesinato de los policías.
Patrick reconoció que la protesta de Dallas fue pacífica hasta el ataque del francotirador, pero acusó a Black Lives Matter de generar las condiciones para que fuese posible. "Sí culpo a las anteriores protestas de Black Lives Matter."
Bill Zedler, representante republicano por Texas, fue igualmente directo al evaluar la influencia de la agrupación sobre Micah Johnson, el atacante, de 25 años.
"Queda claro que el discurso de Black Lives Matter alentó al francotirador que mató a los policías de Dallas", escribió Zedler en Twitter.
Pero el mayor problema que enfrenta Black Lives Matter, un grupo que cuenta con el apoyo de muchos progresistas, es que las acciones de Johnson impidan que su mensaje llegue a ese grupo cada vez más numeroso de norteamericanos que se solidariza con su causa tras largos años de resonantes casos de gatillo fácil contra los negros.
"Hay quienes quieren usar este hecho para alentar un movimiento de rechazo y desdén por el vibrante discurso de los derechos humanos de los negros norteamericanos", señaló Black Lives Matter en un comunicado. "Debemos oponernos a todo eso."
La sociedad en su conjunto tal vez ahora espere o incluso exija un período de reflexión y de moderación de parte de los miembros de la agrupación. Pero la misión central del grupo no es la conciliación privada, sino la confrontación pública no violenta: gritarle a la policía, por ejemplo, o realizar simulacros de ejecuciones de negros por parte de las fuerzas de la ley.
Ese enfoque combativo es deliberado. Según sus activistas, la premisa del grupo es el rechazo a la que consideran una cultura dominante que viene degradando el valor de las vidas de los afroamericanos desde hace décadas.
Muchos activistas no se dejan amedrentar y rechazan la idea de que la matanza de Dallas sea un revés para su causa. Uno de ellos, Ja'Mal Green, dice que el asesinato de los policías es un brutal llamado de atención para todos.
"No es para nada un revés", dice Green. "Al contrario, porque ahora la gente de este país sabe que los negros ya están en ebullición. Estamos cansados de ver que la policía asesina a nuestros hermanos y hermanas. Estamos cansados de estar cansados."
Green recalca que no está incitando a la violencia, pero que en cualquier momento "los negros pueden estallar".
Y agrega: "Ya lo vimos en Dallas. Alcanza con que estallen uno o dos".
Traducción de Jaime Arrambide
Michael Barbaro y Y. Alcindor