Bernie Sanders vuelve a pelear por la presidencia en EE.UU.: "Hay que mover la revolución hacia adelante"
WASHINGTON.-Hace cuatro años, era un candidato inviable. Ahora es uno de los favoritos. Bernie Sanders , el senador socialista de Vermont que corrió el centro del Partido Demócrata hacia la izquierda con una agenda progresista y una campaña impulsada por los jóvenes, volverá a competir por la presidencia en 2020.
"El cambio real nunca ocurre desde arriba hacia abajo, sino desde abajo hacia arriba", dice Sanders, en un video publicado en Twitter en el que anuncia que irá otra vez por la candidatura demócrata.
El lanzamiento de Sanders mostró retazos de la mística que rodeó a su campaña de 2016, cuando le presentó un desafío a Hillary Clinton mucho mayor al que cualquier persona esperaba en ese momento. Pero, a diferencia de 2015, cuando Sanders lanzó su primera campaña presidencial en una improvisada conferencia de prensa en las escaleras del Capitolio frente a un puñado de periodistas que habían sido notificados apenas un rato antes, esta vez el anuncio tuvo detrás una estrategia pulida hasta el último detalle. Además del video, Sanders brindó entrevistas, y su campaña despachó un correo electrónico a sus seguidores para pedirles que "se unan a la lucha".
"Comenzamos la revolución política en la campaña de 2016, y ahora es el momento de mover esa revolución hacia adelante", dijo Sanders, un rato antes de la difusión del video, en una de las entrevistas, con una radio de Vermont.
I'm running for president. I am asking you to join me today as part of an unprecedented and historic grassroots campaign that will begin with at least 1 million people from across the country. Say you're in: https://t.co/KOTx0WZqRfpic.twitter.com/T1TLH0rm26&— Bernie Sanders (@BernieSanders) February 19, 2019
Sanders fijó un ambicioso objetivo: quiere reunir "un millón de personas" para darle vida a un movimiento que logre llevar a Washington la suficiente fuerza política para impulsar su agenda progresista.
El senador criado en Brooklyn pondrá en el debate algunas de las medidas de su campaña anterior, que ahora cuentan con un mayor respaldo, como un programa universal de salud público, un salario mínimo en 15 dólares, educación universitaria gratuita, impuestos más altos para los más ricos y una ofensiva sin cuartel contra el cambio climático. En 2016, sus críticos tildaron su agenda de utópica, y los republicanos lo acorralaron con ataques por ser socialista, una mala palabra en Estados Unidos. El presidente, Donald Trump, le puso el sobrenombre "Loco Bernie".
Pero lo cierto es que Sanders, quien hace cuatro años era visto como un candidato demasiado extremista para llegar al Salón Oval de la Casa Blanca, se suma ahora a la carrera por la presidencia como uno de los favoritos para capturar la candidatura demócrata. Arranca con una ventaja: la infraestructura que montó durante su última campaña, ahora con un par más de años de trabajo.
Cuatro horas después de anunciar su candidatura, la campaña de Sanders ya había recaudado más de US$ 1 millón.
Con el anuncio de Sanders, el único interrogante que persiste en la interna demócrata es si el exvicepresidente, Joe Biden, se presentará o no. La otra figura de quien se espera un anuncio en cualquier momento es el exalcalde de Nueva York, Mike Bloomberg. Sanders está segundo en el último promedio de encuestas del sitio RealClearPolitics detrás Biden. Ese alto respaldo en los sondeos –que bien puede esfumarse en un par de meses, o incluso semanas– es un reflejo del auge que viven los "demócratas socialistas", cuyas propuestas tienen buena llegada, sobre todo, entre el electorado más joven del país.
Sanders ya no está solo. Nuevas congresistas, como Alexandria Ocasio-Cortez, quien trabajó como voluntaria para su primera campaña presidencial, o Ilhan Omar han aportado vigor y sangre joven a su plataforma progresista, y le han dado visibilidad y empuje al ala más radical de los demócratas. Algunas de sus ideas, como un plan de salud público universal llamado "Medicare For All" han ganado popularidad.
El avance de los "demócratas socialistas" ha llevado a Trump a lanzar ataques cada vez más frontales contra el socialismo. El mandatario dijo en su discurso del Estado de la Unión ante el Congreso que en el país estaban "alarmados" por el impulso para "adoptar el socialismo". Anteayer, en un discurso sobre Venezuela en Miami, Trump redobló su ofensiva: mencionó 20 veces la palabra "socialismo", en lo que terminó por convertirse en un manifiesto contra la doctrina socialista más que en un mensaje contra el régimen de Nicolás Maduro.
"Casi el 90 por ciento de los venezolanos ahora viven en la pobreza. En 2018, la hiperinflación en Venezuela superó el un millón por ciento. La grave escasez de alimentos y medicinas plaga el país. El socialismo ha devastado tanto a este gran país, que incluso las reservas de petróleo más grandes del mundo ya no son suficientes para mantener las luces encendidas", describió Trump. "Esto nunca nos sucederá", prometió.
Trump dijo que el socialismo "promete prosperidad, pero genera pobreza", y llamó a todas las naciones del hemisferio a trabajar para prevenir "la propagación de la tiranía socialista". Ya sobre el final de su discurso, dejó una frase que pareció escrita para una campaña contra Sanders: "Y a quienes intenten imponer el socialismo en los Estados Unidos, nuevamente les enviamos un mensaje muy simple: Estados Unidos nunca será un país socialista".
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