Escabrosas revelaciones sobre las fiestas de Berlusconi: "Las chicas lo llamaban «papi»"
Dos jóvenes contaron intimidades de los ritos de iniciación y los exorbitantes deseos del Cavaliere
ROMA.- Ni elegantes, ni tampoco inocentes eran las cenas que hacía Silvio Berlusconi en su mansión de Arcore, escenario del denominado "Rubygate", por el que el primer ministro italiano está siendo juzgado en Milán por prostitución de menores y abuso de poder.
Dos nuevos testimonios que aparecieron hoy en La Repubblica y en el Corriere della Sera confirman que las cenas en cuestión, que Berlusconi sigue asegurando que eran "cenas normales, elegantes, donde se cuentan chistes", eran más bien lo más parecido a una orgía. Con juegos y bailes eróticos al ritmo de "bunga-bunga", tal como reveló en su momento la entonces menor marroquí Karima el Mahrug, alias Ruby, la chica que catapultó a Berlusconi en uno de los peores escándalos de su carrera política.
Ambra Battilana y Chiara Danese, de apenas 18 años y ambas vencedoras de concursos de belleza, quedaron totalmente shockeadas por lo que vieron y vivieron la noche del 22 de agosto pasado, la primera y última vez que estuvieron en Arcore, cuando se negaron a participar del festín. Fue Emilio Fede -veterano periodista, amigo de Berlusconi, conductor de un noticiero de uno de sus canales, también acusado de prostitución de menores-, quien las llevó a lo del Cavaliere, tal como declararon ante los fiscales de Milán, Pietro Forno y Antonio Sangermano.
Según el cuento de Ambra y Chiara, que decidieron dar su testimonio el lunes pasado, hartas de ser puestas en la misma bolsa de las 32 prostitutas que aparecen en el caso Ruby, esa noche en la mansión de Berlusconi había unas 15 chicas. Ni bien llegaron a lo del premier, éste les ofreció a todas de regalo unos anillos que llevaba en una bandeja. Durante la cena, Berlusconi, de 74 años, no comió sino se la pasó contando chistes muy verdes, que eran celebrados por su harém con falsas carcajadas, según la descripción de las dos amigas.
"Pero lo peor estaba por venir porque 15 minutos después de estar sentadas en la mesa, algunas chicas se destaparon los pechos, ofreciéndoselos a Berlusconi para que se los besara. Tocaban al premier en sus partes íntimas y se dejaban tocar", declaró Ambra, que detalló que mientras las chicas lo llamaban "papi" al jefe de gobierno italiano, él las llamaba "le mie bambine" (mis niñas).
En un marco de los más sórdido, lo más novedo del testimonio de Ambra y Chiara es el detalle de la existencia de una estatuilla con un pene enorme, que el premier hacía pasar entre las chicas y besar. "La estatuilla tenía la dimensión de una botellita de agua de medio litro, el pene era desproporcionado y Berlusconi la hacía dar vuelta entre las chicas, pidiéndoles que le besaran el pene. Las chicas besaban el pene y simulaban sexo oral. Todos se reían", declaró Chiara.
Fue entonces cuando la velada subió aún más de tono. "A un cierto punto Berlusconi, visiblemente contento, preguntó: ‘¿Están listas para el bunga-bunga?’. Y las chicas, en coro, dijeron ‘¡síiiii!!", siguió contando Chiara, que no podía creer lo que estaba viendo.
Las chicas fueron conducidas a la discoteca de la casa, que según su relato tenía al centro una barra de lap-dance. "Mientras caminábamos Berlusconi, que iba detrás de nosotras, nos tocaba los gluteos", reveló Ambra. "En la disco, las otras chicas comenzaron a bailar en modo muy vulgar. Se levantaban la pollera, mostraban la cola, algunas estaban disfrazadas de enfermeras, con vestiditos muy cortos, con los pechos al aire y la ropa interior a la vista… Bailando se acercaban a Berlusconi, lo tocaban y se hacían tocar, es el juego que el primer ministro define bunga-bunga", declaró Chiara ante los fiscales.
Según el nuevo testimonio de las dos chicas, Nicole Minetti, la supuesta madame del harén de Berlusconi y a quien el Cavaliere hizo entrar en política como consejera de la región Lombardía, llevaba uno de esos vestidos que se sacan enteros de un tirón, como demostró después de hacer un espectáculo de lap-dance y quedarse completamente desnuda.
"Se acercó a Berlusconi y bailando de manera provocativa acercó su cola a la cara del primer ministro. Luego se dio vuelta y le puso el pecho en la boca y el primer ministro se lo besó", aseguró Ambra.
En ese clima, las dos amigas se sentían cada vez peor. "Fede y Berlusconi comenzaron a incitar a las otras chicas a que nos involucrararan. ‘¡Vamos, desnúdenlas, desnúdenlas, bailen!’. Estábamos aterradas", contó Chiara, que poco después se acercó a Fede para decirle que junto a Ambra querían "absolutamente" irse del bacanal. "Si se quieren ir, está bien. Pero no piensen que van a poder llegar a ser miss Italia", las amenazó el periodista amigo de Berlusconi, que de todos modos las acompañó en un auto con chófer hasta el centro de Milán.
El nuevo testimonio de las dos amigas que pasaron una noche de pesadilla en Arcore aparecido en la prensa, fue totalmente desmentido por los abogados defensores de Berlusconi. "Las declaraciones no tienen ningún fundamento y contrastan con numerosísimas indicaciones de signo contrario", aseguraron en un comunicado Piero Longo y Niccoló Ghedini.
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