Benedicto XVI negó haber escrito un libro con el cardenal Sarah en el que reivindica el celibato
ROMA.- Benedicto XVI, papa emérito, desmintió hoy haber escrito un libroen defensa del celibato sacerdotal junto al cardenal ultraconservador Robert Sarah, un texto que causó gran revuelo, ya que apareció como un intento de presionar a Francisco que podría cambiar esta ley interna de la Iglesia, tal como pidió el último sínodo sobre la Amazonia.
Según extractos que anticipó ayer el diario francés Le Figaro, en el libro en cuestión, titulado Desde lo profundo de nuestros corazones, el predecesor de Francisco -que se había llamado a silencio- y el prefecto de la Congregación para el Culto Divino -conocido crítico del Pontífice-, suplican a Francisco no aprobar la ordenación sacerdotal de hombres casados (diáconos), un cambio pastoral que propuso a fin de octubre pasado el sínodo de obispos sobre la Amazonia para solucionar la escasez de curas en áreas remotas. Se trata de algo que muchos miembros del ala conservadora temen que pueda implementarse en la exhortación post-sinodal que se espera que el Papa publique en febrero próximo.
"Benedicto XVI no escribió un libro a cuatro manos con Sarah, nunca vio, ni autorizó la tapa, ni el hecho de que se publicara un libro a cuatro manos", aseguró a LA NACION una fuente vaticana muy cercana a Joseph Ratzinger, papa emérito de 92 años, que vive en un monasterio en los jardines del Vaticano. "Es evidente que hay una operación editorial y mediática, de la que Benedicto se distancia y se manifiesta totalmente ajeno", agregó la fuente, que pidió el anonimato, no especificó quiénes estarían detrás de dicha operación y que detalló que hace algunos meses el papa emérito estaba escribiendo unos apuntes sobre el sacerdocio, que el cardenal Sarah le pidió ver. "El Papa emérito puso el texto a su disposición, sabiendo que él estaba escribiendo un libro sobre el sacerdocio", explicó.
La desmentida de Benedicto, baldazo de agua helada, llegó al cabo de una jornada en la que la noticia de la salida, este miércoles en Francia y más adelante en Estados Unidos, de Desde lo profundo de nuestros corazones, firmado por Benedicto XVI, papa emérito y el cardenal Sarah, generó una nueva tormenta en el Vaticano y puso sobre el tapete el problema de una cohabitación de dos papas.
En medio de un clima enrarecido, el Vaticano intentó minimizar el escándalo de un papa emérito que rompe el silencio que se había autoimpuesto cuando renunció, hace casi siete años. Andrea Tornielli, director editorial de los medios del Vaticano, en un artículo subrayó la continuidad de pensamiento entre los dos pontífices, al recordar que Francisco habló varias veces de la ley del celibato, que considera "un don" y que jamás cambiaría. Tornielli también recordó que el celibato sacerdotal nunca fue un dogma, sino una disciplina eclesiástica de la Iglesia Católica de rito latino. La Iglesia Católica de rito oriental, en efecto, prevé la posibilidad de ordenar sacerdotes a hombres casados. Evocó, además, que el propio Benedicto XVI en su momento admitió el regreso a la Iglesia Católica de sacerdotes anglicanos casados.
Más allá del celibato, fue el hecho del libro en sí lo que reavivó fuertes discusiones sobre el rol del papa emérito. Y volvió a poner los reflectores sobre la convivencia de "los dos papas", mucho más compleja de la que retrata la reciente película-ficcción de Netflix. "Con el libro él (Joseph Ratzinger) rompe su inicial y explícita promesa de no intervenir en el pontificado de su sucesor. Es un hecho grave porque no dice cosas neutras o hace reflexiones sin referencia a la actualidad eclesial", denunció Vittorio Bellavite, director del grupo progresista católico Nosotros Somos Iglesia. "De hecho, estamos esperando las decisiones de papa Francisco sobre la propuesta del sínodo sobre la Amazonia sobre los sacerdotes casados que son necesarios para la vida del continente", agregó.
El teólogo Massimo Faggioli, historiador del catolicismo que enseña en la Universidad Villanova de Estados Unidos, en un tuit fue más allá y subrayó que la intervención de Benedicto "constituye una forma ilegítima de presión" sobre Francisco.
Causó escozor, por otro lado, que el libro estuviera firmado por "Benedicto XVI", el título que Ratzinger tuvo como papa. Cabe recordar que cuando Ratzinger renunció, el 11 de febrero de 2013, muchos observadores, incluso obispos, opinaron que debería haberse quedado con el título de cardenal, o de obispo emérito. Para muchos no debería haber inventado el de "papa emérito". Y debería haberse retirado a su Alemania natal. La decisión de seguir viviendo en el Vaticano y de vestir de blanco, muchos creen, sólo confundió. Y dio pie a la existencia de dos papas, uno en un funciones y otro retirado, contrapuestos. Así Benedicto, que durante años fue el guardián de la ortodoxia católica de Juan Pablo II, pasó a convertirse en un faro para los sectores conservadores descontentos con el papa argentino.
En este marco, la gran sospecha que sobrevoló el ambiente desde la salida de la noticia de la publicación del libro, era que Ratzinger, de 92 años, frágil e incapaz de escribir un libro, según personas que lo han visto recientemente, hubiera sido víctima de una manipulación. Y que hubiera sido usado para una operación en contra de su sucesor. Algo que quedó confirmado al final de una jornada eléctrica cuando, desde su entorno, desmintieron tajantemente su participación en un libro junto a un acérrimo crítico del Papa, que el eximio teólogo alemán jamás aprobó. "Es totalmente ajeno", insistieron fuentes cercanas a Ratzinger, confirmando que las intrigas en el Vaticano siguen a la orden del día. Y que muchas veces en el Vaticano la realidad supera la ficción.
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