Beatriz y Máxima: un documental revela que al comienzo no era todo color de rosa

Hoy se adoran, pero al principio, a Beatriz, la madre del ahora rey Guillermo de Holanda, no la convencía en absoluto la aparición de Máxima Zorreguieta en la vida de su hijo. Así lo relata el diplomático israelí y amigo de la familia Avi Primor en un documental realizado con motivo del cuarenta aniversario de la investidura de Beatriz como reina.

Al vínculo entre suegras y nueras se lo suele caracterizar como difícil y esto no es excepción entre los royals. Sobran los ejemplos: Sofía y Letizia en España, Margarita y Mary en Dinamarca y la triste historia entre Isabel y Diana en el Reino Unido.

La historia entre Beatriz y Máxima quizás hubiera tomado el mismo rumbo conflictivo de sus colegas de no sido por la intervención del príncipe Claus, el difunto marido de Beatriz, que convenció a su mujer acerca de la idoneidad y conveniencia de Máxima. De acuerdo con el documental, Claus organizó una cena sorpresa para que las dos mujeres se conocieron.

La argentina iba con desventaja: el gobierno holandés había puesto varias objeciones al noviazgo del heredero debido al estrecho vínculo del padre de su novia, Jorge Zorreguieta, con la dictadura militar. Sin embargo, durante aquella primera comida Máxima desplegó todos sus encantos al mostrarse tal cual es: sencilla, abierta, divertida y cariñosa. ¿El resultado? Beatriz quedó fascinada con la personalidad de su futura nuera.

Una de las variables que jugó a favor de Máxima fue su actitud emprendedora considerada como el complemento perfecto para la personalidad introvertida de Guillermo. Tanto Beatriz como su madre Juliana también se enamoraron de ella y la recibieron con los brazos abiertos como parte de la familia.

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