Barcelona será más cara para turistas extranjeros a partir de octubre: cuánto se pagará
La ciudad catalana buscar regular el número de visitantes que llegan todos los meses a través de un aumento impositivo
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Las vastas multitudes que visitan las grandes ciudades del mundo se convirtieron paulatinamente en una problemática para los gobiernos y los habitantes locales. Tal es así que muchas comenzaron a cobrar una tasa extra a los turistas, con el objetivo de reducir el número de personas que ingresa diariamente. Barcelona, en España, es una de ellas, y desde hace meses implementó varias medidas para tratar de frenar el turismo excesivo.
Como una de sus primeras medidas resolvieron prohibir los departamentos vacacionales que se alquilaban a través de plataformas online como Airbnb a partir de 2028. Sin embargo, decidieron no parar ahí y ahora aumentaron a casi el doble el impuesto turístico que le cobran a los visitantes extranjeros. Si bien recientemente había pasado de 2,75 a 3,25 euros, a partir de octubre llegará hasta los 4 euros por noche.
La medida fue aprobada tras una votación en el ayuntamiento local, en donde los funcionarios aseguraron que el objetivo es que la suba del impuesto “aumente el turismo de calidad” por encima del número que turistas que reciben al año, que, según los últimos informes, actualmente ronda los 32 millones.
Según la revista Time Out, se espera que España supere a Francia como el destino más visitado del mundo a lo largo de los próximos 15 años.
Cómo se cobra el impuesto turístico
Todo aquel que quiera visitar la mítica ciudad europea deberá pagar dos tipos de impuestos. En primer lugar está el impuesto turístico regional, que se cobra por noche en función del tipo de alojamiento que se utilice. Es decir, si es en un hotel de lujo se cobrará un extra de 3,50 euros por noche, mientras que un Airbnb -que en 2028 no estarán más disponibles- requiere un desembolso de unos 2,25 euros por cada pernocte.
A eso se suma la tasa turística -la que aumentará en otoño boreal- y que se cobra por noche, hasta una estadía de siete noches. A partir de octubre de este año, si el turista decide alojarse en un establecimiento de cinco estrellas durante siete noches, deberá pagar un total de 52,50 euros aparte de la tarifa hotelera.
Esto se prevé que no solo generará una baja en las visitas a la ciudad, sino que implicará mayores recaudaciones para el Gobierno. De esta forma, se estima que el aumento del impuesto municipal eleve los ingresos anuales de 95 a 115 millones de euros, y que esos ingresos se destinen a obras de infraestructura de la ciudad, como mejoras en las calles y más servicios de transporte.
La otra medida que genera expectativas entre los ciudadanos es la posibilidad de cerrar todos los departamentos de alquiler turísticos (como AirBnb) para el año 2028. El alcalde local, Jaume Collboni, lo definió como una medida “para solucionarle la vida a los vecinos”.
Según explicó, en Barcelona existen 10.000 pisos con licencia turística que dejarán de ser legales en noviembre de 2028. Esto se debe a que el fenómeno de los alquileres de temporada y de habitaciones se disparó en la ciudad, coincidiendo con la regulación de precios máximos en Cataluña. Al no estar incluidos en la Ley de Vivienda, estos contratos permiten a los propietarios esquivar cuestiones como el tope de precios y asumir los gastos de la gestión inmobiliaria.
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