Bajo la cortina de fuego israelí, el ritmo de muertes de civiles en la Franja de Gaza alcanza niveles históricos
En menos de dos meses, la cantidad de muertes reportadas de mujeres y de niños gazatíes duplica la de Ucrania tras dos años de guerra
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LONDRES.- Israel presentó la muerte de civiles en la Franja de Gaza como un aspecto lamentable, pero inevitable, de las guerras modernas y recordó el pesado costo humano de las campañas militares que Estados Unidos llevó a cabo en Irak y en Siria.
Pero un repaso de los conflictos del pasado y las entrevistas con expertos en armas y en daños sugieren que el ataque israelí es de un tenor diferente.
Si bien en tiempos de guerra el recuento de muertos nunca es exacto, los expertos dicen que incluso una lectura conservadora de las bajas reportadas en Gaza demuestra que el ritmo de la guerra durante la campaña israelí tiene pocos antecedentes en este siglo.
Los expertos afirman que en Gaza la gente está muriendo a mayor ritmo que incluso en los peores momentos de los ataques liderados por Estados Unidos en Irak, Siria y Afganistán, ampliamente criticados por las agrupaciones de derechos humanos.
Establecer una comparación precisa de muertos por guerra es imposible, pero los expertos en la materia están sorprendidos por la cantidad muertes reportadas en Gaza –la mayoría de ellas, de mujeres y de niños– y por la velocidad de la matanza.
No se trata sólo de la escala de los ataques: Israel dijo que había atacado a más de 15.000 objetivos antes de alcanzar un breve alto el fuego en los últimos días. También es la naturaleza del armamento mismo.
Algunos expertos dicen que es sorprendente la copiosa utilización de armas de gran porte en áreas urbanas densamente pobladas, incluidas las bombas de 900 kilos fabricadas por Estados Unidos, que pueden arrasar una torre de departamentos.
“Excede todo lo que he visto en mi carrera”, dice Marc Garlasco, un asesor militar de la organización holandesa PAX y exanalista de inteligencia en el Pentágono. Para encontrar una comparación histórica a las bombas grandes en una zona tan pequeña, “hay que remontarse a la época de la Guerra de Vietnam o a la Segunda Guerra Mundial”.
En cambio, en los combates durante este siglo contra Estado Islámico en áreas urbanas como Mosul, en Irak, o Raqa, en Siria, los oficiales militares estadounidenses con frecuencia creyeron que la bomba aérea norteamericana más común –un arma de 225 kilos– era demasiado grande para la mayoría de los objetivos.
Las fuerzas militares israelíes aducen que Gaza presenta un campo de batalla diferente al resto. Es pequeña y densa, con civiles viviendo apiñados, y encima los combatientes de Hamas emplean redes de túneles para refugiarse, dejando a los residentes directamente en la línea de fuego.
Teniendo en cuenta esas redes subterráneas, que según los militares permitieron que Hamas llevara a cabo sus ataques letales del 7 de octubre, las fuerzas israelíes dicen que emplean “la menor artillería disponible” para lograr sus objetivos estratégicos, con el objetivo de causar “el menor efecto adverso a los civiles”.
Las bajas civiles son notablemente difíciles de calcular, y los funcionarios de la Franja de Gaza, gobernada por Hamas, no separan las muertes de civiles y de combatientes.
Los investigadores, en cambio, dicen que las muertes de 10.000 mujeres y niños reportadas en Gaza dan una medida aproximada –aunque conservadora– de las muertes de civiles en el territorio. Funcionarios internacionales y expertos familiarizados con la forma en que se compilan las cifras en Gaza dicen que las cifras globales son por lo general confiables.
Los militares israelíes reconocen que en Gaza murieron niños, mujeres y personas mayores, pero dicen que no se puede confiar en el recuento de muertos reportado en Gaza. Las fuerzas militares no proporcionaron un recuento propio, pero dicen que los civiles “no son el objetivo” de su campaña.
“Hacemos mucho para evitar, y cuando es posible, llevar al mínimo la muerte o las lesiones de civiles”, dijo el teniente coronel Jonathan Conricus, vocero de las fuerzas militares israelíes. “Nos concentramos en Hamas.”
Sin embargo, los investigadores dicen que el ritmo de muertes en Gaza durante el bombardeo israelí está siendo excepcionalmente elevado.
Naciones Unidas estima que en Gaza se reportó la muerte de más del doble de mujeres y de niños que en Ucrania tras casi dos años de ataques rusos.
En menos de dos meses, en Gaza se informó la muerte de más mujeres y de niños que los 7700 civiles reportados como muertos por las fuerzas estadounidenses y sus aliados internacionales en todo el primer año de su invasión a Irak en 2003, según estimaciones del Recuento de Cuerpos de Irak, un grupo británico de investigación independiente.
Y la cantidad de mujeres y de niños que fueron reportados muertos en Gaza desde el comienzo de la campaña israelí del mes pasado ya empezó a acercarse a los casi 12.400 civiles muertos por Estados Unidos y sus aliados en Afganistán durante casi 20 años de guerra, según Neta C. Crawford, codirector del proyecto Costos de la Guerra de la Universidad de Brown.
Estas comparaciones se basan en las miles de muertes atribuidas directamente a las fuerzas de la coalición estadounidense durante décadas en Irak, Siria y Afganistán. Se estima que muchas personas más –centenas de miles en total– murieron en esos conflictos debido a otros grupos, como el gobierno sirio y sus aliados, las milicias locales, Estado Islámico y las fuerzas de seguridad iraquíes.
Pero si bien la cantidad de muertos globales en esas guerras fue mayor, la cantidad de personas que murieron en Gaza “en un período de tiempo muy corto es mayor que en otros conflictos”, dice el profesor Crawford, que investigó intensamente las guerras modernas.
En la batalla de Mosul, que duró nueve meses y que los funcionarios israelíes citaron como comparación, se estima que todas las partes que intervinieron en el conflicto causaron la muerte de entre 9000 y 11.000 civiles, incluidos varios miles que perecieron a manos de Estado Islámico.
En Gaza, en menos de dos meses, ya se reportó una cifra de muertes de mujeres y de niños similar.
Las bombas que se emplean en Gaza son más grandes que las que usaba Estados Unidos cuando combatía a Estado Islámico en ciudades como Mosul y Raqa, y son más acordes con los ataques a la infraestructura subterránea, como los túneles, dice Brian Castner, investigador de armas de Amnistía Internacional y exoficial de desactivación de explosivos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Gaza no solo parece minúscula cuando se la compara con otras zonas de conflicto como Irak, Afganistán o Ucrania, sino que además Israel y Egipto le cerraron sus fronteras, de modo que a los civiles les quedaron pocos o directamente ningún lugar donde escapar.
Los análisis de las imágenes satelitales sugieren que en la Franja de Gaza fueron destruidos o dañados más de 60.000 edificios, incluida casi la mitad de los edificios del norte de Gaza.
“Están utilizando armas extremadamente grandes en áreas extremadamente pobladas”, dice Castner con relación a las fuerzas israelíes. “Es la peor combinación de factores posible.”
Una guerra “por nuestra existencia”
Los funcionarios israelíes dicen que su campaña está enfocada en degradar la infraestructura militar gazatí, que con frecuencia prolifera cerca –o debajo– de viviendas y de instituciones civiles.
“Para llegar a ese objetivo, las fuerzas militares tienen que usar grandes bombas con un rendimiento mayor”, dijo el teniente coronel Conricus.
El 24 de octubre, Mark Regev, vocero del gobierno israelí, respondió en una entrevista que gracias al ritmo de los ataques, Israel aspiraba a una campaña más corta que la de Estados Unidos en Irak y en Siria.
“Espero que lo logremos más rápido”, dijo Regev. “Ese es uno de nuestros objetivos. Pero podría tardar más de lo que esperan muchos israelíes, porque Hamas está en el poder desde hace 16 años.”
Israel ordenó a los residentes de Gaza evacuar las zonas donde se concentra la campaña de bombardeos, pero también siguió atacando otras áreas.
En términos generales, los funcionarios israelíes dicen que esta es una campaña dentro de sus propias fronteras para eliminar a Hamas, un grupo dedicado a la destrucción de Israel. “Esta es una guerra por nuestra existencia”, dijo el 8 de noviembre Benny Gantz, un ministro del gabinete de guerra israelí.
“Gaza no volverá a ser lo que era antes. Hamas dejará de existir. Vamos a eliminar todo”, dijo Yoav Gallant, ministro de Defensa de Israel, pocos días después del ataque de Hamas.
Luego de cuestionar en un principio el recuento de muertos en Gaza, ahora la administración Biden reconoce que la verdadera cifra de bajas civiles puede ser incluso peor.
Las mujeres y los niños representan casi el 70% de los muertos reportados en Gaza, a pesar de que la mayoría de los combatientes son hombres, “una estadística extraordinaria”, dice Rick Brennan, director de emergencia regional de la Oficina Regional para el Mediterráneo Oriental de la Organización Mundial de la Salud. Por lo general, suele ocurrir lo contrario, dice Brennan: en enfrentamientos pasados entre Israel y Hamas, por ejemplo, casi el 60% de los muertos reportados en Gaza eran hombres.
Por Lauren Leatherby
The New York Times
(Traducción de Jaime Arrambide)
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