Azerbaiyán y las fuerzas armenias acuerdan un alto el fuego tras la operación militar en Nagorno Karabaj
La tregua contempla “la disolución y el desarme completo de las formaciones armadas del Ejército” de los separatistas; hubo por lo menos 200 muertos; el jueves se negociará la “reintegración” del territorio secesionista a Bakú
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EREVÁN.- Después de dos días de fuertes enfrentamientos en la región separatista de Nagorno Karabaj, Azerbaiyán y las fuerzas armenias llegaron a un acuerdo para un alto el fuego. El anuncio de la tregua se produjo luego de que varias explosiones se hicieran oír en las primeras horas de este miércoles en la zona de los ataques. El Ministerio de Defensa azerbaiyano indicó que mañana se celebrarán las primeras negociaciones sobre la reintegración de ese territorio en disputa con Armenia tras una ofensiva relámpago de Bakú que dejó por lo menos 200 muertos y 400 heridos, según un nuevo balance de los separatistas armenios.
Este anuncio supone una importante victoria para el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, en su ambición de tomar el control de este territorio disputado desde hace décadas entre Azerbaiyán y Armenia, que ya estuvo en el centro de dos guerras, una en los años noventa y otra en 2020.
El acuerdo fue anunciado por las autoridades de la región separatista de Azerbaiyán y entró en vigor a las 13 hora local (6 en la Argentina), según reportes de la prensa de Armenia. Se alcanzó mediante negociaciones con el contingente de paz de Rusia en la región y contempla la retirada de las unidades y equipos militares armenios de Nagorno Karabaj y el desarme de las fuerzas de seguridad.
Los últimos combates dejaron como saldo por lo menos 200 muertos en el marco de una operación militar puesta en marcha por Azerbaiyán.
“Se alcanzó un acuerdo sobre la retirada de las unidades y militares restantes de las fuerzas armadas armenias (...) y sobre la disolución y el desarme completo de las formaciones armadas del Ejército de Defensa de Nagorno Karabaj”, declaró la autoproclamada presidencia separatista de en un comunicado. Señaló además que las conversaciones sobre la “reintegración” del territorio secesionista a Azerbaiyán se celebrarán el jueves en la ciudad azerbaiyana de Yevlakh, a 295 kilómetros al oeste de Bakú, la capital de Azerbaiyán.
El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, afirmó que su país “no participó” en la redacción de los términos de la tregua.
Sin embargo, el ministerio de Defensa azerbaiyano confirmó la entrada en vigor de una tregua. “Las unidades militares armenias en el distrito azerbaiyano de Karabaj y los grupos armados ilegales armenios deponen las armas, abandonan sus posiciones y puestos y serán totalmente desarmados”, declaró el ministerio, citando los términos del acuerdo.
Según el ministerio, las fuerzas armadas armenias deben abandonar Nagorno Karabaj y las fuerzas separatistas deben disolverse, mientras que “todas las armas y el equipo pesado” deben ser entregados.
Azerbaijan pounded Nagorno-Karabakh, a breakaway region controlled by ethnic Armenians, despite calls for calm from both Russia and the US https://t.co/NgE6C4vkxc pic.twitter.com/CIjAliAw3h
— Reuters (@Reuters) September 20, 2023
“Operación antiterrorista”
Azerbaiyán lanzó una operación militar a gran escala el martes para recuperar esta región, que llevaba más de treinta años fuera de su control tras la proclamación de independencia por parte de los separatistas apoyados por Armenia cuando se disolvió la URSS.
En una conversación telefónica con el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, el presidente azerbaiyano había dicho que su ofensiva terminaría si los separatistas armenios deponían las armas.
Azerbaiyán justificó sus acciones por la muerte de cuatro policías y dos civiles azerbaiyanos en la explosión de minas en un lugar donde se construía un túnel, entre Shusha y Fizuli, dos ciudades de Nagorno Karabaj bajo su control.
El país había justificado que el fuego de artillería formaba parte de una “operación antiterrorista” que continuaría hasta que el gobierno separatista de Nagorno Karabaj se desmantelara y las “formaciones militares armenias ilegales” se rindieran. Afirmaba entonces que solo atacaba posiciones militares, pero en las calles de la capital de la región, Stepanakert, podían verse daños significativos.
El Ministerio de Exteriores de Armenia, por su parte, negó tener armas o tropas en Nagorno Karabaj y calificó de “mentira” los reportes sobre sabotajes y minas terrestres en la región.
El fuego que se desató en las últimas horas hizo temer la reanudación de una guerra a gran escala en la región entre Azerbaiyán y Armenia, que llevan más de tres décadas enfrentados en un conflicto por el territorio montañoso. Su último enfrentamiento, en 2020, duró seis semanas.
Las autoridades separatistas armenias anunciaron la evacuación de más de 7000 civiles de 16 localidades, mientras que el contingente de paz ruso evacuó a más de 2000 civiles de las zonas más peligrosas, según el ministerio ruso de Defensa.
Nagorno Karabaj y una parte considerable de los territorios próximos estaban bajo control armenio étnico desde el final de una guerra separatista en 1994, pero Azerbaiyán recuperó los territorios y parte de Nagorno Karabaj en una campaña en 2020. Ese operativo terminó con un armisticio que supuso el despliegue de tropas de paz rusas en la zona.
Agencias DPA, AFP y AP
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