Avanza el operativo para la entrega de Donald Trump en Nueva York: cómo serán el traslado y la seguridad extrema
El Servicio Secreto inspeccionó el edificio donde el expresidente deberá comparecer para la lectura de los delitos que se le imputan; cómo serán sus movimientos allí y el traslado desde Mar-a-Lago a Manhattan
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NUEVA YORK.- La esperada comparecencia de Donald Trump el martes próximo en un tribunal de Nueva York comenzó este sábado a tomar forma, con los preparativos del expresidente republicano en Florida para viajar a Manhattan y enfrentar al juez de la causa por la cual está procesado.
Trump planea volar el lunes y pasar la noche en Nueva York antes de presentarse en una corte de Manhattan que estará bajo estrictas medidas de seguridad, para escuchar la lectura de cargos penales que aún no han sido especificados, según fuentes cercanas.
El primer procesamiento en la historia de un expresidente de Estados Unidos, que además aspira a volver a la Casa Blanca en 2024, implica un desafío inédito en materia de seguridad para el juzgado de Bajo Manhattan y al mismo tiempo sigue convulsionando el ambiente político.
Trump se despachó en las redes sociales contra el juez designado para el caso y contra Alvin Bragg, fiscal del Distrito de Manhattan. Los legisladores republicanos, por su parte, concentraron sus dardos en el demócrata Bragg, mientras que el segundo de la fiscalía rechazó los reclamos de las comisiones parlamentarias presididas por republicanos para que el fiscal se presente en el Capitolio a dar explicaciones sobre su investigación.
Ser procesado o condenado por un delito no inhabilitaría a Trump para competir en la carrera presidencial ni para ejercer eventualmente el cargo. Pero la visión y la logística de hacer campaña mientras se atraviesa un proceso penal podrían complicarse.
Por el momento, Trump y sus asesores intensifican sus esfuerzos para recaudar fondos y se reúnen con legisladores y líderes republicanos, mientras sus abogados se encargan de negociar su entrega a los agentes judiciales y su servicio de seguridad coordina la logística con la policía.
El viernes, un equipo de avanzada de agentes del Servicio Secreto –integrado principalmente por agentes de la oficina local de Nueva York– realizó una inspección del tribunal para planificar la ruta de ingreso y salida de Trump del edificio, señaló un funcionario judicial.
El funcionario, que pidió mantener el anonimato, dijo que se necesitarán “decenas y decenas de agentes” para asegurar el desplazamiento del expresidente entre Mar-a-Lago, su residencia de Florida, y la ciudad de Nueva York.
Los detalles del procesamiento anunciado el jueves siguen bajo secreto judicial, así que los cargos no han tomado carácter público. Pero un gran jurado del distrito de Manhattan escuchó evidencias sobre un pago hecho antes de la elección presidencial de 2016 a la estrella porno Stormy Daniels para silenciarla y evitar que hablara públicamente del romance que habría mantenido con Trump años antes.
El fiscal Bragg y su equipo pasaron meses investigando si el modo en que Trump falsificó documentos de sus empresas relacionados con el pago a Daniels implica una violación a la ley de financiamiento de campañas.
La causa de Nueva York es una de las múltiples investigaciones penales que empañaron la pospresidencia de Trump, quien también está en la mira de la Justicia en investigaciones en Georgia y Washington D.C. por sus intentos de anular la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020, así como la retención de documentos clasificados en Mar-a-Lago.
“Totalmente inocente”
Trump niega todos los delitos y sigue acusando a la Justicia de llevar adelante una caza de brujas política. En su descargo del jueves a la noche, Trump acusó a los demócratas de haber “mentido, robado y engañado”, en su obsesión por “agarrar a Trump”.
“Pero ahora hicieron lo impensado: procesar a una persona totalmente inocente, en un acto de injerencia electoral descarado, algo que jamás había ocurrido en nuestra nación”, disparó el expresidente.
El próximo paso del proceso legal es la lectura de cargos contra Trump, que según las personas involucradas en los preparativos tendrá lugar el martes por la tarde. El expresidente deberá entregarse, le tomarán las huellas dactilares, será fotografiado y de ahí llevado ante el tribunal del juez de la Corte Suprema del Estado de Nueva York, Juan Merchan, donde se espera que el acusado presente una declaración de inocencia.
Si bien el contenido de la acusación todavía no ha tomado estado público, se dará a conocer durante la lectura de los cargos.
Según un funcionario judicial, la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, ya le habría avisado el viernes a su equipo sobre los planes para el operativo del martes, y le informó que el organismo tomará “todas las medidas necesarias” para proteger a Trump, con cinturones de agentes de seguridad para separarlo del público.
Pero Cheatle también subrayó que el Servicio Secreto no va realizar ningún reordenamiento especial, como cerrar los pasillos del tribunal al público.
Los agentes del Servicio Secreto serán principalmente responsables del ingreso y la salida de Trump del tribunal. La Policía Judicial se encargará de los movimientos del expresidente dentro del edificio, acompañada por los servicios de seguridad de Trump, mientras que la policía de Nueva York estará a cargo de la seguridad en los alrededores del juzgado y durante el desplazamiento de la caravana de Trump por la ciudad.
En los alrededores del tribunal habrá más presencia que la habitual del Departamento de Policía de Nueva York, y los oficiales que por lo general usan ropa de civil recibieron la orden de ir a trabajar de uniforme, en caso de que haya que controlar manifestaciones, dijo otro funcionario judicial, también bajo condición de anonimato.
Las calles de los alrededores del tribunal estarán cerradas al tránsito y se prohibirá temporalmente el estacionamiento, señaló un funcionario. Y los agentes de la Policía Judicial que habían pedido días de vacaciones tendrán que presentarse de todos modos a trabajar.
En la advertencia que le enviaron el viernes al personal del Senado, en Washington D.C., la Policía del Capitolio y la Oficina del Sargento de Armas anticipan “manifestaciones en todo el país relacionadas con el procesamiento del expresidente Trump”.
“Si bien los cuerpos de seguridad no están siguiendo ninguna pista de amenaza específica y creíble contra el Capitolio o las oficinas del Estado, existe la posibilidad de que haya manifestaciones”, señalaron ambas fuerzas de seguridad del Congreso.
También le comunicaron al personal que es probable que en los próximos días haya un aumento de la presencia de la Policía del Capitolio y de cuerpos policiales alrededor del edificio del Congreso. Durante las próximas dos semanas, ambas cámaras estarán en receso por las vacaciones de Semana Santa.
NUEVA YORK.- La esperada comparecencia de Donald Trump el martes próximo en un tribunal de Nueva York comenzó este sábado a tomar forma, con los preparativos del expresidente republicano en Florida para viajar a Manhattan y enfrentar al juez de la causa por la cual está procesado.
Trump planea volar el lunes y pasar la noche en Nueva York antes de presentarse en una corte de Manhattan que estará bajo estrictas medidas de seguridad, para escuchar la lectura de cargos penales que aún no han sido especificados, según fuentes cercanas.
Desafío de seguridad
El primer procesamiento en la historia de un expresidente de Estados Unidos, que además aspira a volver a la Casa Blanca en 2024, implica un desafío inédito en materia de seguridad para el juzgado de Bajo Manhattan y al mismo tiempo sigue convulsionando el ambiente político.
Trump se despachó en las redes sociales contra el juez designado para el caso y contra Alvin Bragg, fiscal del Distrito de Manhattan. Los legisladores republicanos, por su parte, concentraron sus dardos en el demócrata Bragg, mientras que el segundo de la fiscalía rechazó los reclamos de las comisiones parlamentarias presididas por republicanos para que el fiscal se presente en el Capitolio a dar explicaciones sobre su investigación.
Ser procesado o condenado por un delito no inhabilitaría a Trump para competir en la carrera presidencial ni para ejercer eventualmente el cargo. Pero la visión y la logística de hacer campaña mientras se atraviesa un proceso penal podrían complicarse.
Por el momento, Trump y sus asesores intensifican sus esfuerzos para recaudar fondos y se reúnen con legisladores y líderes republicanos, mientras sus abogados se encargan de negociar su entrega a los agentes judiciales y su servicio de seguridad coordina la logística con la policía.
El viernes, un equipo de avanzada de agentes del Servicio Secreto –integrado principalmente por agentes de la oficina local de Nueva York– realizó una inspección del tribunal para planificar la ruta de ingreso y salida de Trump del edificio, señaló un funcionario judicial.
El funcionario, que pidió mantener el anonimato, dijo que se necesitarán “decenas y decenas de agentes” para asegurar el desplazamiento del expresidente entre Mar-a-Lago, su residencia de Florida, y la ciudad de Nueva York.
Los detalles del procesamiento anunciado el jueves siguen bajo secreto judicial, así que los cargos no han tomado carácter público. Pero un gran jurado del distrito de Manhattan escuchó evidencias sobre un pago hecho antes de la elección presidencial de 2016 a la estrella porno Stormy Daniels para silenciarla y evitar que hablara públicamente del romance que habría mantenido con Trump años antes.
El fiscal Bragg y su equipo pasaron meses investigando si el modo en que Trump falsificó documentos de sus empresas relacionados con el pago a Daniels implica una violación a la ley de financiamiento de campañas.
La causa de Nueva York es una de las múltiples investigaciones penales que empañaron la pospresidencia de Trump, quien también está en la mira de la Justicia en investigaciones en Georgia y Washington D.C. por sus intentos de anular la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020, así como la retención de documentos clasificados en Mar-a-Lago.
Trump niega todos los delitos y sigue acusando a la Justicia de llevar adelante una caza de brujas política. En su descargo del jueves a la noche, Trump acusó a los demócratas de haber “mentido, robado y engañado”, en su obsesión por “agarrar a Trump”.
“Pero ahora hicieron lo impensado: procesar a una persona totalmente inocente, en un acto de injerencia electoral descarado, algo que jamás había ocurrido en nuestra nación”, disparó el expresidente.
El próximo paso del proceso legal es la lectura de cargos contra Trump, que según las personas involucradas en los preparativos tendrá lugar el martes por la tarde. El expresidente deberá entregarse, le tomarán las huellas dactilares, será fotografiado y de ahí llevado ante el tribunal del juez de la Corte Suprema del Estado de Nueva York, Juan Merchan, donde se espera que el acusado presente una declaración de inocencia.
Si bien el contenido de la acusación todavía no ha tomado estado público, se dará a conocer durante la lectura de los cargos.
Según un funcionario judicial, la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, ya le habría avisado el viernes a su equipo sobre los planes para el operativo del martes, y le informó que el organismo tomará “todas las medidas necesarias” para proteger a Trump, con cinturones de agentes de seguridad para separarlo del público.
Pero Cheatle también subrayó que el Servicio Secreto no va realizar ningún reordenamiento especial, como cerrar los pasillos del tribunal al público.
Los agentes del Servicio Secreto serán principalmente responsables del ingreso y la salida de Trump del tribunal. La Policía Judicial se encargará de los movimientos del expresidente dentro del edificio, acompañada por los servicios de seguridad de Trump, mientras que la policía de Nueva York estará a cargo de la seguridad en los alrededores del juzgado y durante el desplazamiento de la caravana de Trump por la ciudad.
En los alrededores del tribunal habrá más presencia que la habitual del Departamento de Policía de Nueva York, y los oficiales que por lo general usan ropa de civil recibieron la orden de ir a trabajar de uniforme, en caso de que haya que controlar manifestaciones, dijo otro funcionario judicial, también bajo condición de anonimato.
Las calles de los alrededores del tribunal estarán cerradas al tránsito y se prohibirá temporalmente el estacionamiento, señaló un funcionario. Y los agentes de la Policía Judicial que habían pedido días de vacaciones tendrán que presentarse de todos modos a trabajar.
En la advertencia que le enviaron el viernes al personal del Senado, en Washington D.C., la Policía del Capitolio y la Oficina del Sargento de Armas anticipan “manifestaciones en todo el país relacionadas con el procesamiento del expresidente Trump”.
“Si bien los cuerpos de seguridad no están siguiendo ninguna pista de amenaza específica y creíble contra el Capitolio o las oficinas del Estado, existe la posibilidad de que haya manifestaciones”, señalaron ambas fuerzas de seguridad del Congreso.
También le comunicaron al personal que es probable que en los próximos días haya un aumento de la presencia de la Policía del Capitolio y de cuerpos policiales alrededor del edificio del Congreso. Durante las próximas dos semanas, ambas cámaras estarán en receso por las vacaciones de Semana Santa.
Carol D. Leonnig, Josh Dawsey, Shayna Jacobs and Perry Stein
(Traducción de Jaime Arrambide)
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