Australia: detuvieron a una mujer por el enigmático caso de la familia que murió por comer hongos envenenados
Se trata de Erin Patterson, la persona que invitó a almorzar a suegros y a otra pareja y les preparó el platillo fatal; “No tenía ninguna razón para hacer daño”, se defendió la sospechosa
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SIDNEY (AFP).- La Policía australiana confirmó la detención este jueves de Erin Patterson, la mujer de 49 años que organizó un almuerzo en el que sirvió un solomillo con hongos que mataron por envenenamiento a tres comensales, dos de ellos sus suegros.
El arresto de Patterson es el último giro de una saga que mantuvo a la nación en vilo por lo ocurrido en el pequeño pueblo rural de Leongatha, 110 kilómetros al sureste de Melbourne, en julio de este año. Según informó el estado de Victoria, donde sucedieron los hechos, detectives de la brigada de homicidios detuvieron a la sospechosa en horas de la mañana como “parte de su investigación por la muerte de tres personas”.
El caso tuvo lugar el 29 de julio, cuando la mujer invitó a su casa a sus suegros, Don y Gail Patterson -de cuyo hijo vivía separada-, al pastor baptista Ian Wilkinson y a su mujer, Heather. En el marco del almuerzo, les sirvió un solomillo Wellington acompañado por unos hongos. Esa misma noche, las dos parejas fueron hospitalizadas con síntomas de envenenamiento.
En menos de una semana, la salud de las víctimas se deterioró rápidamente y tres de ellos fallecieron. Solo sobrevivió el pastor, que recibió el alta hospitalaria en septiembre, después de dos meses gravemente enfermo.
De acuerdo con la Policía, las personas ingirieron “Amanitas phalloides”, que son considerados como los hongos más mortíferos del mundo y crecen alrededor de Leongatha, una pequeña ciudad a dos horas de Melbourne.
Los investigadores determinaron con celeridad que Patterson era sospechosa por lo sucedido y en las últimas horas, por razones que no fueron precisadas, se ordenó su detención. No obstante, ella aseguró desde el primer minuto que compró champiñones en un supermercado asiático y que el envenenamiento fue un accidente.
“Estoy devastada cuando pienso que estas setas pudieron contribuir a la enfermedad sufrida por mis seres queridos”, explicó en un comunicado en agosto.
“Quiero repetir que no tenía ninguna razón para hacer daño a estas personas a las que quería”, añadió.
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