Atropellos en masa: el largo historial de autos y camiones convertidos en armas de ataque

NUEVA YORK.- En las primeras horas del día de Año Nuevo, al menos 10 personas murieron y otras 30 resultaron heridas en la ciudad de Nueva Orleans, cuando un conductor enfiló deliberadamente su camioneta pick-up contra la multitud que circulaba por Bourbon Street, según las autoridades locales, que investigan el hecho como un acto de terrorismo.

El incidente es apenas el último de una larga serie de ataques en masa con vehículos que se remonta a décadas atrás. Los atropellos con vehículos no comenzaron como una táctica terrorista, pero las organizaciones extremistas y los individuos radicalizados han recurrido frecuentemente a ese método para matar y causar pánico con uno de los elementos más comunes de la vida moderna.

¿Por qué utilizan vehículos como armas?

Los automóviles y los camiones son omnipresentes, especialmente en el mundo desarrollado, y pueden reutilizarse fácilmente como armas letales.

Los agresores que tienen “poco acceso a armas o explosivos” pueden utilizar vehículos para causar grandes daños “con un mínimo de entrenamiento o experiencia previa”, según un boletín del FBI sobre “Uso terrorista de tácticas de atropello con vehículos”.

Esos atentados “transforman un objeto cotidiano intrascendente en un arma letal y semiestratégica”, escribieron los investigadores Vincent Miller y Keith Hayward en un estudio de 2019 publicado en The British Journal of Criminology. Gracias a esa táctica, “actores marginales” adquieren la capacidad de “atacar el corazón de los centros urbanos y sembrar el miedo en la sociedad en general”, agregaron los investigadores.

Después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, los potenciales objetivos terroristas, como aeropuertos y edificios públicos, se volvieron más seguros, así que algunos terroristas y otros agresores comenzaron a usar vehículos contra objetivos más vulnerables, como grupos de personas reunidas en espacios públicos.

La historia de ataques

El uso de vehículos para atacar indiscriminadamente a personas tiene una larga historia, en su mayoría no relacionada con el terrorismo organizado, como la mujer checoslovaca de 22 años que en 1973 arrolló a ocho personas argumentando que estaba harta de la sociedad.

Los grupos terroristas empezaron a usar esa táctica en la década de 1990, según un estudio del Instituto Mineta del Transporte de la Universidad Estatal de San José. La mayoría de los 184 de ataques con vehículos entre 1963 y mediados de 2019, cuando se publicó el estudio, tuvieron lugar en Israel y Cisjordania.

Grupos islamistas: En un artículo publicado en 2010 en Inspire, su órgano de difusión, la organización al-Qaeda alentaba a sus seguidores a usar vehículos “para aniquilar a los enemigos de Alá”. Pero la táctica recién se popularizó entre los posibles terroristas varios años después, cuando Estado Islámico comenzó a instar públicamente a sus seguidores a realizar atropellos masivos.

Ciudad de Nueva York: En 2017, en Manhattan, un hombre embistió con su camioneta una concurrida ciclovía a lo largo del río Hudson, matando a ocho personas -entre ellas a cinco argentinos- e hiriendo al menos a 11 más, para luego ser abatido por la policía. Según las autoridades neoyorquinas, las notas encontradas cerca de la escena indicaban la lealtad del asesino a la agrupación Estado Islámico.

Israel y Cisjordania: En las últimas décadas, el uso de vehículos como armas se ha vuelto común, con decenas de ataques de palestinos contra soldados y civiles israelíes. La táctica cobró verdadera relevancia en la década de 2010, durante una ola de ataques de “lobos solitarios”, palestinos mayormente no afiliados a grupos armados organizados.

Niza, Francia: Más de 80 personas murieron y cientos resultaron heridas en el sur de Francia cuando un hombre embistió con un camión de 19 toneladas a la multitud reunida para ver los fuegos artificiales del Día de la Bastilla. Estado Islámico se atribuyó el ataque, pero los investigadores dijeron que el conductor se había radicalizado mirando videos jihadistas, y que no había evidencia que lo vinculara directamente con el grupo terrorista.

Charlottesville, Virginia: Un hombre embistió con su auto a una multitud de personas que protestaban contra una marcha de supremacistas blancos, matando a una mujer e hiriendo a casi otras 40 personas. Fue declarado culpable de asesinato en primer grado.

Protestas por la muerte de George Floyd: Durante las manifestaciones por los derechos civiles después del asesinato de George Floyd por parte de la policía de Minnesota, en 2020, hubo al menos 66 ataques con vehículos contra manifestantes, según Ari E. Weil, subdirector de investigaciones del Proyecto sobre Seguridad y Amenazas de la Universidad de Chicago. En algunos casos resultó difícil determinar si un ataque fue espontáneo o premeditado.

China: En noviembre de 2024, un hombre embistió con su vehículo a una multitud en un centro deportivo de la ciudad sureña de Zhuhai y mató a 35 personas. Una semana después, otro hombre atropelló con un coche a un grupo de personas en los alrededores de una escuela primaria en la ciudad de Changde, en el centro de China, hiriendo a varios estudiantes.

Ferias navideñas en Alemania: En 2016, un hombre mató a 12 personas al embestir con un camión contra una multitud en el centro de Berlín. El mes pasado, en la ciudad de Magdeburgo, en el este de Alemania, un hombre atropelló a la multitud y mató al menos a cinco personas, incluido un niño de 9 años.

¿Cómo frenar este tipo de ataques?

A medida que se volvieron más frecuentes, lo que han tratado de hacer la policía y las fuerzas de seguridad es que los espacios públicos sean un blanco más difícil, erigiendo barreras, como bolardos, postes cortos y resistentes diseñados para detener un automóvil o camión antes de que pueda impactar contra la gente o un edificio.

En 2018, después de dos ataques con vehículos de alto perfil del año anterior, la ciudad de Nueva York dijo que instalaría 1500 bolardos de metal en algunos de los puntos más concurridos de la ciudad y que colocaría grandes maceteros en otros puntos vulnerables.

Pero los hechos recientes demuestran lo difícil que puede ser desactivar esa amenaza por completo.

Después del ataque de 2016 en Berlín, Alemania comenzó a reforzar las medidas de seguridad en los alrededores de sus ferias de temporada navideña. Pero el atacante de Magdeburgo evadió las medidas de protección y logró llegar hasta un mercado abarrotado de gente, donde además de los muertos dejó decenas de heridos. “El problema en el caso más reciente fue que el atacante usó el carril exclusivo para ambulancias”, apunta Nicolas Stockhammer, profesor de estudios de seguridad en la Universidad del Danubio en Krems, Austria. “Logró acercarse hasta la zona usando una vía donde no había protección”.

Según el sitio web oficial de la ciudad, Nueva Orleans estaba mejorando los bolardos de seguridad a lo largo de una sección de Bourbon Street donde ocurrió el ataque. En conferencia de prensa, el jefe de policía de la ciudad dijo que el autor “rodeó nuestras barricadas” para llevar a cabo su ataque.

Por Eve Sampson

(Traducción de Jaime Arrambide)

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