Los padres del terrorista de La Rambla rompieron el silencio: “Era estudioso y no se metía en problemas”
Younes Abouyaaqoub fue abatido el lunes tras cuatro días prófugo; su mamá y su papá aseguran que nunca sospecharon de él
Hace una semana que viven un calvario. Desde que su hijo atropelló con una camioneta blanca a más de cien personas en La Rambla de Barcelona y mató a 13, los padres de Younes Abouyaaqoub, el joven marroquí que integró la célula jihadista que atacó España , se pasan las horas esquivando a los periodistas que hacen guardia para entrevistarlos.
Viven en Ripoll, junto a los dos hermanos más pequeños del agresor. Houssaine, de 20 años, también integra la familia y fue abatido en Cambrils, en el segundo atentado. El quinto hermano es Hicham. Tiene 28 años y no está vinculado a los ataques.
“Se está diciendo estos días que era un chico normal. Yo digo que era más que normal. Era un chico estudioso, trabajaba, ganaba su sueldo y no se metía en problemas”, dijo el padre de Younes según lo publicado por el diario El País.
“Nadie vio nada raro. ¿Qué íbamos a ver? Claro que hablaba con el imán. Pero como hablaba él (señala a su hijo pequeño), como hablaban los demás chicos. Es lo normal”, contó el jefe de la familia Abouyaaqoub sobre el líder musulmán señalado por los investigadores como el “cerebro” de la operación.
“Lo que no sabíamos es que se veían a escondidas, en una furgoneta o casas. De eso no teníamos ni idea. Ellos tienen que disimular. Les enseñan. Es parte de lo que les hacen, disimular y esconder lo que piensan”, agregó.
El padre de Younes habló siempre acompañada de su esposa, vestida con un velo verde sobre su cabeza; sin embargo ella no pudo articular una palabra. Cada intento terminaba en llanto. “Está destrozada”, según su marido.
“Cuando nos enteramos empezamos a pensar, a repasar cosas, pero es que seguimos sin ver nada raro. Es que disimulan. La culpa es de la Policía. ¿Cómo permitieron ese imán? ¿Cómo no se dieron cuenta de que era un hombre peligroso? En Bélgica sí lo sabían y lo echaron. ¿Por qué aquí no? Nosotros no tenemos la culpa, ¿cómo nos puede echar alguien la culpa?”, aseguró su papá.
Este lunes, tras cuatro días prófugo, Younes fue abatido por la Policía en un camino rural de la localidad de Subirats, a 50 kilómetros de Barcelona . Llevaba puesto un cinturón de explosivos falso y estaba solo. Fue encontrado gracias al llamado de una vecina al número de teléfono destinado a brindar datos a la investigación.
La familia Abouyaaqoub ahora espera que las autoridades le entreguen el cuerpo de su hijo. Lo quieren enterrar en Marruecos, su país natal.
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