Ataques y promesas: cómo fue el primer debate presidencial en Brasil
A 40 días de las elecciones, se enfrentaron por primera vez los candidatos, entre ellos, Dilma Rousseff y Marina Silva, quienes llegarían a la segunda vuelta; los ataques verbales protagonizaron la noche
SAN PABLO.- Los siete aspirantes a llegar al Palacio del Planalto, incluida la presidenta Dilma Rousseff , estuvieron frente a frente anoche, por primera vez, en el inicio de las rondas de los debates presidenciales, a 40 días de las elecciones. Mientras las encuestas apuntan a un casi asegurado ballottage, los candidatos lanzaron toda su artillería buscando el voto de los indecisos.
La candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB), Marina Silva –quien, según las últimas encuestas le ganaría en segunda vuelta a Rousseff-, propuso un cambio profundo en la administración de Brasil, mientras que la jefa de Estado defendió los programas sociales que caracterizan la gestión del Partido de los Trabajadores (PT) y Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), se centró en su agenda económica.
Silva: la nueva figura
Marina Silva se mostró firme y determinada, criticando con fuerza a Rousseff y Neves pero también admitiendo algunos logros del PT, que integró en el pasado, como el programa de distribución de renta "Bolsa Familia" para permitir romper con el círculo vicioso de la pobreza.
Rousseff lidera "un gobierno cuasi cinematográfico", ajeno a los mayores problemas del país como la salud, la educación y la seguridad, y con "errores evidentes como la elevada inflación y el bajo crecimiento", afirmó Silva en el debate, que duró tres horas.
"Soy coherente con mi deseo de cambiar y tener una nueva política brasileña (...) que combata la vieja polarización que desde hace 20 años es un verdadero atraso para nuestro país", añadió la ecologista, a la conquista de votos de críticos de la política tradicional, en referencia a los gobiernos del PT y del PSDB.
La ecologista de 56 años propuso además un gobierno multisectorial y abierto a "los mejores" de todos los partidos y habló de reducir la cantidad de ministerios y el poder de los partidos políticos.
"Tenemos que involucrar a las personas. Es así que quiero gobernar, uniendo a Brasil, con personas del bien de todos los sectores, gobernar con personas honestas y competentes", declaró Silva en una de sus intervenciones durante el debate promovido en San Pablo por el canal de televisión Bandeirantes.
"Desafortunadamente, tenemos una realidad en la que el país será entregado en peores condiciones de las que fue recibido por la presidenta'', lanzó.
Marina Silva prometió ser la primera presidente "pobre y negra" de Brasil, lo cual le ha valido que algunos analistas la llamen "Lula con pollera" al compararla con el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), un ex obrero metalúrgico que también fue alfabetizado en la adolescencia.
Criada en una comunidad de recolectores de caucho en la Amazonia, fue compañera de lucha del líder amazónico Chico Mendes, asesinado en 1988, y aprendió a leer y escribir a los 16 años, pero consiguió escapar de la pobreza, se graduó como profesora de Historia y luego fue electa senadora y ministra de Medio Ambiente del gobierno Lula.
En 2010, Silva fue candidata a la presidencia por el Partido Verde y sorprendió al conquistar casi 20% de los votos en la primera vuelta.
Rousseff: defensa y ataques
Mientras tanto, Rousseff defendió que su administración ha generado puestos de trabajo y empleó a más médicos en un programa que importa especialistas extranjeros para enviarlos a zonas rurales y desatendidas del país.
"Le quiero preguntar a los televidentes, a las amas de casa, ¿qué están viendo? ¿Tienen o no tienen más empleos hoy? ¿Tienen o no más comida en la mesa del trabajador?'', cuestionó Rousseff, de 66 años.
Rousseff, que eligió el color blanco para el debate, igual que Silva, presentó también los avances, a su juicio, de las medidas implementadas después de la ola de protestas desencadenada en junio de 2013 por diferentes reivindicaciones sociales, como los "cinco pactos", entre los que destacó más recursos para la educación, provenientes del petróleo.
Admitió, en tanto, que la reforma política propuesta dentro de esos cinco pactos y que fue frenada en el Congreso "necesitará de un plebiscito de la población" porque es un asunto "central" para "acabar con la corrupción y los desvíos de dinero".
El enfrentamiento a la crisis económica internacional, "sin reducir salarios ni aumentar impuestos", fue otro de los puntos que quiso destacar Rousseff, quien también se refirió a la política externa del país con énfasis en una continuidad de las relaciones con África y América latina, principalmente.
"Hicimos mucho pero tenemos que hacer más", dijo Rousseff a Bandeirantes justo antes de empezar el debate, en el cual mostró la carta de la experiencia.
Neves: es la economía
El otro candidato fuerte, Aécio Neves, de 54 años, criticó a Silva por cambiar fácilmente de alianzas y dijo que no entendía los detalles su la "nueva política''.
El ex gobernador del estado de Minas Gerais, el segundo más poblado de Brasil, centró su participación en el debate en la economía y, en ese sentido, calificó las medidas tomadas por Rousseff como "intervenciones absurdas" que ahuyentan la inversión.
Neves, apoyado por una mayoría del sector empresarial e industrial, se concentró en atacar el débil desempeño económico del país en los últimos cuatro años, en momentos en que el mercado pronostica un alza del PBI de apenas 0,7% en 2014. "Precisamos un gobierno que controle la inflación y permita a Brasil volver a crecer", afirmó.
"Mi gobierno generó más empleos en 3,8 años que el de ustedes en ocho años", retrucó a este punto la presidenta, que insistió en que los logros económicos de su gobierno se verán en un segundo mandato.
Por otro lado, Neves fue enfático al afirmar que en caso de ser elegido como presidente abortará el proyecto de un tren de alta velocidad entre los estados de San Pablo y Río de Janeiro. "Con un presupuesto de esos, podremos mejorar la movilidad en por lo menos diez de nuestras grandes ciudades", expresó Neves.
En el debate participaron también otros cuatro candidatos, cuyas intenciones de voto no llegan al 2 %: la izquierdista Luciana Genro, el verde Eduardo Jorge, el derechista Levy Fidelix y el socialcristiano Everaldo Pereira.
Los últimos números
El debate sacó a relucir las nuevas estrategias de los candidatos para mitigar el llamado efecto Marina, que algunos ya han descrito como una "onda" o un "huracán" que podría dificultar la reelección de Rousseff.
Silva irrumpió recientemente en la campaña tras la muerte del candidato Eduardo Campos en un accidente aéreo el 13 de agosto. Ella era originalmente su candidata a la vicepresidencia.
En la nueva encuesta, Silva logró acumular 45% de la intención de voto, por encima de Rousseff, con 36%, si las candidatas disputaran una segunda vuelta.
En la intención de voto para la primera vuelta, Neves, el candidato del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, está en un tercer lugar con una intención de 19% de los votos; Silva está en segundo con 29% y Rousseff sigue en primero con 34%. La encuesta de Ibope fue publicada el martes en el portal de internet del periódico O Estado de Sao Paulo y tiene un margen de error de 2 puntos porcentuales. El muestreo se realizó en 2506 entrevistas entre el sábado y el lunes.
Agencias AP, EFE y AFP
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