Assange, entre el tedio y el estrés
El encierro en una oficina de la embajada de Ecuador en Londres lo tiene al borde de la depresión
LONDRES.- Julian Assange vive dentro de un edificio exclusivo en uno de los distritos más elegantes de Londres, pero está lejos de poder disfrutar de lujos y comodidades.
Asilado ya formalmente en la embajada de Ecuador, el fundador de WikiLeaks está restringido a un espacio limitado dentro de la sede diplomática. Si pisa la calle será detenido por la policía británica y extraditado a Suecia para que sea interrogado sobre dos denuncias de agresión sexual en su contra.
El ex hacker trotamundos de 41 años ya lleva casi dos meses en la embajada de Ecuador, que anteayer le concedió asilo. Sin embargo, el gobierno de Rafael Correa carece de recursos prácticos y jurídicos para conseguir que Assange eluda a los policías instalados en los alrededores, suba a un avión y salga de Gran Bretaña. El encierro ahora probablemente indefinido y la incertidumbre lo han dejado "aburrido, estresado y cerca de la depresión", según relatan los amigos que lo visitan con frecuencia.
La embajada de Ecuador consiste en un departamento en la planta baja, con 12 habitaciones en total, dentro de un imponente conjunto de departamentos de ladrillo rojo en la elegante zona de Knightsbridge, casi al lado de la tienda Harrods.
La delegación no tiene dormitorios ni otros espacios para alojar a huéspedes. Quienes visitaron a Assange dicen que vive en una oficina que fue reacondicionada con una cama, teléfono y conexión a Internet. Además, se instaló una ducha y la embajada tiene una cocinita. Assange recibe frecuentes entregas de pizza y de otros alimentos.
"No se parece nada al Hilton", cuenta Gavin MacFadyen, un amigo de Assange que fue a la misión diplomática.
Los amigos indican en general que el fundador de WikiLeaks está "intranquilo" y "tenso". Según el diario británico The Times, la habitación no sólo carece de luz solar, sino que está "mal ventilada".
Una cinta de correr le permite al ex hacker australiano realizar ejercicio físico y una lámpara solar le ofrece la posibilidad de compensar la falta de luz.
La madre de Assange, Christine, advierte que los amigos que lo visitan "ponen música y lo invitan a bailar".
Sin embargo, Christine también expresa inquietud por la salud de su hijo. El mes pasado dijo que Julian padecía un estrés grave debido a su confinamiento de varias semanas y a los más de 18 meses de batallas legales en medio de las rigurosas condiciones de la libertad condicional en Gran Bretaña.
"Está sometido a mucho estrés. Ha sido un estrés prolongado desde hace casi dos años y en condiciones que son similares a la detención'', manifestó.
De acuerdo con especialistas, la situación en que se encuentra Assange podría tener secuelas psicológicas.
"Está atrapado en tierra de nadie'', opina el profesor de psicología Cary Cooper, que trabaja en la Universidad Lancaster, de Inglaterra.
"Una de las cosas que le causan más estrés a las personas es que no tengan ningún control sobre su vida -explica-. No tiene ninguno. El control está en manos de terceros: el gobierno británico y el gobierno ecuatoriano, no en las suyas."
Desde cualquier perspectiva, Assange ha tenido 18 meses perturbadores.
Desde diciembre de 2010, cuando fue arrestado en Londres a petición de Suecia, Assange estuvo en libertad condicional y se debía reportar a diario ante las autoridades policiales, llevar una pulsera electrónica que todavía tiene puesta en la embajada y vivir en un domicilio designado.
Mansión campestre
Pasó más de un año en Inglaterra en la residencia campestre del simpatizante de WikiLeaks y ex periodista Vaughan Smith. Esa vivienda es una mansión en un terreno de 240 hectáreas. El espacio vital de Assange se ha estrechado drásticamente desde entonces.
Smith, que visitó a Assange esta semana, cuenta, a diferencia de otras opiniones que lo señalaban decaído, que su amigo resiste relativamente bien, aunque el encierro no puede ser muy prolongado.
"Vive en una pequeña habitación que difícilmente puede considerarse cómoda'', dice Smith. "Como persona, sin embargo, es el hombre más feliz en una computadora haciendo su trabajo. La está peleando bien."
"Era el mismo Julian de cuando se quedaba conmigo. No es una persona sentimental y por lo tanto no extraña las cosas que otras personas extrañarían. Está concentrado en el trabajo'', agrega.
Hay pocos precedentes de la situación en que se encuentra Assange. Uno de los más famosos es el caso del cardenal católico Jozsef Mindszenty, quien se refugió en la embajada de Estados Unidos en Budapest en 1956 y allí permaneció 15 años.
Pocos creen, sin embargo, que el actual estancamiento se prolongue tanto tiempo.
Cooper cree que el desenlace más probable, salvo un acuerdo diplomático entre Gran Bretaña y Ecuador, es que el aislamiento y el confinamiento pesen sobre Assange y al final lo hagan salir de la embajada, incluso si eso significa la detención.
"En última instancia, el encarcelamiento social lo obligará a salir'', estima Cooper. "No sé cuándo sucederá, pero creo que va a salir."
Claves
- Dormitorio El ex hacker se aloja en una oficina acondicionada con una cama, teléfono e Internet.
- Alimento e higiene La embajada tiene una pequeña cocina y se instaló una ducha para la ocasión. Assange encarga pizzas y otras comidas.
- Salud Una cinta de correr le permite realizar ejercicio físico y con una lámpara solar intenta compensar la falta de luz natural.
- Malestar Las personas que lo visitan lo ven aburrido, estresado y deprimido. Intentan animarlo con música.
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