Arrestan en EE.UU. a diez espías rusos
Los agentes viven allí desde hace años
WASHINGTON.- En lo que fue calificado por las autoridades estadounidenses como un "extraordinario golpe" contra el espionaje del Kremlin, diez personas fueron detenidas en Estados Unidos, acusadas de ser agentes ilegales de Rusia en territorio norteamericano, según informó ayer el Departamento de Justicia de este país.
Más de 20 años después de la caída del muro de Berlín, y como si se tratara de un auténtico y taquillero thriller de la Guerra Fría, el FBI afirmó que los agentes encubiertos rusos fueron enviados a Estados Unidos en los 90 con una única misión: contactar a personas encargadas de planear políticas de Estado en el país y recolectar información para Rusia.
Con tal fin, los espías fingieron ser parejas felizmente casadas y trabajaron utilizando todo tipo de maniobras típicas de las películas de espionaje: intercambio de bolsos idénticos en escaleras, mensajes escritos en código y plata enterrada en zonas rurales.
"Valiéndose de documentos falsos, los espías asumían identidades como ciudadanos o residentes legales del país; luego conseguían un trabajo y se unían a asociaciones profesionales relevantes", reza el expediente del caso. Y agrega que "una vez establecidos ellos en el país, las vidas de los espías estaban completamente financiadas por el gobierno ruso".
Esta recopilación de información fue el resultado de una investigación de varios años del FBI que concluyó el fin de semana pasado, con los arrestos de diez personas en Nueva Jersey, Nueva York, Massachusetts y Virginia.
Ocho de las personas detenidas fueron acusadas de realizar durante un "largo período" misiones encubiertas en Estados Unidos actuando como agentes para Rusia, mientras que las dos restantes fueron arrestadas por participar en un programa para la inteligencia rusa dentro del país.
Todos ellos están acusados de "conspiración" por actuar de manera "ilegal" como agentes de otro país en territorio estadounidense, un cargo por el que podrían ser condenados a cinco años de cárcel.
"La ley estadounidense prohíbe a las personas ejercer como agentes de un gobierno extranjero en Estados Unidos sin una autorización previa del fiscal general", recordó el Departamento de Justicia en un comunicado.
Nueve de los detenidos, además, afrontan cargos por "lavado de dinero", un delito por el que podrían ser condenados a 20 años de prisión.
Una periodista peruana
Según el FBI, el grupo de espías se comunicaba a través de una red inalámbrica de rango corto entre computadoras portátiles y por medio de mensajes codificados entre éstas mientras estaban cerca unos de otros.
Aparentemente, el servicio de inteligencia ruso les había solicitado, desde Moscú, información de la percepción de Washington sobre la política extranjera de Rusia y el programa nuclear iraní.
Entre los detenidos están "Richard Murphy" y "Cynthia Murphy", que fueron arrestados por el FBI en su residencia en New Jersey; la periodista peruana Vicky Peláez y su esposo, el uruguayo "Juan Lázaro", detenidos anteayer en su domicilio en Nueva York, y Anna Chapman, que también fue arrestada en Nueva York.
Peláez, columnista del periódico hispano El Diario/La Prensa , y Lázaro residen desde hace más de 20 años en Estados Unidos, donde llevaban vidas "norteamericanas" perfectamente "normales".
El FBI, además, detuvo en Virginia a "Michael Zottoli", "Patricia Mills" y Mikhail Semenko, mientras que, en Boston, fueron arrestados los supuestos agentes conocidos como "Tracey Lee Ann Foley" y "Donald Howard Heathfield".
Un hombre identificado como "Christopher R. Metsos", en tanto, continuaba ayer prófugo.
El golpe contra la red de espionaje ruso se produjo apenas dos días después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su par de Rusia, Dmitri Medvedev, mantuvieran una cordial reunión en la Casa Blanca durante la cual celebraron haber "relanzado con éxito" las relaciones bilaterales.