Arde Wisconsin: la tensión racial revive la violencia en el norte de EE.UU.
WASHINGTON.- Cuando todavía seguían vivos los reclamos por la muerte de George Floyd , la violencia volvió a sacudir las calles de Estados Unidos. Dos personas fueron asesinadas en un tiroteo en Kenosha, Wisconsin, en medio de una nueva noche de protestas en la ciudad –que han incluido saqueos y vandalismo– luego de que Jacob Blake, un afroamericano, fuera baleado siete veces por la espalda por un policía, otro caso de brutalidad policial que conmocionó al país.
Kyle Rittenhouse, un joven de 17 años, fue arrestado y acusado de homicidio y es el principal sospechoso por el asesinato de los dos individuos, que ocurrió por la noche en las calles de la ciudad. Varios videos en las redes sociales mostraron a un joven caminando, empuñando un arma que parece ser un rifle semiautomático, luego de una corrida de manifestantes en la cual se escuchan varios disparos y gritos. La policía lo dejó pasar. Rittenhouse fue arrestado en Antioch, Illinois, una ciudad cercana a Kenosha.
"Estamos de luto por esta tragedia", dijo el gobernador de Wisconsin, Tony Evers. "Quiero ser muy claro: no debemos tolerar la violencia contra ninguna persona […] Debemos alejarnos de la violencia y recordar que cualquier acto de injusticia contra una persona es menos justicia para todos", agregó.
Fue la primera vez que dos personas murieron en medio de las protestas contra el racismo sistémico en Estados Unidos que despuntaron tras el asesinato de George Floyd, en Minneapolis, a fines de mayo. La ola de manifestaciones que cubrió todo el país incluyó actos de violencia, vandalismo y saqueos a locales comerciales, y llevó a decenas de ciudades a imponer toques de queda. El presidente, Donald Trump , quien se ha definido como un mandatario de "la ley y el orden", llamó a los gobernadores a desplegar las tropas de la Guardia Nacional y a "dominar las calles", y denostó a los manifestantes que incurrieron en violencia.
Tensión inédita
Las marchas por las calles sumieron al país en una tensión que no se veía desde fines de la década del 60, y en varias ciudades se produjeron choques violentos entre policías y manifestantes. Pero, hasta el incidente de Kenosha, no había habido víctimas mortales.
"NO apoyaremos saqueos, incendios provocados, la violencia y la anarquía en las calles norteamericanos. Mi equipo acaba de hablar por teléfono con el gobernador Evers, quien acordó aceptar asistencia federal", dijo Trump, en Twitter. "Enviaré a la policía federal y la Guardia Nacional a Kenosha, Wisconsin, para restaurar la LEY y el ORDEN", continuó.
Evers ya había decretado el lunes la activación de la Guardia Nacional, que en Estados Unidos responde a los órdenes de los gobernadores, además de, eventualmente, el presidente. El martes, y ante la persistencia de los disturbios en la ciudad, Evers había anunciado un refuerzo con un mayor despliegue de tropas.
Kenosha se convirtió en el último epicentro de la tensión racial en Estados Unidos. Unos 250 efectivos de la Guardia Nacional y alguaciles federales y del FBI colaboran con la policía local para contener la violencia. Rittenhouse es uno de los civiles armados que llegó hasta la ciudad con la aparente intención de proteger a los dueños de negocios luego de noches en las que hubo destrozos y saqueos. Daniel Miskinis, el jefe de la policía local, dijo que "el individuo de 17 años de Antioch, Illinois, estuvo involucrado en el uso de armas de fuego para resolver cualquier conflicto existente; el resultado de eso son dos personas muertas".
Pese a las corridas, los gritos de la gente y el sonido de los tiroteos, un video mostró a Rittenhouse caminando con un mano en alto rodeado por vehículos blindados de la policía. "Tenía las manos en alto y le dijeron que se fuera de ahí, aunque todos gritaban que él era el tirador", dijo al sitio VICE News Brent Ford, un fotógrafo de 24 años que presenció el tiroteo.
"La policía no pareció escuchar ni importarle lo que decía la multitud", afirmó.
Las protestas contra el racismo en Estados Unidos se han convertido en uno de los temas centrales de la campaña presidencial. El candidato de los demócratas, Joe Biden , habló con los padres de Blake, y condenó la violencia que se vio en las calles de Kenosha.
"Saben, como dije después del asesinato de George Floyd, protestar por la brutalidad es un derecho y absolutamente necesario. Pero incendiar comunidades no es protesta, es violencia innecesaria, violencia que pone en peligro vidas", dijo Biden en un video grabado que difundió en sus redes sociales
Trump y los republicanos han criticado a los gobernadores y alcaldes demócratas por ser demasiado pasivos con las protestas, y han buscado asociarlos con el caos y la anarquía. El equipo de campaña del mandatario ha intentado atar a la campaña con los llamados a desfinanciar la policía, pese a que Biden ha dicho en reiteradas oportunidades que se opone a esa medida.
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